Vida y cultura

‘Los Altares del Dolor’ se presentará en la Bienal de Florencia 2025

Aristides Ureña Ramos. Cedida
Obra del Los Altares del Dolor. Cedida
Una cruz marca el lugar del fallecimiento de dos poersonas en 2020. Cedida
Una de las obras en tela de Los Altares del Dolor. Cedida
Aristides Ureña prepara el espacio para uno de sus altares. Cedida
  • 19/07/2025 23:00

La obra del artista contemporáneo Aristides Ureña Ramos pone el foco en los efectos de la migración, puntualmente en la mortal ruta que se desarrolló en el tapón del Darién

El panameño Aristides Ureña Ramos ha sido invitado a presentar su obra ‘Los Altares del Dolor’ en la Bienal de Florencia, que se llevará a cabo a finales del mes de octubre de este año. ‘Los Altares del Dolor’ es un proyecto que el artista ha estado desarrollando por un largo tiempo. Algunos de estos trabajos fueron presentados en la bienal de Venecia de 1997, en la bienal de Florencia de 2013, en la sede del INAC en 2015, además de galerías y otros eventos relevantes. Se trata de un proyecto multidisciplinar que ha involucrado el video artístico, la fotografía, los performances, la video instalación y el retablo en tela.

“El proyecto está dedicado a documentar el fenómeno de la inmigración de los pueblos, desnudando y desvelando las contradicciones existentes en esa realidad. La incomodidad de debatir, de conocer tal fenómeno, nos lleva a la generalización y al desconocimiento de estas difíciles situaciones”, dice un comunicado del artista.

Y es que si bien, una constante en el mundo ha sido la de emigrar, las desigualdades en cuanto al desarrollo de las naciones, las desigualdades en cuanto a oportunidades, la pobreza y los conflictos armados han generado una alarma mundial. Por una parte, está la necesidad del migrante de encontrar un lugar seguro donde vivir, criar y sostener a su familia. Por otra parte, está la inestabilidad a la que los países receptores son sometidos. Y no podemos dejar de mencionar que detrás de la necesidad de emigrar se abre todo un mercado negro del cual se lucra.

Para Ureña Ramos, “aquellos países que improvisadamente han tratado de dar solución a este ciego problema tienen la necesidad de evidenciar, de enfrentar y hacer pública esta realidad, debido a que las soluciones deben ser compartidas y acordadas con el resto de los países”.

Para finales de la década de 2010 ya se vislumbraba en Panamá un crecimiento en la llegada y tránsito de migrantes. El año 2023 supuso una gran crisis para el país que recibía una inmensa cantidad de migrantes dispuestos a atravesar la selva del Darién como parte de la ruta hacia Norteamérica. Este fue el disparador para dar continuidad a su proyecto.

Una tela altar, parte de este trabajo se colocó como retablo en la Catedral Metropolitana para el X Encuentro de Obispos y Agentes de Pastoral Migratoria, en la que participaron delegados de Norteamérica, Centroamérica y El Caribe. La tela describe una escena en Come Gallina, una de las trochas utilizadas por los migrantes. En ella aparece una multitud de gente, algunos con desesperanza en sus rostros, otros con ilusión. También hay piraguas con viajeros, cabezas de plátano y en el medio la figura de la virgen María ataviada con vestimenta autóctona. Es La Virgen de la trocha de Come Gallina, aquella que acompaña y bendice a todos los desaparecidos en las trochas del Tapón del Darién.

Como esta, otras obras en tela han sido pintadas con escenas del tránsito de los migrantes. También ha realizado videoarte e instalaciones en el propio Darién.

“A través de mi fundación he estado trabajando en las comarcas, sobre todo, en el Darién. Estando en Unión Chocó fue la primera vez que tuve el encuentro con esta travesía. Desde allí, me embarcaba unas 3 horas para llegar cerca de la frontera con Colombia”, explica Aristides Ureña. “Nadie en Panamá hablaba de eso”, agrega.

Una de las últimas versiones de su trabajo la hizo en Come Gallina, a cinco horas desde Metetí. Allí, en un claro, donde terminaba la trocha, empezaban a aparecer los migrantes y justo allí, se daba la acción artística.

