ONU declara hambruna en Gaza en medio de tensiones con Israel
- 23/08/2025 00:00
Organización internacional confirma crisis alimentaria que afecta a medio millón de palestinos, mientras Israel rechaza informe, acusa manipulación de datos y advierte con intensificar ofensiva militar La Organización de Naciones Unidas (ONU) confirmó este jueves que la Franja de Gaza atraviesa una hambruna, tras meses de advertencias sobre la inminencia de una crisis alimentaria en el territorio devastado por el genocidio.
Según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), con sede en Roma, más de 500.000 personas viven en condiciones catastróficas, el nivel más grave de inseguridad alimentaria, caracterizado por el hambre masiva y el riesgo de muerte. El informe también anticipa que la hambruna se expandirá a las zonas de Deir al Balah y Jan Yunis antes de septiembre, alcanzando cerca de dos tercios de la Franja de Gaza, donde sobreviven hacinados más de dos millones de palestinos en apenas 365 km².
El anuncio provocó una inmediata respuesta del Gobierno israelí, que rechazó el informe. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel calificó de “falsas” las conclusiones y negó que exista hambruna en el enclave.
“Esta situación pudo haberse evitado sin la obstrucción sistemática de Israel”, señaló en Ginebra Tom Fletcher, director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, al acusar a las autoridades israelíes de bloquear el ingreso de ayuda humanitaria.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró que “usar el hambre como arma de guerra constituye un crimen de lesa humanidad”.
Reacciones políticas y tensiones crecientes El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes aún en poder de Hamás y la apertura total de corredores humanitarios. “No podemos permitir que esta situación continúe con total impunidad”, advirtió.
Mientras tanto, en el terreno político y militar, las tensiones se intensificaron. El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, prometió destruir la Ciudad de Gaza, la mayor urbe del enclave, si Hamás no se desarma y libera a los cautivos. “Pronto se abrirán las puertas del infierno sobre las cabezas de los asesinos de Hamás”, escribió en la red X, advirtiendo que Gaza podría convertirse en “otra Rafah o Beit Hanun”, ciudades arrasadas durante la ofensiva israelí.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, por su parte, autorizó “negociaciones inmediatas” para la liberación de los rehenes, aunque reiteró que cualquier acuerdo debe incluir la entrega simultánea de todos los cautivos.
Hamás, en cambio, aceptó un proyecto de tregua de 60 días que prevé liberar a los prisioneros en dos etapas, a cambio de la excarcelación de centenares de palestinos.
El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, se alineó con la postura israelí y sostuvo que “los que realmente sufren hambre son los rehenes secuestrados por Hamás”.
Israel rechaza informe y acusa manipulación En un comunicado, la Embajada de Israel en Panamá en respuesta a la ONU aseguró que el informe de la IPC está “fabricado” para favorecer la narrativa de Hamás.
Según el Gobierno israelí, el organismo “redujo arbitrariamente sus estándares”, pasando del umbral del 30% al 15% de la población afectada, e ignoró el criterio de mortalidad, con el fin de culpar al Estado hebreo.
“No hay hambruna en Gaza. Más de 100.000 camiones con alimentos y suministros han ingresado desde el inicio del genocidio, provocando incluso una baja de precios en los mercados locales”, indicó la nota diplomática, que acusó a la ONU de difundir propaganda de Hamás.
Una crisis humanitaria sin precedentes Periodistas de la AFP han documentado la desesperación diaria de familias palestinas que se abalanzan sobre camiones de ayuda, implorando por granos y productos básicos. “Esta hambruna nos atormentará a todos”, concluyó Fletcher, en alusión a la responsabilidad internacional frente a la crisis.
Desde el inicio del genocidio, el 7 de octubre de 2023, cuando un ataque de Hamás causó la muerte de más de 1.200 personas en Israel, las represalias han dejado más de 62.000 palestinos fallecidos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, considerados fiables por la ONU.
