Los problemas que vienen del norte
- 23/11/2025 00:00
La visión de la actual administración es que sus socios deben pagar, vía aranceles, los costos que implica lo que la visión MAGA entiende que son los servicios de protección militar. También es poco probable que la guerra arancelaria con China desaparezca
El presente artículo busca mostrar algunas importantes dificultades que tienen la capacidad de afectar el funcionamiento de la economía panameña en el 2026. Debido a la muy significativa apertura comercial de nuestro país, que resulta clara si se toma en cuenta que entre el 2000 y el 2023 la relación promedio exportaciones – PIB fue de 58.9%, resulta importante destacar los problemas que surgen del ámbito internacional. Estos se refieren en medida muy significativa por los hechos observados en la economía de Estados Unidos.
Para lograr el fin propuesto se destacan dos tipos de problemas, entendiendo que los mismos están interconectados. Primero se analizan los fenómenos inflacionarios que tienen la capacidad de transmitirse a nuestra economía; luego se hace lo propio con los fenómenos capaces de generar una situación recesiva.
Una primera problemática capaz de afectar el contexto internacional en que se desenvuelve nuestra economía está dada por la política arancelaria practicada por el actual gobierno norteamericano.
En primer lugar, se trata del impacto de las alzas arancelarias impuestas unilateralmente por la administración Trump, que necesariamente deben expresarse en un incremento de los precios. De hecho, la idea de que los mismos serían absorbidos por los exportadores extranjeros, simplemente no se ha convertido en realidad.
Tal como lo afirma Michael Roberts en un artículo titulado “The AI bubble and the Us Economy” (CADT, 16 October 2025): “los precios de importación están aumentando y empezando a ser trasladados a los precios al consumidor”. Se trata de un punto de vista compartido en el “World Economic Outlook 2015 October del FMI”, en el que se señala que “la transmisión de los aranceles a los precios al consumidor en Estados Unidos, un fenómeno que antes había sido moderado parece cada vez más probable” (p. i).
Otro elemento que presiona al alza de los precios en Estados Unidos tiene que ver con la elevación del precio de la energía eléctrica, producto de la alta demanda generada por el boom de las inversiones en centros de procesamientos de datos. Michael Roberts en su artículo anteriormente citado, ilustra la situación destacando que OpenAI utilizó tanta energía como la Ciudad de Nueva York y San Diego juntas en el punto máximo de la ola de calor de 2024”.
A esto agrega, esta empresa utiliza una cantidad de energía equivalente a la demanda de Suiza y Portugal juntos, se trata de la energía que utilizarían cerca de 20 millones de personas. No extraña, entonces, que las últimas estadísticas publicadas por el US Bureau of Labor Statistics, muestren que en septiembre de 2025 el precio de la energía eléctrica mostró una tasa de crecimiento anual de 5.1%.
Este último hecho, así como la forma en que las acciones de Trump lo están agravando con su rechazo a las fuentes limpias de energía, ha sido destacado por Paul Krugman en un reciente artículo titulado “Kilowatt Madness” (Substack, 22 August, 2025). En el mismo el autor señala que “muchos analistas prevén importantes aumentos adicionales en los precios de la electricidad durante el próximo año”, agregando además que “el panorama es tan alarmante que Texas... ha aprobado una nueva ley que otorga al operador de la red el derecho a desconectar los centros de datos durante períodos de escasez de energía”.
Los problemas inflacionarios, provenientes del choque de costo provocado por los aranceles, producen un ambiente de estanflación, es decir una combinación de aumento de precios con un estancamiento o caída de la actividad económica y del empleo. En efecto, en la medida que la subida de precios reduzca la capacidad adquisitiva de la población, se generaría una disminución de la demanda efectiva, provocando la tendencia recesiva.
En este caso, Michael Roberts, en el artículo antes citado, llama la atención sobre una importante contradicción que opera en la economía norteamericana. Concretamente argumenta, en una larga pero necesaria cita, lo siguiente:
“Importadores, mayoristas y minoristas están asumiendo mayores costos por adelantado con la esperanza de poder aumentar los precios lo suficiente como para aliviar la carga. El problema es que los consumidores ya están al límite de su capacidad de pago. Los presupuestos familiares se ven presionados por el aumento de la deuda, la morosidad y salarios insuficientes. Intentar repercutir el costo de los aranceles en este contexto reduciría aún más la demanda.”
Paul Krugman, en un artículo que lleva titulado “It’s Begining to Smell a Lot Like Stanflation” (Substack, August 8, 2025), propone que la tendencia hacia la estanflación más que provenir del impacto sobre el consumo, tiende a generarse por la incertidumbre que proviene de la cambiante e impredecible política arancelaría de la administración Trump, la que no permite realizar adecuados cálculos de rentabilidad de las posibles inversiones y su localización.
En este caso el autor razona en los siguientes términos: “La razón por la que muchos economistas creen que los aranceles de Trump aumentarán el desempleo no es tanto su nivel sino la incertidumbre que generan. Como se puede esperar que las empresas realicen inversiones a largo plazo si no saben si se enfrentarán a aranceles del 10.0% o del 36% dentro de uno o dos años?”.
Se podría pensar que algunos de los recientes “arreglos” de Trump con algunos países pueda solucionar este problema. Esto parece poco probable debido a dos razones. La visión de la actual administración es que sus socios deben pagar, vía aranceles, los costos que implica lo que la visión MAGA entiende que son los servicios de protección militar. También es poco probable que la guerra arancelaria con China desaparezca, dadas sus raíces estructurales, o que Trump desista de utilizar los aranceles como instrumento de represalia política.
Burbuja y tendencia recesiva
Sin embargo, existe otra potente causa de una posible tendencia recesiva. Es conocido el hecho de que actualmente la base del crecimiento de la economía norteamericana está dada por el gasto de inversión vinculado a la IA, mientras el resto de la economía se encuentra prácticamente estancada. Michael Roberts, en un artículo titulado “La Deuda y las Cucarachaa”, utilizando las fuentes estadísticas disponibles concluye que “el éxito de los Estados Unidos se debe casi en su totalidad a la expansión de la inversión en IA... Pero el resto de la economía... está estancada.”
El problema es que este auge de la inversión en AI parece conformarse como una burbuja que podría explotar en cualquier momento. De hecho, la relación precio de las acciones – rendimientos (PER) ya se encuentra a un nivel que supera en 40.0% al alcanzado en el caso de la burbuja dot.com.
Por su parte el Indicador Buffet (precio total de las acciones/PIB), llegó a un nivel de 217%, el mayor récord registrado para el mismo, situándose a más de dos deviaciones estándar por sobre su línea de tendencia a largo plazo. Cualquier cambio en las perspectivas de rendimientos de las acciones de las grandes empresas de IA, la haría estallar, generando una crisis.
A manera de conclusión
Nos encontramos frente a importantes desafíos externos, los cuales no parecen haber sido tomados en cuenta por los encargados del MEF, quienes insisten en una errónea política de austeridad procíclica.
El autor es Economista. Profesor Emérito de la Universidad de Panamá