Un cirio de otro entierro
- 12/10/2025 00:00
En aquel festín de la Casa Blanca de Estados Unidos de América (EUA), celebrado el 20 de enero del presente año 2025, inauguración oficial del segundo período presidencial de Donald J. Trump, nuestro país fue tocado por la mano del jefe de los demonios; Trump en el discurso de su primer día como presidente, cinco veces se refirió a Panamá afirmando que EUA tiene derecho a recuperar el Canal de Panamá porque en su construcción murieron treinta y ocho mil norteamericanos.
Oportunista falsedad, otra mentirita como tantas que diariamente afloran del reducido intelecto del personaje norteamericano que invariablemente miente cuando le conviene ilustrar alguna de sus peroratas. En los diez años de construcción del Canal, como inevitable consecuencia de enfermedades y accidentes fallecieron unos 58 nacionales de EUA. Miles de trabajadores en las obras de construcción del Canal de Panamá eran nativos de islas caribeñas como Barbados y Jamaica. Trump olvidó mencionar que los norteamericanos por 85 años, desde 1914 hasta 1999, a su antojo manejaron nuestro canal y con el peaje de los barcos que navegaban por el Canal de Panamá ganaron miles de veces lo que costó la construcción de esta magna obra. En la misma y pasada noche de posesión presidencial Trump afirmó que el ex- presidente de EUA Jimmy Carter por un dólar nos regaló el Canal.
Grave mentira de un iletrado que desconoce o pretende olvidar el Tratado del Canal de Panamá de 1977, firmado por el presidente Jimmy Carter y el jefe de gobierno panameño Omar Torrijos Herrera. Las palabras de Trump también ofenden la memoria de los patriotas que desde 1903 lucharon y pagaron con sangre para romper el ignominioso primer convenio canalero que ningún panameño firmó porque el Tratado Hay - Buneau Varilla fue negociado por dos funcionarios, un norteamericano y otro francés. Una perla más del discurso de Trump el pasado 20 de enero de 2025 es la patraña de que el Canal de Panamá lo administran funcionarios chinos apoyados con armas del ejército chino, entregado por el gobierno panameño a la República Popular China. Falsedad que fue repetida por meses en propia voz de Trump, publicada por su gobierno en los principales periódicos, televisoras y demás cadenas noticiosas y diarios de EUA.
Terminando el discurso inaugural de la segunda presidencia, Trump exigió que los panameños devolvamos el Canal a las buenas o que nos atengamos a graves consecuencias [...] en otras palabras, nueva invasión militar que por fortuna no se ha producido por temor de EUA a la reacción mundial y el fracasado manejo oficial del citado presidente que en menos de un año en EUA ha provocado la quiebra de miles de empresas incluyendo los fabricantes de automóviles, equipo agrícola y banca. Actualmente, en desesperado intento por recuperar popularidad, Trump apunta los cañones contra Venezuela, país limítrofe con otros Estados suramericanos que se ven afectados: Colombia, Guyana, Brasil, Ecuador [...]. A Panamá también nos toca porque el Canal de Panamá es ficha clave en cualquier conflicto bélico regional o mundial.
En la cátedra de historia el miedo está escrito con sudor y sangre, comparable al temor que sufrimos los panameños y otras naciones que se sienten afectadas por amenazas guerreras que no se desvanecen como niebla de verano. En el mundo de hoy sobran conflictos: Rusia/Ucrania, Israel/Palestina, Gaza, Irak, Libia [...]; en África países como; Etiopía, Yemen, Niger, Burkina Fasso; en el Lejano Oriente cantan al Dios de la Guerra China, Taiwan, Irán, Somalia, Pakistán [...]. Abundan posibilidades de que el fallido gobierno de Trump arroje a USA a una conflagración incontrolable que puede afectar a naciones que ni lo imaginan, incluyendo Panamá.
El temor es contagioso como la peste, muchos panameños recordamos la trágica noche del 20 de diciembre de 1989. Los norteamericanos invadieron Panamá con el objetivo de capturar a Manuel A. Noriega, jefe de las Fuerzas de Defensa del país. La invasión duró 42 días con la destrucción del barrio El Chorrillo, cuarteles policiales y militares, colegios escolares, oficinas públicas. Según Norteamérica, con nombre y apellido fallecieron 516 panameños. Vox populi cuenta miles. Cuando el pueblo sepulte las nuevas víctimas, por el radioteléfono del despacho oval llamarán al presidente panameño [...] cordialidad, comprensión, arrepentimiento, ofertas de billete, falsas muestras de imperecedera amistad, paz, prosperidad y con voz delgadita, pero montando la carga del fusil exigen la rendición del pueblo panameño. ¡Jamás la obtendrán!