Las artes panameño-peruanas en Guanajuato 1967

Actualizado
  • 24/08/2021 00:00
Creado
  • 24/08/2021 00:00
El papel, ya amarillo por el tiempo, rezaba “Con oportunidad de celebrarse el II Congreso Latinoamericano de Escritores, saludamos a la revista Cuadernos Trimestrales de Poesía, a su director el poeta Marco Antonio Corcuera y hacemos votos por su permanente elevación.

El papel, ya amarillo por el tiempo, rezaba “Con oportunidad de celebrarse el II Congreso Latinoamericano de Escritores, saludamos a la revista Cuadernos Trimestrales de Poesía, a su director el poeta Marco Antonio Corcuera y hacemos votos por su permanente elevación. México, marzo 1967” y se encontraba firmado por 37 poetas y escritores latinoamericanos, 4 de ellos panameños Roberto Fernández Iglesias, Carlos Wong Broce, Justo Arroyo y Ricardo Bermúdez.

En la Feria Internacional del Libro de Panamá 2021 no solo se recordó la trayectoria del escritor y poeta peruano Marco Antonio Corcuera –impulsor de los citados Cuadernos Trimestrales de Poesía durante 30 años–, sino también su amistad con los mencionados hombres de letras panameños con quienes compartió la experiencia del Segundo Encuentro de Escritores llevado a cabo en Guanajuato hace 54 años y que tuvo como presidente nada menos que a Alejo Carpentier, autor de El siglo de las luces. Los poetas peruanos participantes fueron José María Arguedas, Teodoro Rivero-Ayllón y el propio Corcuera.

Panameños y peruanos se hospedaron en el hotel San Diego en la plaza de la Unión al inicio del paseo jardín del mismo nombre, grata coincidencia que favoreció el trato fraterno y el compañerismo recíproco de unos con otros. Durante el almuerzo en la quinta San Gabriel de Becerra ofrecido por Carpentier –con lectura de los mensajes de Borges y Gallegos–, panameños y peruanos compartieron mesa con Jorge Icaza, Benjamín Carrión, Miguel Ángel Asturias, Joao Guimaraes Rosa, Sara de Ibánez, Juan Rulfo, Nicolás Guillén, entre otros insignes nombres.

¿Por qué fue importante este Segundo Encuentro de Escritores de 1967? Dejemos que Marco Antonio Corcuera responda “[...] En Guanajuato transcurrió el congreso; allí funcionaron las comisiones; allí se tomaron los acuerdos más importantes: Creación de la Comunidad Latinoamericana de Escritores; Defensa de los Derechos de Autor (participación y adhesión de los gobiernos a la Convención de Berna para la protección y unificación de los derechos de autor; ampliación del plazo a 50 años de muerte del autor y después beneficio para las instituciones culturales); creación del premio Latinoamericano (igual o mayor que el premio Nobel), etc. Empero en Guadalajara se escucharon los más encendidos debates en las sesiones de clausura [...]” (diario La Gaceta, 01/06/1967).

En Guadalajara se redactó la declaración final con las contribuciones intelectuales de todos los convocados cuyo párrafo más emblemático señala “[...] los artistas y escritores por la naturaleza de nuestra labor y el sentido ecuménico de nuestra obra, somos un grupo social llamado a comportarse como fuerza espiritual viva para defender los derechos humanos, la fraternidad entre los pueblos, la existencia de las nacionalidades exclusivamente en su sentido fecundo de fenómenos de diversidad cultural dentro de la gran comunidad del mundo, y la instauración definitiva de las normas morales y de los principios de no intervención, autodeterminación y coexistencia pacífica entre regímenes políticos distintos como base de las relaciones entre los Estados”.

Años después Ricardo Bermúdez ganaría en cuatro ocasiones el premio Ricardo Miró en cuento y poesía, Fernández Iglesias decidiría radicarse en México donde fue profesor de la Academia de Letras de la UNAM mientras que Wong Broce constituyó la icónica residencia “La Casa Azul” y el colonense Justo Arroyo fue uno de los fundadores del Instituto Nacional de Cultura (Inac), destacándose como impulsor del realismo mágico en la narrativa panameña además de ganar –también en cuatro oportunidades– el premio Ricardo Miró. Durante décadas, salvo Bermúdez que falleció en 2000, mantuvieron contacto con Marco Antonio Corcuera “unidos por la cultura” y enviaron sendos mensajes de saludo cuando este recibió la presea de la Orden al mérito por servicios distinguidos en el grado de comendador por su labor como promotor cultural, escritor y poeta en el año 2009.

Una de las frases memorables de Guanajuato 1967 que recoge la sintonía literaria panameño-peruana y que bien podría utilizarse para describir el espíritu que desarrolló la Feria del Libro de Panamá que este año tuvo a Estados Unidos como país invitado, es la expresión del entonces secretario de Educación mexicano Luis Yáñez hace casi seis décadas “[...] La función del escritor entraña el ejercicio de la libertad del espíritu y representa la conciencia más lúcida de la libertad” (La Gaceta, 05/05/1967). Un bello testimonio que mantiene viva la vocación integracionista de los cultores de las letras latinoamericanas.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus