Residencia de Bad Bunny en Puerto Rico finaliza con éxito histórico y medio millón de asistentes

Durante 31 conciertos, la residencia del artista atrajo visitantes de todo el mundo y dejó un impacto económico de más de $379 millones. @BBPRTV | Redes Sociales
  • 21/09/2025 11:59

El espectáculo ‘Una Más’ reunió artistas invitados y celebridades internacionales, dejando una huella cultural y económica sin precedentes en la isla.

Puerto Rico vivió un acontecimiento sin precedentes en la noche de ayer con el cierre de la residencia musical de Bad Bunny en el Coliseo José Miguel Agrelot, que durante tres meses transformó a la isla en el epicentro mundial de la música urbana.

El concierto final, titulado Una Más, se transmitió en vivo por Amazon Music y reunió a millones de espectadores en todo el mundo, consolidando la posición de Bad Bunny como una de las estrellas globales más influyentes de la actualidad.

La residencia, que se extendió entre julio y septiembre, generó más de $379 millones para la economía puertorriqueña, de acuerdo a El País, impulsando sectores como turismo, transporte, hospedaje y gastronomía.

Durante estos meses, 31 conciertos se vendieron en su totalidad, convocando a más de medio millón de personas, locales y visitantes internacionales que se desplazaron a la isla para vivir la experiencia en vivo.

El espectáculo no solo fue musical, sino también un fenómeno cultural y social.

La famosa ‘Casita’ de Bad Bunny, pieza central del escenario, recibió la visita de figuras internacionales como LeBron James, Penélope Cruz y Austin Butler, mientras que cada presentación contó con artistas invitados del género urbano, tanto puertorriqueños —como Jowell y Randy, Ñengo Flow y Arcángel— como de otros países, incluyendo Sech, Feid, El Alfa, entre otros.

Más allá de los números, el concierto final dejó una profunda huella emocional entre los asistentes. La frase que Bad Bunny repetía a lo largo de la noche, ‘No me quiero ir de aquí’, resumió el vínculo especial entre el artista y su tierra natal, evocando un sentido de orgullo y pertenencia que trascendió la música.

Con este ciclo concluido, Bad Bunny se prepara ahora para su gira mundial, llevando consigo la energía y la pasión de su isla natal a escenarios internacionales.