Cinco consejos poco convencionales para creer en ti mismo

Imagina a la palabra “motivación” como un tío lejano que viene a visitar de vez en cuando con regalos en la mano. Lo recibes con emoción sabiendo que este día será ideal; tu tío favorito está en la ciudad.

Cuando este se marcha, solo queda tu padre, quien establece horarios, límites, tareas y responsabilidades. A este lo llamaremos “disciplina”.

¿Con cuál de los dos preferirías vivir? La mayoría escogería la motivación.

Esa fuente de energía inagotable que te hace sentir como si nada estuviera fuera de tu alcance. Despertar temprano es sencillo, ya que la sensación de tener a tu tío cerca es como un acelerador para tu vida. Pocos escogerían la disciplina.

Quien elige la disciplina, no necesita que más nadie crea en su potencial. Nuestros actos diarios son el recordatorio de nuestra capacidad.

Estas son cinco maneras poco convencionales para creer en ti mismo.

Esto le dará a tu cerebro la dirección que necesita. En muchas ocasiones procrastinamos, renunciamos o perdemos la inspiración por olvidar el destino hacia el cual nos dirigíamos.

Toma más agua, menos soda. Lee más, mira menos televisión.

Sé agradecido sin hablar mal de otros.

Reta a tus hábitos nocivos hasta que los puedas ir eliminando poco a poco.

Inicia con tus dispositivos electrónicos, luego tu oficina, tu habitación, tu vehículo, tus finanzas y tus ideas.

Una persona que ordena su vida rara vez siente lástima por sí misma.

Soy fiel creyente de las ventajas de despertar antes de las 6:00 a.m. sin sacrificar el sueño. Si necesitas dormir ocho horas, acuéstate a las 10:00 p.m. Dormir más es la cura para muchos males.

Mostrar interés en ayudar a otros cuando sentimos que deberían ayudarnos a nosotros, es la manera más directa para cambiar tu estado mental de víctima.

La motivación es maravillosa, pero no podemos depender de ella para conquistar nuestros objetivos.

Esta va y viene como le plazca, y además tiene otros sobrinos que visitar. Debes confiar en que tu padre sabe qué es lo mejor para ti.

No necesitas la admiración de un tercero para entender tu valor. No necesitas sentirte motivado para ser valiente.

Haz de la disciplina tu hogar.