El expresidente y su círculo enfrentan cargos graves tras intentar impedir la llegada de Lula al poder. El juicio podría resolverse en septiembre
La Fiscalía de Brasil ha solicitado formalmente una condena de cárcel contra el expresidente Jair Bolsonaropor liderar una conspiración para evitar el ascenso de Luiz Inácio Lula da Silva al poder tras las elecciones de 2022. Según El País, el fiscal general Paulo Gonet presentó este lunes el escrito final en el que respalda sin cambios la denuncia inicial presentada en febrero, concluyendo que Bolsonaro encabezó la trama para desconocer los resultados democráticos.
La acusación detalla cinco delitos: intento de abolir por la fuerza el Estado de derecho, organización criminal armada, golpe de Estado, daños al patrimonio público y deterioro de bienes protegidos. Las penas máximas podrían superar los 43 años de prisión. Para Gonet, el expresidente “generó de forma consciente un ambiente propicio a la violencia y al golpe”, utilizando recursos estatales para fomentar la radicalización.
El expediente también involucra a siete excolaboradores de alto rango, incluidos exministros y mandos militares cercanos al expresidente. Entre ellos destacan el excomandante de la Marina, Almir Garnier; el exministro de Justicia, Anderson Torres; y el general Walter Braga Netto, exjefe de Gabinete y exministro de Defensa, quien actualmente se encuentra detenido por presunta obstrucción a la justicia.
Lula da Silva, habla durante una reunión con gobernadores en el Palacio de Planalto en Brasilia, un día después de que partidarios del expresidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, invadieran el Congreso, el palacio presidencial y la Corte Suprema.
Una figura clave es Mauro Cid, exayudante personal de Bolsonaro, cuyo testimonio fue determinante. A pesar de su colaboración mediante un acuerdo judicial, el fiscal considera que omitió información relevante y solicita que se le imponga un tercio de la condena prevista.
La investigación reveló que el plan contemplaba incluso el asesinato del presidente Lula, del vicepresidente Geraldo Alckmin y del magistrado Alexandre de Moraes, quien lidera el caso. La intentona golpista no prosperó gracias a la negativa de sectores militares a participar en la maniobra. No obstante, el 8 de enero de 2023, miles de seguidores radicales de Bolsonaro irrumpieron en edificios públicos en Brasilia, desencadenando una oleada de condenas judiciales.
Para la Fiscalía, esa jornada se convirtió en un punto de no retorno. “Tal vez no era el objetivo principal, pero pasó a ser deseado e incentivado cuando se volvió la última opción disponible”, señala el documento, que respalda sus alegaciones con grabaciones, documentos manuscritos y archivos digitales obtenidos de los propios acusados.
El proceso entra ahora en su fase final. Los implicados tienen plazo para presentar alegatos, y se prevé que el juicio quede visto para sentencia en septiembre, según los tiempos estimados del Supremo Tribunal Federal.
Trump ha expresado su apoyo a Bolsonaro y alega que el exmandatario es víctima de una “caza de brujas”.
La solicitud de condena llega pocos días después de que Donald Trump amenazara con imponer aranceles del 50% a exportaciones brasileñas, alegando que Bolsonaro es víctima de una “caza de brujas”. Su hijo, Eduardo Bolsonaro, instalado en Estados Unidos, presiona por una amnistía y ha insinuado posibles sanciones contra el juez Moraes.
Pese a estas maniobras, el proceso judicial sigue su curso. Bolsonaro, que ya fue inhabilitado electoralmente hasta 2030 por abuso de poder durante la campaña, enfrenta ahora una causa que podría dejarlo definitivamente fuera del panorama político.
Mientras tanto, Tarcísio de Freitas, gobernador de São Paulo, aparece como posible sucesor dentro de la derecha. Su intento de negociar con EE. UU. para evitar los aranceles provocó roces con el bolsonarismo más duro. Eduardo Bolsonaro incluso lo acusó de “ingenuo” por intentar establecer contactos con diplomáticos estadounidenses y por borrar de sus redes una foto con la gorra de MAGA, el eslogan de Donald Trump.