'Los niños son el presente', la insignia humanitaria del Bannabá Fest 2020

Hoy el cine alternativo dedicado a enfatizar la importancia de los derechos humanos se mantiene firme y vivo en la oferta cultural panameña. El Festival de Cine de Derechos Humanos Bannabá resurge de forma virtual y móvil, llegando a más de 25 comunidades con un equipo de embajadores capacitados, ponentes nacionales expertos en el séptimo arte y su género documental.

Bajo el lema 'Los niños son el presente', el director del festival, Edgar Soberón Torchía, y el productor Luis Rodríguez Ventosa se aventuraron a dedicar la celebración cinematográfica a los derechos de los niños de Panamá y Centroamérica que figuran como uno de los grupos con mayor vulnerabilidad dentro de los registros de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“No existe mucha cinematografía que realce los derechos de los niños en Latinoamérica, por lo que nuestra proyección busca propiciar un debate entre las audiencias, incluyendo a los cineastas que sí han producido cine panameño con el tema de derechos de los niños, como Ana Endara, Natividad Jaén y Alberto Serna que estarán presentes durante el festival”, explicó a La Estrella de Panamá, Tania Rodríguez, trabajadora social y coordinadora de extensión del festival.

Uno de los objetivos de Bannabá Fest es impulsar un debate integral que destaque los retratos de la realidad que viven los niños en áreas rurales y comarcas indígenas. “Los niños han sido relegados a ser ciudadanos de segunda categoría y se les ha posicionado como un atractivo en publicidades o en grupos de comercialización, y no como un sujeto de derecho que debe tenerlos garantizados”, indicó Rodríguez, “tal como expresa la Convención sobre los Derechos del Niño que cumple 31 años en 2020”.

“En nuestro país no se cumplen los derechos de los niños con el vigor que se requiere, por ejemplo, el derecho a la vida o a la educación ha ido en picada durante la pandemia”, indicó la trabajadora social, “nuestra sociedad tiene gobernantes que hacen políticas que ignoran a este grupo realmente vulnerable. Es un tema muy amplio, pero estamos tratando de llevar a nuestros 25 embajadores a proyectar las películas y educar a la población en los temas que tratan los cineastas desde el derecho al juego hasta la sexualidad”.

Además, el festival inauguró un programa educativo el pasado sábado, que cuenta con talleres infantiles, en la comunidad de Alcalde Díaz con el apoyo de la junta comunal local para conocer cómo los niños se ven a sí mismos y si se consideran sujetos de derechos. Junto con un taller fotográfico, más de 20 niños de la comunidad pudieron mostrar desde su perspectiva cómo ven su entorno.

“Ahora con las clases virtuales y aquellas que se imparten a través de la televisión se han reforzado las herramientas tecnológicas para llevar educación a áreas de difícil acceso, pero considero que nos hace falta mucho más para educar a los niños en sus derechos y hacerles ver que los pueden exigir y que pueden luchar por ellos”, comentó Rodríguez, “esperamos que con las 23 cintas que estarán disponibles de forma virtual, podamos llegar a transformar la mentalidad que se tiene acerca de los niños y sus derechos”.

Para su inauguración hoy, la primera cinta a mostrarse será Corazón de Mezquite, una producción mexicana que se centra en la vida de una niña que desea tocar el arpa, sin embargo, las prohibiciones y expectativas de la mujer en su comunidad la alejan de su sueño y su talento. “Este tipo de cintas son aquellas que debemos hacer llegar a la población infantil para que conozcan que hay otros niños de sus edades buscando maneras de seguir adelante y perseguir sus sueños amparados por la lista de derechos que poseen”, expresó Rodríguez, “el cine para niños no puede ser solamente fantasía, sino también realista y educativo”.

Más allá del programa cultural de Bannabá Fest, la organización insta al sector educativo a incluir programas sobre la importancia de los derechos del niño tanto en colegios públicos como particulares en el territorio nacional. “Las materias de ciencias sociales desde primaria deberían presentar la Convención Internacional de derechos de los niños y dar luz a una generación más preparada”, enfatizó Rodríguez.

“El adulto debe garantizar amor para el niño que está bajo su cuidado, sea hijo biológico o adoptivo. Debe conocer los derechos del niño para cumplirlos, mientras que los organismos de seguridad pública deben seguir luchando contra al abuso sexual y el maltrato intrafamiliar que sufren muchos niños”, agregó.

Según un informe de la Dirección Nacional de Investigación Judicial (DIJ) citado por la trabajadora social, en marzo de 2019 se registraron mil 264 denuncias de maltrato infantil y “las cifras se dispararon en pandemia”. “Tenemos una gran deuda con el sector infantil que ya no es nuestro futuro, sino nuestro presente, y de quienes dependeremos”, comentó.

La movilidad del festival ha permitido al equipo organizador de embajadores llevar la proyección a la comunidad de Pacora, donde conectaron con un colegio semirrural en el que los estudiantes podrán participar de la proyección de películas curadas.

Desde el 21 al 26 de septiembre los espectadores podrán disfrutar de la selección de cintas a través de la página web bannabafest.com y su canal de YouTube sin costo alguno. Cada día habrá una programación diferente que estará disponible durante 24 horas. Así mismo, las cintas podrán ser seleccionadas para obtener los Premios Bannabá en diferentes categorías.

Uno de los sellos que destacan a Bannabá Fest es su cualidad de cine alternativo que promueve la reflexión y esperanza en medio de tiempos complejos. “La industria se está dando cuenta de que no puede sobrevivir únicamente de lo comercial y debe ser más accesible, más humana”, expresó la productora.

Las actividades comenzarán a partir del martes 22 hasta el viernes 25. Así mismo, el Bannabá Fest rendirá homenaje a tres pioneros del cine panameño y celebrará la vida y obra de tres cineastas ya fallecidos. El Ministerio de Cultura (MiCultura) otorgará placas póstumas a Carlos Luis Nieto, director de Al calor de mi bohío, primer filme de ficción que se conoce en Panamá; Antonio Hassán, distribuidor y exhibidor que fomentó la cultura del buen cine mundial; y Rafael Guiraud, sonidista de todos los documentales que apoyaron la causa de Omar Torrijos por recuperar la Zona del Canal, producidos por el GECU.