Puerto Armuelles, una inversión para la transformación logística y económica
- 09/09/2025 06:32
El muelle tendrá una longitud de 260 metros, sin contar la plataforma, y estará equipado con infraestructura moderna para almacenamiento, transporte de mercancías y desarrollo industrial Hubo un tiempo en que Puerto Armuelles latía con el ritmo de las bananeras. El muelle, corazón palpitante del pueblo, era testigo mudo del incesante ir y venir de barcos, de los sueños y el sudor de los trabajadores. La bonanza de antaño se fue desvaneciendo como una marea que se retira, dejando a su paso el recuerdo de una época dorada. El verde infinito de las plantaciones de banano dio paso a los campos de palma aceitera, reconfigurando el paisaje y la economía. Puerto Armuelles se mantuvo en pie. Es una comunidad forjada en la resiliencia, que se aferra a su historia y está decidida a labrar su propio destino.
La “Ciudad de las Arenas”, como se le conoce a Puerto Armuelles, ha sido históricamente un eje vital en la región occidental de la provincia de Chiriquí, con una profunda conexión con el mar. Su antiguo muelle fue, durante décadas, una de las principales puertas de salida del banano panameño, cultivado en extensas fincas que dieron vida y empleo a toda la zona.
Hoy, ese mismo mar que fue testigo del esplendor de este pueblo protagoniza una nueva etapa de crecimiento. Con la construcción del puerto multipropósito de Puerto Armuelles, la región entra en una nueva fase de transformación logística y económica, proyectándose como un punto estratégico para la conectividad marítima del país y del continente.
La Autoridad Marítima de Panamá (AMP) ha replanteado el proyecto originalmente concebido como un muelle pesquero, transformándolo en un puerto multipropósito, al reconocer que el diseño inicial no respondía a las verdaderas necesidades de Puerto Armuelles. La propuesta original se enfocaba únicamente en actividades pesqueras artesanales, sin considerar el gran potencial logístico, turístico y comercial que ofrece la zona para el desarrollo de una infraestructura más robusta y estratégica.
En blanco y negro Rolando Cuevas, asesor técnico de la AMP, explicó que el complejo generará una inversión aproximada de $21,3 millones en su primera etapa y que actualmente tiene un área de construcción de 5.100 metros. El muelle tendrá una longitud de 260 metros, sin contar la plataforma, y estará equipado con infraestructura moderna para almacenamiento, transporte de mercancías y el desarrollo industrial.
Tras la reformulación del concepto original, que solo podía atender barcos pesqueros de unas 1.200 toneladas, ahora el muelle tendrá la capacidad de recibir buques de entre 30.000 y 40.000 toneladas.
“Queremos atraer pasajeros, porque en todas estas áreas de Centroamérica se da el negocio de minicruceros y creemos que, con los atractivos que tiene la provincia de Chiriquí, pudiéramos muy bien captar ese tipo de embarcaciones a un muelle como el de Puerto Armuelles”, explicó el ingeniero Cuevas.
El proyecto contempla una segunda fase de expansión, actualmente en coordinación con entidades clave como la Autoridad Aeronáutica Civil, el Ministerio de Economía y Finanzas, la Autoridad Nacional de Administración de Tierras y el Municipio de Barú. El objetivo es incorporar entre 35 y 40 hectáreas adicionales, lo que permitirá consolidar un servicio integral como puerto multipropósito, ampliando su capacidad operativa y su impacto regional.
Un océano de posibilidades También está prevista la construcción de una fábrica para la manipulación de soya, un área para la refrigeración de productos marinos, así como la instalación de oficinas institucionales.
El puerto también recibirá carga a granel y permitirá el abastecimiento de aceites y combustibles a través de tuberías especiales. Asimismo, se contará con una pasarela para pasajeros de minicruceros con capacidad para 500 personas.
Harry Quinn, ingeniero petrolero gerente de Grupo QuinnOil y procedente de Puerto Armuelles, expresó que es un hecho que este muelle multipropósito va a crear un impulso económico y social en el área, además de tener un impacto positivo en el desarrollo de la región.
“De hecho, ya hay empresas interesadas en explorar las posibles actividades que se van a llevar a cabo en este muelle multipropósito”, comentó el ingeniero Quinn.
Otro componente del proyecto es la instalación de un nuevo mercado de mariscos en terrenos que serán cedidos por la Autoridad Aeronáutica Civil. Estas tierras formaron parte del antiguo aeropuerto utilizado por la empresa bananera Chiquita Brands International.
