Defensa de los derechos fundamentales de la clase obrera
- 10/10/2025 00:00
La huelga, un derecho laboral que el gobierno de Mulino quiere conculcar. El Gobierno de Panamá fue el único que rechazó de manera absoluta en diversas instancias el derecho a huelga violando la libertad sindical y violentando la Constitución Política de Panamá que reconoce que el país “... acata las normas del Derecho Internacional... Se reconoce el derecho de huelga”. En el Código de Trabajo y la Ley de Carrera Administrativa se regula el derecho a huelga consagrado en el artículo 69 de la Constitución.
En el marco de las audiencias en la Corte Internacional de Justicia sobre el Derecho a Huelga (Convenio 87 de la OIT, ratificado por Panamá en 1948), realizadas en el Palacio de la Paz, en La Haya, Panamá, representado por el canciller y la ministra de Trabajo, sin argumentos y con el silencio de la ministra, colocaron al país en el reducidísimo grupo de 3 países que se opusieron a este derecho. Un gobierno que nos coloca en un proceso de involución en materia de derechos humanos, laborales y sindicales.
Panamá está en el listado de la OIT de los 25 países mayores violadores de los derechos laborales y la libertad sindical. Este accionar ha llevado a que diversas instancias internacionales se solidaricen con las organizaciones sindicales, en especial con el Suntracs y demanden del gobierno panameño un compromiso serio de cumplimiento de pactos y acuerdos internacionales, de los cuales Panamá es signataria. El derecho a huelga está ligado a la Revolución Industrial (1789), cuando los trabajadores organizados comenzaron a exigir derechos laborales dada las condiciones de sobreexplotación por parte de los empresarios. El movimiento sindical fue clave en la lucha por la legalización de la huelga como un derecho fundamental para la defensa de intereses económicos y sociales. El derecho a huelga fue reconocido en el marco normativo internacional de la OIT, que lo considera un medio legítimo para que los trabajadores defiendan sus intereses. La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) también lo respalda al establecer la libertad de asociación, que incluye la huelga. La huelga está asociada a la demanda de mejores condiciones de trabajo, al desarrollo del movimiento sindical y a la expansión del sindicalismo internacional y, en general, a la lucha de clases.
El derecho a huelga se reconoció por primera vez en 1864 en Inglaterra y, con los años, se consolidó como un derecho fundamental en distintas constituciones. En Panamá fue reconocido en la Constitución de 1946, que consagró las garantías sociales y el derecho de huelga tras la agitación popular de la posguerra, el cual fue posteriormente desarrollado y regulado por el Código de Trabajo de 1948 y sus modificaciones.
El 28 de diciembre de 1924 se constituyó el Sindicato General de Trabajadores. Dentro de él se constituyó la Liga de Inquilinos y Subsistencia. Entre el 10, 11 y 12 de octubre de 1925, en la lucha inquilinaria, se produjo una fuerte represión contra la clase obrera. El Gobierno de Panamá invoca el vergonzoso artículo 136 de la Constitución que le otorgaba a EE.UU. el derecho a intervenir militarmente en nuestro territorio, quien envía sus tropas a atropellar nuestro humilde pueblo trabajador con el contubernio de la clase oligárquica. Eliminar el derecho a huelga está en la mira de la patronal y las políticas neoliberales desde hace décadas. Este derecho junto con el derecho a la negociación colectiva son los instrumentos más importantes con la que cuentan los obreros para defenderse de los abusos patronales. El gobierno también va contra el derecho a negociación colectiva, la ministra de trabajo quiere impedir la negociación directa del convenio colectivo Capac-Suntracs, derecho amparado por la ley y los propios acuerdos laborales. Quieren negociación con sindicatos amarillos cuyos antecedentes es la entrega de las reivindicaciones de los obreros, incluyendo el pactar reducción de los salarios. Sin duda el Gobierno no respeta ni cumple las normas nacionales ni los pactos internacionales, ejercen violencia institucional violentando derechos laborales y sindicales. El Suntracs continúa en lucha y resistencia activa. Defenderemos el derecho a huelga y a negociación colectiva.