Panamá e Italia unen fuerzas ante el avance del lavado de dinero y el crimen digital
- 14/06/2025 12:43
El crimen organizado sigue evadiendo controles a través de estructuras financieras legales, criptoactivos y operaciones fraccionadas, alertaron expertos en el foro internacional “Persigue el Dinero” En un contexto de creciente sofisticación del crimen transnacional, el Estado panameño busca blindarse ante los flujos de dinero ilícito que, muchas veces, cruzan el istmo sin dejar rastro. Durante dos jornadas intensas, la Unidad de Análisis Financiero (UAF) de Panamá y altos mandos de seguridad de Italia compartieron experiencias, alertas y estrategias comunes frente a amenazas globales como el lavado de dinero, la corrupción y el financiamiento del terrorismo.
El encuentro, titulado Persigue el dinero, se celebró como parte del 30 aniversario de la UAF y reunió a fiscales, militares, policías y analistas financieros de ambos países. A diferencia de otros foros institucionales, en este se habló con crudeza: el crimen organizado no solo se adapta, sino que va varios pasos adelante, apoyado por tecnología, estructuras financieras paralelas y vacíos de cooperación internacional.
Tecnologías, dinero sucio y crimen global
Uno de los expositores más directos fue el Teniente General Michele Carbone, director de la Dirección Investigativa Antimafia (DIA) de Italia, quien trazó una línea histórica desde el legado del juez Giovanni Falcone —asesinado por la mafia en 1992— hasta los desafíos contemporáneos para rastrear capitales criminales.
“El 99% de los bienes incautados no se logra recuperar”, advirtió Carbone, al explicar cómo las mafias utilizan estructuras legales, criptoactivos y testaferros para ocultar la ruta del dinero.
En la misma línea, el coronel Antonio D’Agostino, agregado de la Guardia di Finanza, señaló que el crimen deja rastros financieros aunque se infiltre en empresas, bancos o incluso ONGs. “El narcotráfico hoy no solo alimenta mafias, sino que también financia al terrorismo. Hemos detectado operaciones cruzadas donde los fondos parecen legales, pero alimentan conflictos”, explicó.
La ruta del banano y la del bit
Panamá no es ajena a estos fenómenos. Con una posición geográfica privilegiada y una red de servicios financieros amplia, el país ha sido históricamente vulnerable al tránsito de dineros ilícitos. El fiscal Emeldo Márquez compartió un caso en el que detectaron más de 500 transacciones pequeñas diseñadas para evadir los controles del sistema bancario. “Insertar fondos ilícitos sin levantar sospechas sigue siendo la técnica favorita”, dijo.
Pero el reto ya no está solo en los bancos. El mayor Francesco Venditti presentó una ponencia sobre cómo los activos digitales se han convertido en el nuevo canal del blanqueo. “Las carteras de criptomonedas, tanto virtuales como físicas, esconden activos ilícitos. El 90% de las blockchains son públicas, pero identificar a los usuarios es aún el talón de Aquiles”, afirmó.
En plataformas como Telegram, según reveló el coronel Salvatore Leotta, se comercializan drogas, armas y servicios ilegales con total impunidad. “El verdadero desafío es saber quién está detrás de la pantalla”, insistió, mientras mostraba capturas de sitios que recaudan fondos para organizaciones terroristas.
Una lucha desigual
Aunque el foro resaltó los avances en cooperación internacional, la realidad es más compleja. La Gerente Senior Mariacarla Bocchino, de la Policía del Estado italiano, recordó que el tráfico marítimo sigue siendo el principal canal del narcotráfico entre América y Europa, y que por allí también se lava dinero. “Hoy, con un clic, se puede mover un río de dinero. Esa es la magnitud del problema”, apuntó.
La amenaza digital fue una constante en los debates. El brigadier general Antonello Mancazzo, especialista en fraudes tecnológicos, explicó cómo la dark web ha desbordado las capacidades tradicionales de investigación. En sus palabras: “Es un mercado paralelo con reglas propias, donde incluso la geolocalización pierde sentido”.
El riesgo regional
En medio de las exposiciones técnicas y el desfile de uniformes, quedó una pregunta en el aire: ¿están las instituciones panameñas preparadas para enfrentar estos desafíos?
Darío Herrera, director de la UAF, no lo negó. Reconoció la necesidad de ampliar la educación dentro del sistema financiero y de capacitar más allá del área de cumplimiento. “El crimen evoluciona más rápido que la burocracia. La capacitación debe ser integral”, sostuvo.
