Las lecciones del poder (6)
- 13/10/2025 00:00
“El Jefe de Estado debe, tomando en cuenta las consecuencias de sus decisiones...dar prueba de infinita sabiduría y a veces de una indispensable audacia [...]” (François Hollande-Las lecciones del Poder).
Los acontecimientos políticos que ha vivido Francia recientemente, como consecuencia de la crisis de gobierno, me permite afirmar que las reflexiones de François Hollande como predecesor del actual presidente Emmanuel Macron, cobran particular vigencia.
No en vano, tal como expuse en mi último artículo sobre su libro, Hollande afirmó: “La política es un arte de ejecución. Las mejores designaciones chocan con la lentitud, la torpeza, los hábitos y las resistencias [...]”.
Entre sus variadas notas políticas sobre política, afirma que: “La política es, ante todo, un arte de la síntesis. Ella consiste en reunir alrededor de una idea, de un programa, dentro de un partido o de un país, un equipo para poner en obra un proyecto político. Aquel que no haya comprendido eso no puede actuar en esa obra. Aquel que divide sin cese, que se opone siempre [...] no gobierna jamás”.
Acto seguido afirma: “Pero la síntesis comprende también el deber de ruptura, como una medalla con dos caras. Ella implica el respeto de las reglas, la coherencia de la acción, la aceptación de necesidades crueles del gobierno. Ella reúne a aquellos que aceptan el contrato común, excluye a aquellos que no lo hacen. Síntesis y ruptura son el anverso y reverso de la misma realidad: el ejercicio del poder en una democracia [...]. Hay rupturas que hay que saber hacer y otras que es más sabio evitarlas antes que provoquen cismas”.
Sin embargo, hace énfasis en que: “La amistad no ocupa lugar en las rupturas. Así como tampoco ha de justificar los nombramientos, como tampoco intervenir en las separaciones. La cohesión y la eficacia son a ese precio. Los desacuerdos pueden expresarse en la reuniones de arbitraje pero no sabrán cambiarse en disidencia, salvo para provocar la ruptura. Así como también el debate es necesario en el seno de un equipo y de una mayoría, así la división es una herida que no deja de sangrar y que se vuelve mortal”.
“El precio de la ruptura es elevado. Provoca un estrechamiento político e infringe una herida a los protagonistas. Pero el precio de la incoherencia es todavía peor. La discordia exhibida públicamente destruye la calidad de lectura de toda la acción gubernamental y arruina la credibilidad del Estado y de su jefe”.
François Hollande -de manera clara- nos deja saber con su extraordinario aporte de Lecciones del Poder, que los hechos y las realidades, siempre terminan apelando a la razón, más que al candor o a la ingenuidad de lo cotidiano.