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Aumentan las muertes en centros de ICE mientras Trump inaugura polémica cárcel migratoria en los Everglades

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, visitan el centro de detención de migrantes, conocido como “Alligator Alcatraz”. AFP
  • 02/07/2025 15:09

Cinco migrantes han muerto este año en centros de detención en Florida, donde el mandatario republicano abrió un nuevo centro rodeado de críticas por condiciones y ubicación

En medio de una creciente polémica por las condiciones en los centros de detención migratoria, este martes fue inaugurada una nueva cárcel del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en los Everglades, Florida. El centro, apodado Alligator Alcatraz, fue presentado por el presidente Donald Trump, quien calificó las instalaciones como “hermosas” durante su visita oficial.

La apertura coincide con un preocupante balance: once migrantes han muerto bajo custodia del ICE en lo que va de 2025. De esas muertes, cinco ocurrieron en Florida, una cifra que refuerza las denuncias de organizaciones humanitarias sobre el deterioro de las condiciones dentro de estos recintos.

Uno de los casos más recientes es el del cubano Isidro Pérez, de 75 años, quien falleció el pasado 26 de junio tras pasar tres semanas detenido en el centro de Krome, en Miami. “La causa de muerte está aún bajo investigación”, informó ICE en un comunicado. La agencia detalló que Pérez fue ingresado el 6 de junio a la Unidad de Atención Médica del centro, con múltiples condiciones de salud. El día 26, a las 7:00 p.m., informó que sentía dolores en el pecho, fue trasladado al hospital y murió a las 8:42 p.m.

Ante preguntas de la prensa sobre el fallecimiento, el zar de la frontera, Tom Homan, respondió: “La gente muere bajo custodia del ICE, la gente muere en cárceles del condado, la gente muere en prisiones estatales”. Aseguró además que el sistema ofrece atención de calidad: “Tenemos los estándares más altos en la industria de la detención, a un costo muy alto para los contribuyentes”.

Tres días antes, el 23 de junio, otro migrante murió bajo custodia. Se trata del canadiense Johnny Noviello, de 49 años, hallado sin vida en una prisión federal de Miami adaptada como centro migratorio desde febrero. Noviello residía legalmente en EE.UU. desde 1991 y había sido detenido por ICE el 15 de mayo, luego de presentarse voluntariamente ante el Departamento de Correcciones de Florida. Familiares informaron que padecía epilepsia y recibía medicación anticonvulsiva. Al igual que en el caso de Pérez, la causa de su muerte no ha sido confirmada y ambos casos aún no aparecen en el registro público de fallecimientos del ICE, actualizado hasta principios de mayo.

Entre enero y abril, otras tres muertes fueron reportadas en instalaciones del ICE en Florida. Marie Angie Blaise, haitiana de 44 años, falleció el 25 de abril en el centro de Broward tras reportar dolor en el pecho. En Krome, dos personas murieron “por causas naturales”, según informes forenses.

Desde el inicio del segundo mandato de Trump, diversas organizaciones civiles han denunciado el agravamiento de las condiciones de detención y reportan sobrepoblación en varios centros, algunos de ellos con hasta 17% más detenidos de lo permitido. Estas denuncias han sido desestimadas por el congresista republicano Carlos Giménez, quien recientemente inspeccionó Krome. “No vi hacinamiento ni condiciones sanitarias deplorables”, afirmó.

Giménez también expresó respaldo al nuevo centro inaugurado en los Everglades, impulsado por el gobernador Ron DeSantis. Alligator Alcatraz, construido sobre el antiguo aeropuerto Dade-Colier, cuenta con capacidad para 5,000 camas, a un costo diario de 245 dólares por detenido. “No será inhumano de ninguna manera. La gente piensa que esto fue construido en el medio de los Everglades (...) y está en el medio de los Everglades, pero en un área mejorada que fue antes un aeropuerto (...) Estoy seguro de que estas instalaciones estarán muy bien”, sostuvo.

Durante su intervención en el acto inaugural, Trump ironizó sobre la ubicación del centro y los riesgos que implicaría fugarse. “Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si se escapan”. Y agregó: “No corran en línea recta. Corran así”, haciendo un gesto con las manos en zigzag.

El nuevo centro abre sus puertas bajo el escrutinio de la opinión pública, en un contexto de endurecimiento de la política migratoria, con cifras de muertes en aumento y múltiples interrogantes sobre el trato a los migrantes detenidos en territorio estadounidense.