Sonido y silencio, 29 años de diálogo con el arte
- 29/12/2026 00:00
Mateo Sariel cierra el 2025 con la exposición ‘Entre el sonido y el silencio’, que marca el aniversario de la galería de arte. Tessie Moreno hace un recorrido por esos 29 años
Entre el sonido y el silencio es la exposición con la que la galería Mateo Sariel celebra su 29° aniversario. Es una colectiva que reúne piezas de Ignacio Esplá, Isabel De Obaldía y Vicky Neumann y que muestra “tres puntos de vista que, en épocas y latitudes diferentes, con visiones muy personales, convergen en el paisaje, las figuras y la creación de su arte”, de acuerdo con el texto curatorial.
En esta ocasión Mateo Sariel luce paredes negras, que destacan mucho más las paletas de colores utilizadas por los artistas en sus obras. La galería, dice Tessie Moreno, su gerente general, a lo largo de los años, se ha ajustado a los requerimientos de sus artistas y sus obras, cambiando paredes, incluyendo hierba, pintando no solo sus paredes sino incluso el piso, llevando al espectador a sumergirse en el fondo de un lago, o a seguir la trayectoria de una pieza que cuelga desde el techo hasta rozar el suelo.
Aunque Moreno inició formalmente su labor en Mateo Sariel en 2020, ha sido testigo de la trayectoria de la galería desde su niñez. “Yo me sentaba a hacer mis tareas de matemáticas mientras mi mamá [Alexandra Arias, propietaria de la galería] atendía a los artistas cuando venían a reunirse”, recuerda. Así conoció a los artistas representados por la galería y ha visto la evolución de su trabajo.
“Entré a trabajar formalmente en febrero de 2020. Literalmente entré y empezó la pandemia”, cuenta. A pesar de lo que esta situación representó para los artistas y para la galería, “fue conveniente para nosotros porque se vio la necesidad de todos los negocios a empezar a meterle más trabajo a las redes sociales, algo que yo sabía hacer, era en lo que me desempeñaba en mi anterior trabajo, así que estaba llena de ideas”, dice. Y allí se mantuvo hasta septiembre de 2021 cuando decide hacer una maestría en experiencia del consumidor e innovación.
“Sentía que la experiencia del cliente acá siempre ha sido buena y quería mejorar en eso porque no me había tocado trabajar en una tienda como tal, con público. Cuando la terminé, retomé la actividad ya con el mundo más abierto, con exhibiciones cada mes, con un calendario más formal, porque obviamente en la pandemia no podía hacer eso”, rememora. El paso de la batuta resultó ser mucho más pausado, sin muchos sobresaltos, iniciando con atención por citas y más adelante, estableciendo un programa completo.
La pandemia representó no solo para Mateo Sariel, sino para todas las galerías, un punto de inflexión. Una pausa obligada en la que todos los responsables debieron sentarse, observar el panorama completo y redirigir esfuerzos. En este caso Moreno considera que su impulso con las nuevas tecnologías ha sido relevante. Pero también ha impulsado una apertura tanto al público como a los propios artistas.
“Trabajo con artistas jóvenes y me gusta que la gente de todas las edades sepa que pueden adquirir obras de arte; salirme un poco del medio tradicional, que sí es importante, pero que las personas sepan que siempre hay opciones. Mucha gente joven piensa que no va a poder comprar o adquirir algo una vez que entran a una galería y hay que desmentir esos mitos. Esta ha sido parte del trabajo que he tratado de hacer”, afirma.
Claro está, su opinión no es la única, siempre busca que otras personas que laboran en la galería den su parecer para enriquecer ya sea una exposición o una propuesta para un cliente. “Tener la opinión de personas de diferentes edades, con otras visiones ayuda a la conversación alrededor de la galería y de las propuestas de la galería en el año”.
Antes de las redes sociales, destacó el trabajo de Alexandra Arias, apoyado inicialmente por sus padres, Ricardo y Maruquel Arias, quienes notaron el interés de Alexandra por el arte y la impulsaron a establecer la galería. “Las puertas que mis abuelos nos han abierto, con las relaciones que ellos han tenido y el apoyo que ellos han hecho a la cultura panameña a través de los años, es impresionante. Hoy ellos están pendientes de lo que ocurre, vienen a ver todas las exposiciones, miran, revisan opinan...”, detalla Moreno.