“Yo armaba altares con todas estas cosas que traían los migrantes, objetos que terminaban como basura en plena selva. Cuando la gente salía de la trocha, ni siquiera sabían que habían llegado a Panamá. Allí se les entrevistaba sobre su pasado, presente y futuro”, cuenta.

El pasado se reflejaba en la pregunta, ¿cómo supiste del tapón del Darién? Las respuestas eran regularmente “por internet”, o “el coyote nos dijo que era fácil, que por ahí podíamos llegar”. El presente se les cuestionaba sobre ¿Lo harías otra vez?

“Todos lloraban, decían ‘no, no lo haría nunca más, arriesgué mi vida, la de mis hijos...’. Sobre el futuro, había una pregunta más cruda. ‘Estás en Panamá, tienes todavía un largo camino para llegar a México y de allí no te van a dejar entrar... ¿qué piensas?’, Ellos desconocían eso. “Esa es la tragedia de la pobreza, de la desinformación. A esto, suma mi vergüenza, como un intelectual, de esconder esto”, reflexiona.

Ureña Ramos hizo una denuncia sobre la realidad de estas personas. “Al final el Senafront me tuvo que acompañar porque aquello se puso violento cuando se denunció que allí se violentaba a las mujeres, que desaparecían mujeres, no sabemos cuánta gente murió, no sabemos cuántos niños desaparecieron, no sabemos nada”, reclamó.

Ante este escenario, el arte tiene un papel que sebe ser cumplido. “No soy un artista político, pero no descarto serlo. Hablo de la realidad”, dice. Esta es una realidad que no debe esconderse, pero tampoco se trata de vender el sufrimiento ajeno.

“No se trata de ser panfletario, el arte es más sutil y eso es más difícil, porque quiere comunicar discursos que son tremendos, pero con una estética también para representar. Y a eso me enfrentaba yo, ese era mi problema. Yo también he tenido discurso político, pero sin nunca perder de vista que soy un artista y tengo que elaborar un discurso que se comprenda y que la gente lo reciba”.

Los altares in situ también ayudaron a los migrantes a manifestarse. “Muchos de los que venían me ayudaban e intervenían conmigo. Eso fue lo que registramos”.

El videoarte, además de mostrar las escenas de la llegada de los migrantes recoge también el ambiente de la selva, incluyendo los ruidos tanto de la gente, como de la naturaleza. “Eso tenía que también ser presentado, lo que uno estaba sintiendo en ese momento”.

Bienal de Florencia

No es la primera vez que Ureña Ramos participa en la bienal de Florencia. De hecho, en el 2013, estuvo allí con su proyecto de ‘Altares del Dolor’, un trabajo que presentaba un altar occidental, cristiano, cuya parte trasera está decorada en estilo vudú, con pequeñas anécdotas de la violencia lumpen proletaria, el narcotráfico, el tráfico de emigrantes.

“Ellos (los organizadores de la bienal) han seguido ese proyecto abierto de los altares, me contactan porque querían que yo estuviera presente ahora. Y acepté, sobre todo porque la Bienal de Florencia ha crecido muy rápidamente y ya es un punto de referencia”, detalla.

El artista envió la documentación sobre su proyecto en Darién y se consideró factible pues es una prolongación de un trabajo ya presentado. Adivierte Ureña Ramos que continuará trabajando en una segunda parte de esta obra que muestra la transformación que ha habido en el Darién a causa de este fenómeno.

“Cuando construyeron el Canal de Panamá, se transformaron todas las poblaciones que estaban en torno y algunas se perdieron. Cada vez que hay un hecho histórico esto ocurre”, refiere. “Las personas que vivían allí, dejaron la agricultura, dejaron todo para hacerse de una barca e ir a ir a ganar en esa tragedia. Todos estaban organizados”, asegura.

Unos se dedicaron al traslado, otros a dar albergue, unos a vender comida. El artista vio poblados de chozas o casas de barro convertirse en casas de bloques hasta de dos pisos.

“Es una manera también de denunciar, de decir las cosas que están ocurriendo y cuestionarnos sobre qué es lo que tenemos que hacer”, dice.

Ureña Ramos afirma que “el artista tiene que ser verdadero. El artista tiene que tener su verdad, sea la que sea, tiene que vivirla, sobre todo, si vas a presentarte en otros países, tienes que estar proponiendo temas que son reales. Gente que tiene muy buena técnica, los vas a ver por montones, entonces, es el realismo lo que te hará destacar”.