La concesión de algunos de estos terrenos también se ofrecerá a clientes privados para el desarrollo de bodegas terminales destinadas al manejo de productos que transitarán por el nuevo recinto portuario.
El progreso es inevitable Los registros históricos confirman que la pujanza económica de Puerto Armuelles estuvo estrechamente ligada a la producción bananera. Con el retiro de esta actividad en 2003, la economía local se vio significativamente afectada.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo, en 2000 el corregimiento de Puerto Armuelles contaba con 22.755 habitantes y para 2023 esta cifra descendió a 12.249, lo que representa una disminución del 46,2 %. Esta reducción refleja un proceso sostenido de migración y pérdida de mano de obra debido a la falta de oportunidades laborales.
Solo con la construcción del muelle, ya se han generado más de 200 puestos directos de trabajo, de los cuales el 83 % es personal local. Esta cifra aumentará cuando se ejecute la segunda fase del muelle multipropósito.
La propuesta también incluye la instalación de instituciones académicas y centros de formación profesional en áreas técnicas como ingeniería, logística e inglés, entre otras disciplinas clave. El objetivo es que las empresas que operen en el puerto puedan contar con personal local altamente capacitado, fortaleciendo el vínculo entre educación, empleo y desarrollo productivo.
Ya se han recibido solicitudes formales de empresas dedicadas a la producción de aceite de palma interesadas en establecer operaciones en el puerto. En Puerto Armuelles operan cuatro plantas extractoras, además de compañías productoras de frutas que han manifestado su intención de utilizar el nuevo puerto. Estas empresas, que actualmente exportan a través de Costa Rica, podrán reducir significativamente sus costos logísticos al contar con un puerto competitivo en territorio nacional.
Un sueño compartido El modelo logístico de Panamá se basa en una de sus mayores ventajas: su posición geográfica estratégica. Desde esa perspectiva, esta esquina del país —Puerto Armuelles— tendrá la capacidad de ofrecer servicios marítimos auxiliares vinculados a diversas actividades económicas, desde el suministro de bienes hasta la importación y exportación de mercancías.
El ingeniero Quinn también resaltó un componente geopolítico clave: la posibilidad de implementar un sistema de cabotaje centroamericano. “Toda obra de ingeniería tiene retos, pero la comunidad tiene que hacer lo suyo. Hay que tener una actitud positiva, pasar la página de un lamentable pasado y darle la oportunidad a la visión del proyecto, que es posiblemente el desarrollo de todo un parque industrial, del cual la comunidad se va a beneficiar”, expresó.
En el proyecto del Ferrocarril Panamá–Chiriquí se contempla la posibilidad de extender su trazado hasta la frontera con Costa Rica, lo que facilitaría una conexión más eficiente entre las regiones interiores y los principales nodos de entrada y salida de mercancías. El recorrido propuesto pasaría a tan solo 30 kilómetros del nuevo puerto en el Pacífico, lo que abre oportunidades para una integración logística de alto impacto.
Las secretarías del tren de Panamá y Costa Rica ya han sostenido conversaciones preliminares, en las que se ha planteado la viabilidad de interconectar ambos sistemas ferroviarios. Entre las propuestas figura la construcción de un ramal que enlace directamente con Puerto Armuelles.
Para José Digeronimo, expresidente de la Cámara Marítima de Panamá, el país debe impulsar el desarrollo regional mediante actividades estratégicas como el cabotaje, considerando que los puertos son elementos fundamentales dentro de esta dinámica.
“El cabotaje es un semillero donde vamos a desarrollar profesionales que nos proyectarán internacionalmente y permitirá amplificar a los armadores locales, que comenzarán ahí sus primeros pasos para expandirse en el mercado”, declaró Digeronimo, quien además agregó: “No somos solamente una bandera: somos también un canal, un centro de servicios marítimos, un centro de bunkering [abastecimiento de combustible], un centro de trasbordos. Pero para poder desarrollar todo eso, necesitamos gente. Y esa gente hay que formarla...”, afirmó.
Puerto Armuelles está recuperando su dignidad. Tras años de silencio, vuelve a latir con fuerza, impulsado por un proyecto que no solo moverá carga, sino esperanzas. Este puerto multipropósito será más que una infraestructura: será un nuevo punto de partida para generaciones que crecieron viendo partir barcos sin saber si alguna vez regresarían. Hoy, la historia cambia de rumbo. El mar vuelve a hablar, y Puerto Armuelles está listo para escucharlo, responderle y crecer con él.