El foro concluyó con una promesa: Panamá será sede del próximo Congreso Regional UAF centrado en crimen organizado y ciberdelincuencia. Sin embargo, el verdadero reto no está en el calendario, sino en la ejecución sostenida de políticas que combatan la impunidad financiera y garanticen transparencia real.
En un contexto de creciente sofisticación del crimen transnacional, el Estado panameño busca blindarse ante los flujos de dinero ilícito que, muchas veces, cruzan el istmo sin dejar rastro. Durante dos jornadas intensas, la Unidad de Análisis Financiero (UAF) de Panamá y altos mandos de seguridad de Italia compartieron experiencias, alertas y estrategias comunes frente a amenazas globales como el lavado de dinero, la corrupción y el financiamiento del terrorismo.
El encuentro, titulado Persigue el dinero, se celebró como parte del 30 aniversario de la UAF y reunió a fiscales, militares, policías y analistas financieros de ambos países. A diferencia de otros foros institucionales, en este se habló con crudeza: el crimen organizado no solo se adapta, sino que va varios pasos adelante, apoyado por tecnología, estructuras financieras paralelas y vacíos de cooperación internacional.
Tecnologías, dinero sucio y crimen global
Uno de los expositores más directos fue el Teniente General Michele Carbone, director de la Dirección Investigativa Antimafia (DIA) de Italia, quien trazó una línea histórica desde el legado del juez Giovanni Falcone —asesinado por la mafia en 1992— hasta los desafíos contemporáneos para rastrear capitales criminales.
“El 99% de los bienes incautados no se logra recuperar”, advirtió Carbone, al explicar cómo las mafias utilizan estructuras legales, criptoactivos y testaferros para ocultar la ruta del dinero.
En la misma línea, el coronel Antonio D’Agostino, agregado de la Guardia di Finanza, señaló que el crimen deja rastros financieros aunque se infiltre en empresas, bancos o incluso ONGs. “El narcotráfico hoy no solo alimenta mafias, sino que también financia al terrorismo. Hemos detectado operaciones cruzadas donde los fondos parecen legales, pero alimentan conflictos”, explicó.
La ruta del banano y la del bit
Panamá no es ajena a estos fenómenos. Con una posición geográfica privilegiada y una red de servicios financieros amplia, el país ha sido históricamente vulnerable al tránsito de dineros ilícitos. El fiscal Emeldo Márquez compartió un caso en el que detectaron más de 500 transacciones pequeñas diseñadas para evadir los controles del sistema bancario. “Insertar fondos ilícitos sin levantar sospechas sigue siendo la técnica favorita”, dijo.
Pero el reto ya no está solo en los bancos. El mayor Francesco Venditti presentó una ponencia sobre cómo los activos digitales se han convertido en el nuevo canal del blanqueo. “Las carteras de criptomonedas, tanto virtuales como físicas, esconden activos ilícitos. El 90% de las blockchains son públicas, pero identificar a los usuarios es aún el talón de Aquiles”, afirmó.
En plataformas como Telegram, según reveló el coronel Salvatore Leotta, se comercializan drogas, armas y servicios ilegales con total impunidad. “El verdadero desafío es saber quién está detrás de la pantalla”, insistió, mientras mostraba capturas de sitios que recaudan fondos para organizaciones terroristas.
Una lucha desigual
Aunque el foro resaltó los avances en cooperación internacional, la realidad es más compleja. La Gerente Senior Mariacarla Bocchino, de la Policía del Estado italiano, recordó que el tráfico marítimo sigue siendo el principal canal del narcotráfico entre América y Europa, y que por allí también se lava dinero. “Hoy, con un clic, se puede mover un río de dinero. Esa es la magnitud del problema”, apuntó.
La amenaza digital fue una constante en los debates. El brigadier general Antonello Mancazzo, especialista en fraudes tecnológicos, explicó cómo la dark web ha desbordado las capacidades tradicionales de investigación. En sus palabras: “Es un mercado paralelo con reglas propias, donde incluso la geolocalización pierde sentido”.
El riesgo regional
En medio de las exposiciones técnicas y el desfile de uniformes, quedó una pregunta en el aire: ¿están las instituciones panameñas preparadas para enfrentar estos desafíos?
Darío Herrera, director de la UAF, no lo negó. Reconoció la necesidad de ampliar la educación dentro del sistema financiero y de capacitar más allá del área de cumplimiento. “El crimen evoluciona más rápido que la burocracia. La capacitación debe ser integral”, sostuvo.
El foro concluyó con una promesa: Panamá será sede del próximo Congreso Regional UAF centrado en crimen organizado y ciberdelincuencia. Sin embargo, el verdadero reto no está en el calendario, sino en la ejecución sostenida de políticas que combatan la impunidad financiera y garanticen transparencia real.