Iglesia católica alertó sobre ‘vandalismo selectivo’ y desempleo tras crisis en Bocas del Toro
- 04/07/2025 13:39
El obispo señaló que Chiquita Panamá era la principal empleadora de la provincia y su posible salida representará un duro golpe para la zona. Los actos vandálicos y el posterior decreto del estado de urgencia en Bocas del Toro terminaron por “fracturar el tejido social” de la provincia, lamentó este viernes 4 de julio el obispo Aníbal Saldaña.
Saldaña comentó que, aunque Bocas del Toro ha hecho de las manifestaciones y los cierres de calles “casi una tradición”, lo ocurrido entre el 25 de abril y el 30 de junio, con los bloqueos liderados por trabajadores bananeros y grupos delictivos, fue diferente.
“Nos sentimos secuestrados por una estrategia de reivindicación bananera que hizo mucho daño, al disparar el desempleo”, cuestionó el obispo.
Señaló que Chiquita Panamá era la principal empleadora de la provincia, y su posible salida representará un duro golpe para la zona.
“El Gobierno tiene que negociar un nuevo convenio con la empresa para ver si regresa y bajo qué condiciones. No va a ser fácil reactivar la economía de la región, porque no solo se afectó el banano, sino también el plátano, el cacao y el turismo. Es una situación difícil”, expresó.
Saldaña indicó que hay quienes creen que todo esto fue provocado por algún interés externo, aunque aclaró que se trata de un simple rumor sin sustento.
“Eso deja mucho que pensar, porque parece un vandalismo selectivo. Las acciones violentas en Changuinola afectaron, principalmente, a las personas que se opusieron a los cierres y se reunieron con el gobierno”, analizó.
Concluyó señalando que es importante investigar qué detonó los actos vandálicos, así como el posible abuso policial durante el estado de urgencia.
Los actos vandálicos y el posterior decreto del estado de urgencia en Bocas del Toro terminaron por “fracturar el tejido social” de la provincia, lamentó este viernes 4 de julio el obispo Aníbal Saldaña.
Saldaña comentó que, aunque Bocas del Toro ha hecho de las manifestaciones y los cierres de calles “casi una tradición”, lo ocurrido entre el 25 de abril y el 30 de junio, con los bloqueos liderados por trabajadores bananeros y grupos delictivos, fue diferente.
“Nos sentimos secuestrados por una estrategia de reivindicación bananera que hizo mucho daño, al disparar el desempleo”, cuestionó el obispo.
Señaló que Chiquita Panamá era la principal empleadora de la provincia, y su posible salida representará un duro golpe para la zona.
“El Gobierno tiene que negociar un nuevo convenio con la empresa para ver si regresa y bajo qué condiciones. No va a ser fácil reactivar la economía de la región, porque no solo se afectó el banano, sino también el plátano, el cacao y el turismo. Es una situación difícil”, expresó.
Saldaña indicó que hay quienes creen que todo esto fue provocado por algún interés externo, aunque aclaró que se trata de un simple rumor sin sustento.
“Eso deja mucho que pensar, porque parece un vandalismo selectivo. Las acciones violentas en Changuinola afectaron, principalmente, a las personas que se opusieron a los cierres y se reunieron con el gobierno”, analizó.
Concluyó señalando que es importante investigar qué detonó los actos vandálicos, así como el posible abuso policial durante el estado de urgencia.