Economía

Hacer economía como si la gente importara: la cara de la inequidad en Panamá

Entre 2021 y 2023, el PIB creció un 11,6 % anual, mientras que el Excedente Bruto de Explotación aumentó un 15,4 %.
  • 07/07/2025 01:00

El crecimiento económico de Panamá no se refleja en la calidad de vida de la mayoría de sus ciudadanos. Mientras las cifras macroeconómicas son utilizadas como argumento político, los indicadores sociales muestran una creciente inequidad, desempleo y descontento social

Hace algún tiempo conversaba con la expresidenta de la Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón, Usha Mayani, quien me dijo en aquel entonces que la verdadera medida del éxito de una economía es su capacidad para generar empleos, afirmación con la cual me manifesté totalmente de acuerdo.

En otra ocasión, en una reunión en la subsede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en la Ciudad de México, mostraba muy entusiasmado las cifras de crecimiento de la economía de Panamá y cómo se reflejaba esto en aquel entonces en la disminución del desempleo en nuestro país, hasta que me dijeron: “¿Sabes qué? Esta disminución no es suficiente, ya que se espera que la tasa de desempleo disminuya el doble de lo que crece la economía”, y eso evidentemente no estaba sucediendo en Panamá.

El mero crecimiento de las cifras del Producto Interno Bruto (PIB), un muy buen 5,2 % en el primer trimestre del 2025 y el mantener el grado de inversión per se, por ejemplo, funciona perfectamente para el discurso político. Sin embargo, cuando se le pregunta a los ciudadanos comunes y corrientes, según la encuesta Vea Panamá de La Estrella de Panamá, si sienten que estas cifras representan algún tipo de beneficio para la satisfacción de sus necesidades familiares, el 72,9 % de los encuestados señalaron que la percepción de su situación económica era entre muy mala, mala y regular mal, lo cual representa un 13,4 % más con relación a la anterior encuesta.

En tanto que, por otra parte, los que señalaron que su situación era muy buena, buena o regular buena alcanzaron apenas el 26,8 % del total, con una disminución del 13.7 %.

De la misma manera, esta encuesta comprueba que el modelo económico utilizado en nuestro país no satisface las necesidades de la población, ya que la falta de empleo es precisamente la segunda principal preocupación de los panameños, solo después del creciente problema de la percepción de corrupción y justo antes que su ansiedad por el alto costo de la vida.

Se puede comprobar que la preocupación de los panameños es real, ya que cuando se analiza el comportamiento del PIB en el período del 2008 al 2024 en comparación con la variación porcentual de la Tasa de Desempleo, esperando que esta disminuya como consecuencia del crecimiento del PIB, se puede observar que en 14 años, la Tasa de Desempleo disminuyó en sólo cinco años, en tanto que en los nueve años restantes, la Tasa de Desempleo, al contrario de disminuir, creció casi que en la misma proporción que el crecimiento del PIB, a excepción del año 2019 en el cual creció un extraordinario 59,2 %, y en el 2023 aumentó 28,4 %.

De manera que, en el período indicado, mientras que el PIB creció en promedio al 6,9 %, la Tasa de Desempleo también se incrementó en un promedio de 5,7 % en vez de disminuir aproximadamente un promedio de 13,8 % según las estimaciones de la CEPAL.

Siendo que el crecimiento de la economía no se está traduciendo en el cumplimiento de su misión fundamental de generar empleos decentes para la satisfacción de las necesidades familiares, entonces nos preguntamos: ¿hacia dónde se está dirigiendo el beneficio de este crecimiento?

Como quiera que existe una importante oportunidad de mejora en las cifras que publica, o en absoluto no publica, el Instituto Nacional de Estadística y Censo, la respuesta a esta pregunta la tendremos que realizar por partes.

En este sentido, una categoría que ayuda a explicar el destino del beneficio del crecimiento económico es sin lugar a dudas el Excedente Bruto de la Explotación (Según el SCN 2008, es la medida del excedente resultante de la producción antes de deducir los ingresos de la propiedad, por ejemplo, la renta de la tierra y los intereses).

Cuando se compara el crecimiento del PIB con el crecimiento del Excedente Bruto de la Explotación, se tiene que del 2008 al 2015, mientras que el PIB crecía en un promedio anual de 6,5 %, el Excedente Bruto de la Explotación casi que doblaba su crecimiento en este período con un 13,0 %, en tanto que mientras que en el período 2021 al 2023 el PIB crecía un promedio anual de 11,6 %, el EBE aumentaba en un 15,4 %.

Por otra parte, el crecimiento económico panameño encuentra un país que, según el Banco Mundial, ocupa la posición 14 de un total de 162 países en cuanto a inequidad en la distribución del ingreso, con un coeficiente de Gini de 0,489, en donde el uno es inequidad total y cero refleja la mayor equidad en la distribución del ingreso.

Viendo que las cifras indican que los beneficios del crecimiento económico no se ven reflejados en una real mejora de la calidad de vida de la población más humilde del país, resulta preocupante que el discurso económico de la actual administración, en el camino para la reducción de un déficit fiscal de más de $6.000 millones en el 2024 y siendo coherente con su declaración de Gobierno por y para la empresa privada, ha decidido que para disminuir este déficit no recurrirá al cobro de los casi $8.000 millones que, según el Boletín Estadístico Tributario de la Dirección General de Ingresos del Ministerio de Economía y Finanzas, han dejado de pagar en Impuesto sobre la Renta las personas jurídicas en Panamá sólo en el año 2023, ni mucho menos continuará los casos ante los tribunales tributarios por evasión y defraudación tributaria por decenas de millones de dólares heredados de la anterior administración tributaria.

Por el contrario, recurrirá al camino más fácil y corto que consiste en continuar con la desvinculación de una importante cantidad de servidores públicos, haciendo una copia perversa de acciones parecidas tomadas en otros países y exponiendo con orgullo, cual si fuera un trofeo, esta medida.

Este tipo de medidas trae nuevamente a la palestra el tema de la práctica del economicismo, que busca alcanzar “buenas cifras de crecimiento y de déficit” para beneplácito de instituciones multilaterales o agencias calificadoras de riesgo extranjeras, sin importar las consecuencias colaterales que conllevan a lo interno las medidas que toman para lograrlo.

Por ejemplo, estas personas que se desvinculan, antes de ella, pagaban impuestos al Tesoro Nacional, aportaban a la seguridad social y además tenían capacidad de consumo.

Siendo que la empresa privada no ha dado muestras de su capacidad o interés de realizar inversiones importantes que pudieran absorber buena parte de los servidores desvinculados, el “éxito económico” será efímero o, como diríamos en buen panameño, sería sólo “una llamarada de capullo”, ya que a mediano plazo el incremento del número de desempleados y de informales, acarreará el empeoramiento de las condiciones de vida de la población, agravando los problemas sociales derivados del incremento del desempleo, por lo que, como ha dicho el propio Ministro de Economía y Finanzas, “el remedio será peor que la enfermedad”.

Cualquier medida que se implemente para el mejoramiento de la economía tiene necesariamente que tomar en cuenta que sólo en la medida en que se incluya a todos en la construcción de esta economía, su desempeño será realmente sostenible a largo plazo para beneficio de todos, por lo que todas las medidas económicas que se implementen se tienen que definir y ejecutar como si la gente importara.

Raúl Moreira
Economista
Mientras el Producto Interno Bruto creció en promedio 6,9 % entre 2008 y 2024, la tasa de desempleo aumentó un promedio de 5,7 %”,
*El autor es economistas, expresidente del Colegio de Economistas de Panamá y forma parte del Foro de Economistas de Panamá