Harry QuinnIngeniero petrolero
gerente de Grupo QuinnOil De hecho, ya hay empresas interesadas en explorar las posibles actividades que se van a llevar a cabo en este muelle multipropósito”.
Hubo un tiempo en que Puerto Armuelles latía con el ritmo de las bananeras. El muelle, corazón palpitante del pueblo, era testigo mudo del incesante ir y venir de barcos, de los sueños y el sudor de los trabajadores. La bonanza de antaño se fue desvaneciendo como una marea que se retira, dejando a su paso el recuerdo de una época dorada. El verde infinito de las plantaciones de banano dio paso a los campos de palma aceitera, reconfigurando el paisaje y la economía. Puerto Armuelles se mantuvo en pie. Es una comunidad forjada en la resiliencia, que se aferra a su historia y está decidida a labrar su propio destino.
La “Ciudad de las Arenas”, como se le conoce a Puerto Armuelles, ha sido históricamente un eje vital en la región occidental de la provincia de Chiriquí, con una profunda conexión con el mar. Su antiguo muelle fue, durante décadas, una de las principales puertas de salida del banano panameño, cultivado en extensas fincas que dieron vida y empleo a toda la zona.
Hoy, ese mismo mar que fue testigo del esplendor de este pueblo protagoniza una nueva etapa de crecimiento. Con la construcción del puerto multipropósito de Puerto Armuelles, la región entra en una nueva fase de transformación logística y económica, proyectándose como un punto estratégico para la conectividad marítima del país y del continente.
La Autoridad Marítima de Panamá (AMP) ha replanteado el proyecto originalmente concebido como un muelle pesquero, transformándolo en un puerto multipropósito, al reconocer que el diseño inicial no respondía a las verdaderas necesidades de Puerto Armuelles. La propuesta original se enfocaba únicamente en actividades pesqueras artesanales, sin considerar el gran potencial logístico, turístico y comercial que ofrece la zona para el desarrollo de una infraestructura más robusta y estratégica.
Rolando Cuevas, asesor técnico de la AMP, explicó que el complejo generará una inversión aproximada de $21,3 millones en su primera etapa y que actualmente tiene un área de construcción de 5.100 metros. El muelle tendrá una longitud de 260 metros, sin contar la plataforma, y estará equipado con infraestructura moderna para almacenamiento, transporte de mercancías y el desarrollo industrial.
Tras la reformulación del concepto original, que solo podía atender barcos pesqueros de unas 1.200 toneladas, ahora el muelle tendrá la capacidad de recibir buques de entre 30.000 y 40.000 toneladas.
“Queremos atraer pasajeros, porque en todas estas áreas de Centroamérica se da el negocio de minicruceros y creemos que, con los atractivos que tiene la provincia de Chiriquí, pudiéramos muy bien captar ese tipo de embarcaciones a un muelle como el de Puerto Armuelles”, explicó el ingeniero Cuevas.
El proyecto contempla una segunda fase de expansión, actualmente en coordinación con entidades clave como la Autoridad Aeronáutica Civil, el Ministerio de Economía y Finanzas, la Autoridad Nacional de Administración de Tierras y el Municipio de Barú. El objetivo es incorporar entre 35 y 40 hectáreas adicionales, lo que permitirá consolidar un servicio integral como puerto multipropósito, ampliando su capacidad operativa y su impacto regional.
También está prevista la construcción de una fábrica para la manipulación de soya, un área para la refrigeración de productos marinos, así como la instalación de oficinas institucionales.
El puerto también recibirá carga a granel y permitirá el abastecimiento de aceites y combustibles a través de tuberías especiales. Asimismo, se contará con una pasarela para pasajeros de minicruceros con capacidad para 500 personas.
Harry Quinn, ingeniero petrolero gerente de Grupo QuinnOil y procedente de Puerto Armuelles, expresó que es un hecho que este muelle multipropósito va a crear un impulso económico y social en el área, además de tener un impacto positivo en el desarrollo de la región.
“De hecho, ya hay empresas interesadas en explorar las posibles actividades que se van a llevar a cabo en este muelle multipropósito”, comentó el ingeniero Quinn.
Otro componente del proyecto es la instalación de un nuevo mercado de mariscos en terrenos que serán cedidos por la Autoridad Aeronáutica Civil. Estas tierras formaron parte del antiguo aeropuerto utilizado por la empresa bananera Chiquita Brands International.
