Ruta Colonial Transístmica será patrimonio mundial reconocido por la Unesco
- 13/07/2025 00:00
El proceso de inscripción inició en 2014. El Gobierno Nacional desarrolla una estrategia interinstitucional para proteger sitios históricos y fomentar el turismo sostenible alrededor del país La primera fase de la Ruta Colonial Transístmica de Panamá será parte de la Lista de Patrimonio Mundial de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Así lo comunicó este sábado 12 de julio el Ministerio de Cultura (MiCultura).
Esta primera fase incluye el Camino de Cruces, así como fortificaciones y estructuras logísticas que facilitaron el movimiento de personas, mercancías y cultura entre ambos océanos. Con esta inscripción, Panamá ahora cuenta con seis sitios reconocidos por la Unesco como Patrimonio Mundial, en las categorías de sitios naturales y sitios culturales.
“Esta inscripción representa mucho más que el reconocimiento de una red de caminos históricos: es la validación del rol de Panamá como punto de encuentro de civilizaciones, culturas y economías”, manifestó desde París la ministra de Cultura, Maruja Herrera. “Agradecemos a los expertos del Comité del Patrimonio Mundial y a los Estados Partes que han respaldado esta nominación, que es fruto de más de una década de trabajo técnico y diplomático comprometido”, añadió la ministra.
“Este trabajo viene desde 2014, que se hizo la presentación inicial de esta propiedad serial como una alternativa para una nueva inscripción y ya a lo largo de los años las distintas administraciones se fueron alimentando”, detalló por su parte Yamileth Stanziola, directora nacional de Patrimonio Cultural de MiCultura. “Nosotros propusimos en la ruta colonial ante el Comité de Patrimonio Mundial y fuimos reconocidos con los atributos 2 y 4 de las guías operativas de las instituciones prácticas que reconocen la importancia y su valor universal y excepcional. En todo este proceso se tuvo que aportar información científica e histórica y justificativa de la importancia que tuvo la ruta en su momento y que sigue teniendo para el país”, detalló.
Proteger el patrimonio histórico significa proteger nuestra historia. Además, una estrategia de políticas públicas coordinadas entre instituciones puede traducirse también en beneficios económicos. “Tenemos una protección legal integral de la ruta colonial, tanto su primera fase como la segunda fase a través de la ley 456, que fue promulgada el año pasado a través de la Asamblea. Hemos creado un organismo de gestión integral, en donde participan y convergen múltiples instituciones del Estado, sociedad civil, que se involucraron se busca que la cultura se convierta a través de esto en un eje transversal impulsor de la economía a través de un turismo sostenible, cultural, científico, vinculado a la ruta”, destacó Stanziola.
La Dirección de Patrimonio Histórico se mantiene activa en múltiples proyectos alrededor del país, como trabajos en los fuertes coloniales de Portobelo, fortificaciones para evitar taludes en San Lorenzo, la restauración de la Iglesia de San Felipe, la inscripción de las técnicas para la elaboración de casas de quincha como patrimonio inmaterial, que será presentado en diciembre de este año, una exhibición sobre patrimonio subacuático en Portobelo y capacitaciones en conjunto con la Policía de Argentina para combatir el tráfico ilícito de bienes culturales.
La primera fase de la Ruta Colonial Transístmica de Panamá será parte de la Lista de Patrimonio Mundial de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Así lo comunicó este sábado 12 de julio el Ministerio de Cultura (MiCultura).
Esta primera fase incluye el Camino de Cruces, así como fortificaciones y estructuras logísticas que facilitaron el movimiento de personas, mercancías y cultura entre ambos océanos. Con esta inscripción, Panamá ahora cuenta con seis sitios reconocidos por la Unesco como Patrimonio Mundial, en las categorías de sitios naturales y sitios culturales.
“Esta inscripción representa mucho más que el reconocimiento de una red de caminos históricos: es la validación del rol de Panamá como punto de encuentro de civilizaciones, culturas y economías”, manifestó desde París la ministra de Cultura, Maruja Herrera. “Agradecemos a los expertos del Comité del Patrimonio Mundial y a los Estados Partes que han respaldado esta nominación, que es fruto de más de una década de trabajo técnico y diplomático comprometido”, añadió la ministra.
“Este trabajo viene desde 2014, que se hizo la presentación inicial de esta propiedad serial como una alternativa para una nueva inscripción y ya a lo largo de los años las distintas administraciones se fueron alimentando”, detalló por su parte Yamileth Stanziola, directora nacional de Patrimonio Cultural de MiCultura. “Nosotros propusimos en la ruta colonial ante el Comité de Patrimonio Mundial y fuimos reconocidos con los atributos 2 y 4 de las guías operativas de las instituciones prácticas que reconocen la importancia y su valor universal y excepcional. En todo este proceso se tuvo que aportar información científica e histórica y justificativa de la importancia que tuvo la ruta en su momento y que sigue teniendo para el país”, detalló.
Proteger el patrimonio histórico significa proteger nuestra historia. Además, una estrategia de políticas públicas coordinadas entre instituciones puede traducirse también en beneficios económicos. “Tenemos una protección legal integral de la ruta colonial, tanto su primera fase como la segunda fase a través de la ley 456, que fue promulgada el año pasado a través de la Asamblea. Hemos creado un organismo de gestión integral, en donde participan y convergen múltiples instituciones del Estado, sociedad civil, que se involucraron se busca que la cultura se convierta a través de esto en un eje transversal impulsor de la economía a través de un turismo sostenible, cultural, científico, vinculado a la ruta”, destacó Stanziola.
La Dirección de Patrimonio Histórico se mantiene activa en múltiples proyectos alrededor del país, como trabajos en los fuertes coloniales de Portobelo, fortificaciones para evitar taludes en San Lorenzo, la restauración de la Iglesia de San Felipe, la inscripción de las técnicas para la elaboración de casas de quincha como patrimonio inmaterial, que será presentado en diciembre de este año, una exhibición sobre patrimonio subacuático en Portobelo y capacitaciones en conjunto con la Policía de Argentina para combatir el tráfico ilícito de bienes culturales.