La movilización de 60.000 reservistas israelíes para reforzar la ofensiva sobre la Ciudad de Gaza muestra que el conflicto no cede, mientras la población palestina enfrenta hambre, desplazamiento y muerte en una de las crisis humanitarias más graves de las últimas décadas.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) confirmó este jueves que la Franja de Gaza atraviesa una hambruna, tras meses de advertencias sobre la inminencia de una crisis alimentaria en el territorio devastado por el genocidio.
Según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), con sede en Roma, más de 500.000 personas viven en condiciones catastróficas, el nivel más grave de inseguridad alimentaria, caracterizado por el hambre masiva y el riesgo de muerte. El informe también anticipa que la hambruna se expandirá a las zonas de Deir al Balah y Jan Yunis antes de septiembre, alcanzando cerca de dos tercios de la Franja de Gaza, donde sobreviven hacinados más de dos millones de palestinos en apenas 365 km².
El anuncio provocó una inmediata respuesta del Gobierno israelí, que rechazó el informe. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel calificó de “falsas” las conclusiones y negó que exista hambruna en el enclave.
“Esta situación pudo haberse evitado sin la obstrucción sistemática de Israel”, señaló en Ginebra Tom Fletcher, director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, al acusar a las autoridades israelíes de bloquear el ingreso de ayuda humanitaria.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró que “usar el hambre como arma de guerra constituye un crimen de lesa humanidad”.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes aún en poder de Hamás y la apertura total de corredores humanitarios. “No podemos permitir que esta situación continúe con total impunidad”, advirtió.
Mientras tanto, en el terreno político y militar, las tensiones se intensificaron. El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, prometió destruir la Ciudad de Gaza, la mayor urbe del enclave, si Hamás no se desarma y libera a los cautivos. “Pronto se abrirán las puertas del infierno sobre las cabezas de los asesinos de Hamás”, escribió en la red X, advirtiendo que Gaza podría convertirse en “otra Rafah o Beit Hanun”, ciudades arrasadas durante la ofensiva israelí.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, por su parte, autorizó “negociaciones inmediatas” para la liberación de los rehenes, aunque reiteró que cualquier acuerdo debe incluir la entrega simultánea de todos los cautivos.
Hamás, en cambio, aceptó un proyecto de tregua de 60 días que prevé liberar a los prisioneros en dos etapas, a cambio de la excarcelación de centenares de palestinos.
El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, se alineó con la postura israelí y sostuvo que “los que realmente sufren hambre son los rehenes secuestrados por Hamás”.
En un comunicado, la Embajada de Israel en Panamá en respuesta a la ONU aseguró que el informe de la IPC está “fabricado” para favorecer la narrativa de Hamás.
Según el Gobierno israelí, el organismo “redujo arbitrariamente sus estándares”, pasando del umbral del 30% al 15% de la población afectada, e ignoró el criterio de mortalidad, con el fin de culpar al Estado hebreo.
“No hay hambruna en Gaza. Más de 100.000 camiones con alimentos y suministros han ingresado desde el inicio del genocidio, provocando incluso una baja de precios en los mercados locales”, indicó la nota diplomática, que acusó a la ONU de difundir propaganda de Hamás.
Periodistas de la AFP han documentado la desesperación diaria de familias palestinas que se abalanzan sobre camiones de ayuda, implorando por granos y productos básicos. “Esta hambruna nos atormentará a todos”, concluyó Fletcher, en alusión a la responsabilidad internacional frente a la crisis.
Desde el inicio del genocidio, el 7 de octubre de 2023, cuando un ataque de Hamás causó la muerte de más de 1.200 personas en Israel, las represalias han dejado más de 62.000 palestinos fallecidos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, considerados fiables por la ONU.
La movilización de 60.000 reservistas israelíes para reforzar la ofensiva sobre la Ciudad de Gaza muestra que el conflicto no cede, mientras la población palestina enfrenta hambre, desplazamiento y muerte en una de las crisis humanitarias más graves de las últimas décadas.