La concesión de algunos de estos terrenos también se ofrecerá a clientes privados para el desarrollo de bodegas terminales destinadas al manejo de productos que transitarán por el nuevo recinto portuario.
Los registros históricos confirman que la pujanza económica de Puerto Armuelles estuvo estrechamente ligada a la producción bananera. Con el retiro de esta actividad en 2003, la economía local se vio significativamente afectada.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo, en 2000 el corregimiento de Puerto Armuelles contaba con 22.755 habitantes y para 2023 esta cifra descendió a 12.249, lo que representa una disminución del 46,2 %. Esta reducción refleja un proceso sostenido de migración y pérdida de mano de obra debido a la falta de oportunidades laborales.
Solo con la construcción del muelle, ya se han generado más de 200 puestos directos de trabajo, de los cuales el 83 % es personal local. Esta cifra aumentará cuando se ejecute la segunda fase del muelle multipropósito.
La propuesta también incluye la instalación de instituciones académicas y centros de formación profesional en áreas técnicas como ingeniería, logística e inglés, entre otras disciplinas clave. El objetivo es que las empresas que operen en el puerto puedan contar con personal local altamente capacitado, fortaleciendo el vínculo entre educación, empleo y desarrollo productivo.
Ya se han recibido solicitudes formales de empresas dedicadas a la producción de aceite de palma interesadas en establecer operaciones en el puerto. En Puerto Armuelles operan cuatro plantas extractoras, además de compañías productoras de frutas que han manifestado su intención de utilizar el nuevo puerto. Estas empresas, que actualmente exportan a través de Costa Rica, podrán reducir significativamente sus costos logísticos al contar con un puerto competitivo en territorio nacional.
El modelo logístico de Panamá se basa en una de sus mayores ventajas: su posición geográfica estratégica. Desde esa perspectiva, esta esquina del país —Puerto Armuelles— tendrá la capacidad de ofrecer servicios marítimos auxiliares vinculados a diversas actividades económicas, desde el suministro de bienes hasta la importación y exportación de mercancías.
El ingeniero Quinn también resaltó un componente geopolítico clave: la posibilidad de implementar un sistema de cabotaje centroamericano. “Toda obra de ingeniería tiene retos, pero la comunidad tiene que hacer lo suyo. Hay que tener una actitud positiva, pasar la página de un lamentable pasado y darle la oportunidad a la visión del proyecto, que es posiblemente el desarrollo de todo un parque industrial, del cual la comunidad se va a beneficiar”, expresó.
En el proyecto del Ferrocarril Panamá–Chiriquí se contempla la posibilidad de extender su trazado hasta la frontera con Costa Rica, lo que facilitaría una conexión más eficiente entre las regiones interiores y los principales nodos de entrada y salida de mercancías. El recorrido propuesto pasaría a tan solo 30 kilómetros del nuevo puerto en el Pacífico, lo que abre oportunidades para una integración logística de alto impacto.
Las secretarías del tren de Panamá y Costa Rica ya han sostenido conversaciones preliminares, en las que se ha planteado la viabilidad de interconectar ambos sistemas ferroviarios. Entre las propuestas figura la construcción de un ramal que enlace directamente con Puerto Armuelles.
Para José Digeronimo, expresidente de la Cámara Marítima de Panamá, el país debe impulsar el desarrollo regional mediante actividades estratégicas como el cabotaje, considerando que los puertos son elementos fundamentales dentro de esta dinámica.
“El cabotaje es un semillero donde vamos a desarrollar profesionales que nos proyectarán internacionalmente y permitirá amplificar a los armadores locales, que comenzarán ahí sus primeros pasos para expandirse en el mercado”, declaró Digeronimo, quien además agregó: “No somos solamente una bandera: somos también un canal, un centro de servicios marítimos, un centro de bunkering [abastecimiento de combustible], un centro de trasbordos. Pero para poder desarrollar todo eso, necesitamos gente. Y esa gente hay que formarla...”, afirmó.
Puerto Armuelles está recuperando su dignidad. Tras años de silencio, vuelve a latir con fuerza, impulsado por un proyecto que no solo moverá carga, sino esperanzas. Este puerto multipropósito será más que una infraestructura: será un nuevo punto de partida para generaciones que crecieron viendo partir barcos sin saber si alguna vez regresarían. Hoy, la historia cambia de rumbo. El mar vuelve a hablar, y Puerto Armuelles está listo para escucharlo, responderle y crecer con él.
gerente de Grupo QuinnOil