El expresidente brasileño Jair Bolsonaro habla con la prensa tras serle implantado un dispositivo de monitoreo electrónico en Brasilia el 18 de julio de 2025.
AFP
La Corte Suprema de Brasil activó medidas cautelares contra Bolsonaro, incluyendo vigilancia permanente, restricciones diplomáticas y veto a redes sociales, por obstrucción y coacción judicial
La justicia de Brasil intensificó sus medidas contra el expresidente Jair Bolsonaro, al imponerle una tobillera electrónica por sospechas de fuga y obstrucción judicial. Este viernes 18 de julio, agentes de la Policía Federal llegaron a su residencia en Brasilia, en el marco de la investigación por su presunta participación en un intento de golpe de Estado contra el mandatario actual, Luiz Inácio Lula da Silva. El exmandatario podría enfrentar más de 40 años de prisión si es hallado culpable, mientras crecen las tensiones institucionales y las acusaciones de ataques a la soberanía nacional.
Bolsonaro está siendo procesado por su papel en el intento de subvertir el orden democrático en Brasil tras su salida del poder. Las autoridades sospechan que el exgobernante aún podría solicitar asilo político, como ocurrió cuando pasó dos noches en la embajada de Hungría en febrero de 2023, tras la confiscación de su pasaporte.
La medida llegó justo después de que el presidente estadounidense Donald Trump emitiera una carta pidiendo frenar el proceso judicial:
En declaraciones a la prensa, Bolsonaro rechazó las acusaciones y calificó la medida como un agravio:
“La sospecha (de fuga) es una exageración, soy un expresidente de la República, tengo 70 años de edad. Suprema humillación”.
No obstante, evitó responder si cumplirá las restricciones impuestas: deberá permanecer en su domicilio desde las 7:00 p.m. hasta las 7:00 a.m., tiene prohibido usar redes sociales, reunirse con embajadores o acercarse a sedes diplomáticas, y tampoco podrá comunicarse con su hijo Eduardo Bolsonaro, actualmente en Estados Unidos, quien según los investigadores sería el operador de una red de presión internacional.
Un fiscal solicitó el martes al Tribunal Supremo de Brasil que declarara culpable a Bolsonaro de conspirar para un golpe de Estado, en los alegatos finales tras un juicio en el que el presidente estadounidense Donald Trump intentó intervenir a favor de su aliado de derecha.
Durante el registro, se incautaron 14.000 dólares, 8.000 reales y un pendrive oculto en el baño, cuyo contenido está en análisis. También hallaron una copia de la demanda presentada por la plataforma de videos Rumble contra el juez Moraes, acusándolo de censura por eliminar cuentas afines al bolsonarismo.
Las autoridades sostienen que el expresidente financió acciones contra la institucionalidad democrática. La remesa de dos millones de reales enviados por Bolsonaro a su hijo en EE.UU. ha sido considerada una prueba clave. Según el fallo judicial, estas maniobras configuran delitos de coacción, obstrucción de la justicia y atentado contra la soberanía, con penas acumulables de hasta 20 años.
La posibilidad de fuga cobró fuerza tras la reciente desaparición de Carla Zambelli, diputada bolsonarista condenada a 10 años y ahora buscada por Interpol tras huir a Italia.