Colombia será sede esta semana de la primera cumbre ministerial del Grupo de La Haya, que busca coordinar acciones legales y diplomáticas contra la ofensiva israelí en Gaza. El encuentro, respaldado por más de 30 países, impulsará medidas como bloquear exportaciones militares y cumplir órdenes de arresto del Tribunal Penal Internacional.
AFP
Bogotá será sede de una reunión clave del Grupo de La Haya. Delegaciones de 30 países discutirán cómo frenar violaciones a normas humanitarias y proteger a civiles palestinos
Colombia será sede, los días 15 y 16 de julio, de la primera cumbre ministerial de emergencia del Grupo de La Haya, una coalición de ocho países que exige el fin de los ataques israelíes en Gaza y el arresto del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El evento, que reunirá a delegaciones de más de 30 países, tiene como objetivo establecer medidas diplomáticas, jurídicas y económicas concretas frente a lo que los miembros califican como una “masacre sistemática”.
Según informó el diario El País, el bloque está compuesto por Colombia, Bolivia, Cuba, Honduras, Malasia, Namibia, Senegal y Sudáfrica. Fue constituido en enero pasado en la ciudad holandesa de La Haya, con el compromiso de impulsar acciones contra las violaciones al derecho internacional por parte de Israel.
Entre las prioridades que se discutirán en Bogotá figuran tres puntos: acatar las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant; evitar que barcos asociados al sector armamentista israelí atraquen en puertos de los países firmantes; y bloquear exportaciones que alimentan el conflicto bélico.
Mauricio Jaramillo, viceministro de Asuntos Multilaterales de Colombia, explicó que la cita busca traducir las condenas verbales en acciones efectivas. “Queremos pasar del discurso a medidas concretas que detengan el genocidio en Gaza. También es un mensaje firme a favor del sistema multilateral y del derecho internacional”, declaró a El País.
Petro ha expresado su apoyo a Palestina desde el inicio del genocidio. “Cuando muera Gaza, morirá la humanidad”, dijo.
El Gobierno de Gustavo Petro ha sido uno de los más críticos a nivel global frente a la ofensiva israelí. En una columna publicada en The Guardian, el mandatario afirmó que su administración tiene el deber de enfrentar al gobierno de Netanyahu y exigir que ningún Estado actúe por fuera de la legalidad. En mayo, Colombia rompió relaciones diplomáticas con Israel y en junio nombró su primer embajador ante el Estado de Palestina.
“Cuando muera Gaza, morirá la humanidad”, dijo Petro ante la Asamblea General de la ONU en septiembre del año pasado. Las declaraciones han generado tensiones diplomáticas, incluyendo acusaciones de antisemitismo por parte del primer ministro israelí.
Sudáfrica, que copreside la cumbre, ya llevó al Estado israelí ante la Corte Internacional de Justicia en 2023 por supuesta conducta genocida. Aunque se han emitido medidas cautelares, estas no han detenido las operaciones militares en Gaza, donde ya se contabilizan más de 58.000 fallecidos, según el Ministerio de Salud gazatí.
El encuentro contará con invitados de alto perfil, entre ellos Francesca Albanese, relatora de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, quien ha denunciado abiertamente crímenes de lesa humanidad cometidos por Israel.
“Israel comete crímenes como respira”, afirmó recientemente en una entrevista con El País. Por estas declaraciones, ha sido sancionada por el Gobierno de Estados Unidos, que le retiró la visa y bloqueó sus activos.
Thunberg se dirigía a Gaza en la Flotilla de la Libertad cuando junto con la demás tripulación fue interceptada por soldados israelís.
También asistirán figuras como Riyad Mansour, embajador palestino ante Naciones Unidas; el doctor Thaer Ahmed, quien alertó a la Casa Blanca sobre el colapso sanitario en Gaza; y Rima Hassan, eurodiputada de origen palestino, reconocida por su activismo junto a la Flotilla de la Libertad y Greta Thunberg.
Aunque la cumbre ha sido respaldada por varios países y organismos multilaterales, también ha recibido críticas. Marcos Peckel, portavoz de la comunidad judía en Colombia, rechazó su realización y la tildó de “iniciativa sin futuro que busca demonizar a la única democracia de Medio Oriente”.
A pesar de estas posturas, el Gobierno colombiano ve en esta conferencia una oportunidad crucial para consolidar liderazgos del Sur Global y construir una agenda de acción en defensa del derecho internacional. “Seamos protagonistas juntos”, invitó Petro en la antesala de la cumbre, que podría marcar un antes y un después en la diplomacia global frente al conflicto palestino-israelí.