Vida y cultura

Señales de alerta de un jefe o colega pasivo-agresivo

La agresión pasiva no necesita gritos para hacer daño.
  • 19/07/2025 00:00

La agresión pasiva en el trabajo puede ser tan dañina como los conflictos abiertos. Aprende a identificar sus señales y cómo manejar a quienes la ejercen

¿Alguna vez has sentido que tu jefe o colega te lanzan indirectas, posponen decisiones cruciales sin motivo aparente o te sabotea sutilmente sin decir una palabra? Es posible que estés lidiando con una persona pasivo-agresiva. Este tipo de comportamiento, aunque no tan evidente como un grito o una confrontación directa, puede ser igual de tóxico, minando la moral del equipo y obstaculizando el progreso.

La agresión pasiva es una forma indirecta de expresar hostilidad o resistencia. En un entorno laboral, esto puede manifestarse de diversas maneras. A menudo, cuando se les confronta, niegan su comportamiento, desvían la culpa o se hacen las víctimas.

Señales de Alerta de un colega o jefe pasivo-agresivo

Identificarlo es el primer paso para manejar la situación. Aquí te presento algunas señales clave:

- Procrastinación crónica y “olvidos” convenientes: prometen hacer algo y nunca lo cumplen, o “olvidan” información crucial.

- Resistencia encubierta: aceptan tareas verbalmente, pero luego las sabotean sutilmente con retrasos, errores intencionales o una falta de comunicación.

- Comentarios sarcásticos o ambiguos: sus críticas suelen venir disfrazadas de “bromas” o comentarios vagos que te dejan preguntándote qué quisieron decir realmente.

- Evasión de la confrontación directa: evitan discutir los problemas de frente y prefieren comunicarse a través de terceros o indirectas.

- Victimismo: a menudo se presentan como víctimas de las circunstancias o de otras personas para evitar responsabilidades.

- Sabotaje sutil: podrían retener información importante, no darte los recursos necesarios o no defender tu trabajo ante otros.

- Silencio y desaprobación no verbal: pueden expresar su descontento a través de gestos, miradas o un silencio prolongado en lugar de una conversación directa.

Algunas estrategias para abordarlo:

- Mantén la calma y no reacciones impulsivamente: la agresión pasiva busca frustrarte. No caigas en su juego.

- Documenta todo: anota fechas, horas, conversaciones, acuerdos y cualquier correo electrónico relevante. Esta evidencia será crucial si necesitas escalar la situación.

- Busca claridad y sé directo (pero respetuoso): cuando notes un comportamiento pasivo-agresivo, aborda la situación de manera profesional. Por ejemplo, si tu jefe dice “Hazlo como quieras”, podrías responder: “¿Podrías darme algunas directrices para asegurar que cumplo con tus expectativas?”. Si hay un retraso, pregunta: “Necesito esta información para [fecha]. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte a agilizarlo?”.

- Establece límites claros: protege tu tiempo y tu carga de trabajo. Si tu jefe te asigna una tarea adicional sin los recursos, expresa tus limitaciones de forma asertiva.

- Enfócate en los hechos y el impacto: en lugar de acusar, describe el comportamiento y su efecto. Por ejemplo, di: “Cuando [comportamiento específico], siento que [impacto en ti o en el trabajo]”.

- Busca apoyo: Habla con colegas de confianza, un mentor o un profesional de recursos humanos si la situación se vuelve insostenible. Para este caso estamos los mentores o coaches.

- Considera tus opciones: Si el comportamiento no mejora a pesar de tus esfuerzos, evalúa si es el entorno laboral adecuado para ti a largo plazo.

Este es uno de los temas que más trabajamos en sesiones corporativas o individuales, ya que la naturalización del carácter es algo que mismo la persona que lo hace muchas veces no es consciente de ello, y puede sanarse con el correcto abordaje.

Espero te sirva!