GOTA DEL MAR
- 13/09/2025 00:00
(A Sandra Iberia Noriega, murzamista) CANDELARIO GARCÍA REYES Nació el 21 de abril de 1958 en Corquín, Copán, Honduras. Es perito mercantil, profesor en Letras y licenciado en Literatura Latinoamericana. Catedrático de Español e Historia de la Cultura, documentalista y promotor cultural, ha ocupado roles clave como director de la Escuela Normal Mixta de Santa Bárbara, presidente de la Red de Desarrollo Sostenible y coordinador de educación en la Comisión de Derechos Humanos de Costa Rica. Comprometido con los sectores rurales, fundó en 1979 un grupo teatral campesino para llevar representaciones a escuelas e iglesias. Es autor de libros y obras teatrales, entre ellos: “Siete Muecas” (1990), “Nimbo de sombras” (2000), “Copán” (2004) y “Palmerolo lee el Quijote” (2021). Muchacha que lanzas al viento
tus pensamientos de colores
dibujando un arcoiris
con tu sonrisa
que se sabe la felicidad del amanecer.
Bien se ve
que despertarás
presidiendo la primavera de tus sueños,
que Panamá
dirá tu nombre
y tu mirando a la bandera jurarás
que es de las mujeres la posesión del mar.
Las lentejuelas
que al Sol se le ocurre
colocar en la cabellera del mar,
la danza de la brisa y los bosques
en su giro de flores
imaginan polleras de celebración:
son tan ciertas
que noviembre se viste de año nuevo y carnaval.
En el saludo del tiempo,
mira, está atenta
de la breve sinfonía del devenir,
del aplauso que se agota en los espejos
y el carisma de las primicias
de ese paso,
de ese garbo
en que escancia el silencio,
y no dejas de sonreír
ni de lanzar al viento
tus pensamientos de colores,
porque siendo tú
el tiempo es floral esperanza.
Muchacha que lanzas al viento
tus pensamientos de colores
dibujando un arcoiris
con tu sonrisa
que se sabe la felicidad del amanecer.
Bien se ve
que despertarás
presidiendo la primavera de tus sueños,
que Panamá
dirá tu nombre
y tu mirando a la bandera jurarás
que es de las mujeres la posesión del mar.
Las lentejuelas
que al Sol se le ocurre
colocar en la cabellera del mar,
la danza de la brisa y los bosques
en su giro de flores
imaginan polleras de celebración:
son tan ciertas
que noviembre se viste de año nuevo y carnaval.
En el saludo del tiempo,
mira, está atenta
de la breve sinfonía del devenir,
del aplauso que se agota en los espejos
y el carisma de las primicias
de ese paso,
de ese garbo
en que escancia el silencio,
y no dejas de sonreír
ni de lanzar al viento
tus pensamientos de colores,
porque siendo tú
el tiempo es floral esperanza.