Propuestas artísticasLa propuesta de un artista no debe ser estática ni debe enmarcarse en la solicitud de quien los represente. “Los artistas deben tener propuestas nuevas porque la obra debe ser auténtica y reflejar lo que ellos viven, lo que ellos sienten, lo que está pasando alrededor de su mundo en ese momento. Esto no depende de la relación con la galería, de hecho, mi mamá siempre tuvo en consideración la flexibilidad del espacio; ella siempre me dijo, ‘tienes que dejar que el artista sea’. Obviamente, bajo una propuesta curatorial formal, hablar con ellos, saber de qué trata la obra, involucrarte lo más que puedas sin decirles nunca qué hacer y siempre dándoles las herramientas que ellos necesitan para expresarse en su exhibición”.
A lo largo de sus 29 años de existencia, Mateo Sariel ha presentado propuestas interesantes y novedosas como ‘Ayúdanos a llenar la cuchara’ en la que se invitó a diversos artistas a trabajar una pieza con una cuchara de madera, todo a beneficio de la Fundación Nutrehogar.
Mateo Sariel expuso los trabajos de Juan Carlos Marcos, así como el libro que se editó de su obra. También ha presentado exhibiciones de los artistas Isabel De Obaldía, Ignacio Esplá, Amala Tapia, Cisco Merel, Barbara Cartier, Gabriela Espla, Lezlie Milson y Walterio Iraheta, algunos, con una gran trayectoria, otros iniciando su camino, pero con un futuro prometedor, entre muchos otros. Algunos artistas como Brooke Alfaro participaron en exposiciones colectivas anuales, algunas bajo el título Director’s Choice, otras denominadas Crónicas (alternadas), siempre enmarcadas en una temática específica.
La galería y su papel
Moreno ha visto muchos cambios en el ámbito artístico panameño, uno de ellos, que existen muchas más galerías, pero estas no deben limitarse a un trabajo pasivo. “Deben tener una dirección, hacer aportes culturales”. La galería ha participado en montajes con el Museo de Arte Contemporáneo, así como en eventos organizados a nivel privado o con la participación del Ministerio de Cultura. También deben apoyar a sus artistas a proyectarse fuera de las fronteras. “Este año yo fui a mi primera feria en Miami, actividad que retomamos después de varios años de no realizarse. También tenemos algunos proyectos editoriales, el primero fue el de Juan Carlos Marcos y vamos a seguir con otros. Son proyectos grandes, toman tiempo, pero son muy importantes para Panamá”, informa. Pero lo más importante es apoyar al artista local. “Nuestra galería es una de las que más artistas panameños representa y alrededor del 70% son mujeres”, recalca.
Entre el sonido y el silencio
La muestra fue curada por Nancy Calvo quien hace unos meses atrás había estado en contacto con la obra de Vicky Neumann a la que sumó unas obras de Ignacio Esplá que no habían sido exhibidas y a Isabel De Obaldía.
“Nacho viene del abstracto al figurativo y Vicky recorre el camino al revés. Ella (Neumann) va del figurativo al abstracto como hacen muchos artistas. Entonces, esa idea, ese diálogo me encantaba. Recorren el camino de forma contraria, pero siempre se encuentran en el medio, haciendo su pintura. Y escogimos unas piezas de Isabel que resaltan la naturaleza, el cuerpo humano y que sentíamos que la técnica que ella utiliza era perfecta para estar entre los dos: piezas con mucho sonido y con mucho silencio”.
Las obras de Neumann muestran naturaleza. “Es una pintura realista y, de repente, empieza a tachonar a borrar, a recomponer encima, a jugar con los volúmenes”. Explica Calvo. Se trata de una pintura con muchísimo color y a la que agrega texturas diversas y que contrasta enormemente con la obra abstracta de Esplá.
Un abstracto que luce algunos elementos figurativos de manera calmada, en silencio. Son obras que el pintor trabajó en España, antes de su llegada a América, donde se encontró con una naturaleza exuberante y plena en colores. “Pienso que todo lo que hizo Nacho allá fue adquirir una maestría en composición, porque cuando él se pasa al figurativo, él sigue componiendo como si fuera abstracto”, considera Calvo.
La muestra presenta también una diversidad de medios. Escultura, papel, lienzo, vidrio. Las obras de De Obaldía son el resultado de una invitación a un taller sobre el Amazonas y algunas piezas que fueron expuestas en Nueva York, pero no localmente. “Ella está ahora trabajando en dos caminos: su preocupación por la migración y por el ecosistema”, destaca Calvo. Figuras humanas comparten espacio con animales que habitan la selva: murciélagos, lagartos, felinos, perezosos... Las paredes negras y la colocación de las obras en una altura muy específica buscan que el espectador tenga un diálogo directo con las obras. La exposición corre ya en sus últimos días y con ella empiezan los preparativos para la celebración de los 30 años de Mateo Sariel.