La Orquesta Sinfónica cumple 75 años

Jorge Ledezma Bradley dirige nuestra conversación. ‘Nunca es igual, es una cosa mágica', dice mientras se arquea una sonrisa en su rostro. ‘Siempre hay algún elemento que le da un toque diferente a cada presentación'.

En un camerino del Teatro Balboa, el director de la Orquesta Sinfónica Nacional revela qué escucha cada vez que está frente a sus músicos. ‘Eso va a pasar hoy, ahora, en unos minutos más'.

JORGE LEDEZMA BRADLEY

‘Seremos desarrollados cuando seamos cultos, no es lo contrario'.

Director de la Orquesta Sinfónica Nacional

La Sinfónica tocaría aquel miércoles junto al guitarrista Pablo Villegas, y sería envuelta en aplausos al finalizar el repertorio.

Hoy, dos días después de aquella noche, se cumplen 75 años desde su existencia. Ledezma Bradley tiene la batuta desde 1995 y nos dibuja las notas graves y agudas sobre la situación de la Orquesta, a la que ni los momentos más críticos de la historia, han podido silenciar.

OBERTURA

Faltan 23 músicos. Es lo que se necesita para poner a la Orquesta en 80 músicos, que es lo mínimo que recomiendan los estándares internacionales, según el director.

También requieren un harpa. ‘En sus 75 años de existencia, la Sinfónica nunca ha tenido harpa, y eso es como una especie de toque de vida, un toque maravilloso para completar realmente una orquesta', añade el maestro.

Al instrumento de cuerda se suma la necesidad de un contrafagot y un corno inglés. Pero la situación más aguda es la reestructuración de los salarios, que ya están ‘obsoletos' frente al costo de vida. ‘El presupuesto de la Orquesta está cerca de los 900 mil dólares anuales, pero eso es solo los salarios', aclara Ledezma Bradley.

Habiendo escuchado las ansias de cultura más allá del puente, el director de la Sinfónica señala que falta una partida presupuestaria para poder viajar de manera sistemática al interior. ‘Lo hacemos, pero lo hacemos muy al sabor de las circunstancias', dice. Casi siempre se gesta entre viáticos del Instituto Nacional de Cultura y el apoyo de las mismas comunidades que los solicitan.

Llevar la Sinfónica al interior del país cuesta aproximadamente 10 mil dólares, según su director. ‘Para nosotros son conciertos importantísimos. Ellos son panameños también, pagan impuestos y tienen derecho al disfrute de la cultura'.

Por otro lado, está la visita de directores y solistas extranjeros. ‘Esos invitados enriquecen enormemente la formación de nuestros músicos y la oferta que le hace la Sinfónica al público panameño', argumenta Ledezma Bradley, ‘nosotros tenemos directores invitados, pero no con la consistencia y la planificación que se requeriría'.

SEGUNDO MOVIMIENTO

‘Lo que pasa cuando toca una orquesta sinfónica es que se realiza delante de los ojos del público el milagro de darle vida a una música que está en un papel', describe el maestro con más de 40 años de experiencia.

‘Estando en el papel no significa nada, pero nosotros traducimos los signos en una realidad física, que es la realidad sonora, y todo eso entraña un misterio muy grande', matiza. ‘Además, la música misma tiene un mensaje, tiene una fuerza, una capacidad de tocar la fibra íntima del ser humano. Ver eso en vivo, delante de nuestros ojos, es realmente fascinante'.

Las 1,100 butacas del Teatro Balboa empiezan a llenarse, y Ledezma Bradley tararea una canción mientras se acomoda el traje. ‘Nosotros creemos que la cultura es el motor del desarrollo', apunta. ‘Seremos desarrollados cuando seamos cultos, no es lo contrario'.

CONCIERTOS

Los 75 años de la Sinfónica no serán celebrados en silencio. El 15 de septiembre será el concierto más importante, en el que se incluirán músicos jóvenes que no están en la Sinfónica, pero que ya están preparados para hacerlo. ‘Lo vamos a hacer como un homenaje a ellos porque han tenido el tesón, la persistencia de continuar formándose como músicos', formula el director.

El 9 de junio, a las 7:00 p.m., la Orquesta Sinfónica ofrecerá también un concierto gratuito para toda la familia, en el que se va a mostrar cómo funciona la orquesta, cómo trabajan sus secciones, de manera divertida e interactiva con los niños y los papás en el Teatro Balboa. Ese día, está por confirmar, la Orquesta acompañará a una cantante profesional que subirá al escenario con los músicos.

Están planeando que la celebración sea desde hoy hasta el 27 de mayo de 2017. Un año de conciertos dedicado a la Orquesta.

Sobre el ritmo ideal de presentaciones, Ledezma Bradley asegura que con todos los presupuestos que necesitan, podrían tocar al menos una vez cada 10 días.

REPERTORIO

‘Hemos creado muchas piezas sinfónicas, basadas en las raíces populares', dice el director. ‘Nosotros hemos roto mucho ese paradigma de que la música sinfónica es una cosa solo para gente que puede ir al teatro. Toda nuestra política está alineada a la divulgación y popularización de la cultura, y acercamiento del repertorio sinfónico a la gente'.

En 75 años, la Orquesta Sinfónica nunca ha tenido una sede propia. Para los músicos es difícil sobrevivir, pero alegan que aprenden mucho y convierten la crisis en una oportunidad de crecer e incorporar nuevas cosas.

‘Yo soy un privilegiado', confiesa Ledezma Bradley, ‘porque la vida me ha dado el privilegio de ser responsable de una orquesta, por todo lo que aquí sucede, y es un privilegio servir a la música junto con mis colegas músicos'.

Cuando le preguntan al maestro qué escucha cuando perfila sus oídos hacia todos los músicos de la Sinfónica vibrando en conjunto, se remite a la causa de su lucha. ‘Ellos son la razón de lo que estoy pidiendo... para crearles condiciones de trabajo más dignas y de realización profesional más plena'.

Y con esa medida estamos enriqueciendo también a la población panameña, eso es lo que no acaban de entender', concluye, ‘porque no se trata de mí, se trata de nosotros, y cuando hablamos de nosotros, hablamos de los músicos y de todos los panameños'.