Marco Rubio llega a México con agenda marcada por fentanilo, seguridad y amenaza de aranceles de Trump
- 03/09/2025 11:56
Rubio arriba a Ciudad de México en medio de tensiones bilaterales: Washington presiona para frenar al narcotráfico mientras Trump amenaza con aranceles y medidas comerciales punitivas El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, inició este martes su primera visita oficial a México con una prioridad clara: el combate al tráfico de fentanilo, tema que domina la relación bilateral y condiciona el resto de las negociaciones.
Rubio se reunirá con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y con altos funcionarios de su gabinete de seguridad para discutir un nuevo acuerdo de cooperación, mientras la sombra de la guerra comercial sigue presente tras las amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas si no se cumplen sus exigencias.
Sheinbaum insiste en respeto a la soberanía La mandataria mexicana ha reiterado que cualquier pacto con Washington debe basarse en la responsabilidad compartida, la confianza mutua y el respeto a la soberanía, descartando operaciones militares unilaterales de Estados Unidos dentro del territorio mexicano.
Trump, sin embargo, ha ofrecido en reiteradas ocasiones enviar tropas estadounidenses para enfrentar a los carteles. Además, en febrero incluyó a varios grupos criminales mexicanos en la lista de organizaciones terroristas, endureciendo el tono de la relación.
Aranceles como arma de presión Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Donald Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de presión contra México. Aunque el gobierno de Sheinbaum logró retrasar temporalmente algunas de estas medidas, la amenaza persiste y podría impactar a un país que destina 80 % de sus exportaciones a Estados Unidos.
Raúl Benítez Manaut, investigador de la UNAM, advirtió que Trump “mezcla todos los temas”: seguridad, comercio y migración, cambiando la lógica tradicional de las negociaciones bilaterales.
El trasfondo del narcotráfico y la cooperación En este contexto, la DEA ha intensificado operativos contra el fentanilo en territorio mexicano, mientras que México ha respondido con extradiciones clave, como la de Rafael Caro Quintero, símbolo para Estados Unidos por el asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
No obstante, expertos como Erubiel Tirado advierten que esta estrategia representa un nivel de subordinación inédita a las políticas estadounidenses, con operativos más agresivos contra laboratorios, decomisos de precursores químicos y detenciones cuestionadas de líderes del narcotráfico.
Críticas al enfoque de Washington Analistas como Catalina Pérez Correa sostienen que Estados Unidos evita asumir su corresponsabilidad:
“Se exige detener la producción de drogas en México, pero toda la droga cruza fronteras estadounidenses sin que sus autoridades lo impidan”, afirmó a El País.
Rubio, por su parte, ha descrito su misión como un esfuerzo por lograr “medidas rápidas y decisivas para desmantelar los carteles, frenar el tráfico de fentanilo, reducir la inmigración ilegal y contrarrestar actores malignos externos”.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, inició este martes su primera visita oficial a México con una prioridad clara: el combate al tráfico de fentanilo, tema que domina la relación bilateral y condiciona el resto de las negociaciones.
Rubio se reunirá con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y con altos funcionarios de su gabinete de seguridad para discutir un nuevo acuerdo de cooperación, mientras la sombra de la guerra comercial sigue presente tras las amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas si no se cumplen sus exigencias.
La mandataria mexicana ha reiterado que cualquier pacto con Washington debe basarse en la responsabilidad compartida, la confianza mutua y el respeto a la soberanía, descartando operaciones militares unilaterales de Estados Unidos dentro del territorio mexicano.
Trump, sin embargo, ha ofrecido en reiteradas ocasiones enviar tropas estadounidenses para enfrentar a los carteles. Además, en febrero incluyó a varios grupos criminales mexicanos en la lista de organizaciones terroristas, endureciendo el tono de la relación.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Donald Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de presión contra México. Aunque el gobierno de Sheinbaum logró retrasar temporalmente algunas de estas medidas, la amenaza persiste y podría impactar a un país que destina 80 % de sus exportaciones a Estados Unidos.
Raúl Benítez Manaut, investigador de la UNAM, advirtió que Trump “mezcla todos los temas”: seguridad, comercio y migración, cambiando la lógica tradicional de las negociaciones bilaterales.
En este contexto, la DEA ha intensificado operativos contra el fentanilo en territorio mexicano, mientras que México ha respondido con extradiciones clave, como la de Rafael Caro Quintero, símbolo para Estados Unidos por el asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
No obstante, expertos como Erubiel Tirado advierten que esta estrategia representa un nivel de subordinación inédita a las políticas estadounidenses, con operativos más agresivos contra laboratorios, decomisos de precursores químicos y detenciones cuestionadas de líderes del narcotráfico.
Analistas como Catalina Pérez Correa sostienen que Estados Unidos evita asumir su corresponsabilidad:
“Se exige detener la producción de drogas en México, pero toda la droga cruza fronteras estadounidenses sin que sus autoridades lo impidan”, afirmó a El País.
Rubio, por su parte, ha descrito su misión como un esfuerzo por lograr “medidas rápidas y decisivas para desmantelar los carteles, frenar el tráfico de fentanilo, reducir la inmigración ilegal y contrarrestar actores malignos externos”.