La Dipred promueve la formación musical en la primera infancia

Bajo el plan de integración social para jóvenes, y con miras a la nueva normalidad postpandemia, la oficina de la Dirección Nacional para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (Dipred) y el equipo del Ministerio de Cultura (MiCultura) inauguraron las clases presenciales del programa de iniciación musical y estimulación temprana de la Red Nacional de Orquestas y Coros Juveniles de Panamá, dirigidos a niños de 4 a 6 años de edad, con un horario de lunes a viernes de 2:00 p.m. a 4:00 p.m. en el residencial Altos de los Lagos, del corregimiento de Cristóbal, en la provincia de Colón.

“Este programa nace del incentivo para captar nuevos talentos, impulsar el arte y la cultura, así como la promoción del desarrollo musical e integral de los niños desde la primera infancia a nivel nacional”, señaló a La Estrella de Panamá, el director nacional para la Prevención de la Delincuencia Juvenil, Jorge Chambonnet. Por su parte, el subdirector, Miguel Remón, enfatizó que los instrumentos que utilizan los niños son de percusión menor (huevitos, claves, cascabeles) y son provistos por la Dipred en las clases presenciales.

El programa de iniciación musical y estimulación temprana dio inicio a las clases virtuales a través del Centro de Orientación Infantil y Familiar (COIF) el pasado mayo; ahora las clases se inauguraron nuevamente en formato presencial con un grupo de 12 niños inscritos. Con la ayuda de los facilitadores, los niños realizan actividades basadas en el desarrollo de múltiples capacidades musicales de forma dinámica.

La iniciativa cuenta a su vez con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), como un aliado estratégico que, “por sus normativas y objetivos es un facilitador de las gestiones administrativas y de la medición de varios parámetros”, como inclusión, igualdad de género, prevención de la violencia, entre otros, según destacó Chambonnet. “Desde el Dipred nos encargamos de facilitarles el salón de clases en nuestras oficinas en Altos de los Lagos en la provincia de Colón y también los instrumentos de lujo que se entregan al finalizar el curso”, apuntó.

Para asegurar la educación musical integral y detallada, el programa consta de cuatro etapas, cada una de tres meses de duración, en las que se prepara a los estudiantes para muestras artísticas como prueba final. Al finalizar las primeras tres etapas, se le asigna a cada estudiante un instrumento musical de cuerda frotada (que el niño ha seleccionado anteriormente), perteneciente a los instrumentos utilizados en la orquesta sinfónica. Luego, el estudiante pasa a la formación de ejecución formal del instrumento y se le asigna un profesor de cátedra.

Este proceso prepara a los estudiantes para formar parte de la Red de Orquesta Pre Infantil. Según explicó Chambonnet: “Inicialmente, el programa fue abierto para los estudiantes del COIF de Altos de los Lagos y, a causa de la pandemia, se adoptó la modalidad virtual. Luego de conversar con los padres del área interesados en que sus hijos formen parte de este proyecto, se están realizando las gestiones pertinentes para dictar las clases a niños de toda la comunidad”.

Pese a que este proyecto empezó como una materia para los estudiantes del COIF de Altos de los Lagos en la provincia de Colón, Chambonnet explicó que se están realizando las gestiones pertinentes para abrir un nuevo espacio de clases, “dirigido a niños que no estén en el COIF y que deseen formar parte de este grupo musical”.

En cuanto a la relevancia educativa: “La música provoca en los niños un aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración; es una manera de expresarse, estimula la imaginación infantil, brinda la oportunidad para que interactúen entre sí y con los adultos, entre otros” (Sarget, 2003). Según un estudio realizado por la Sociedad Internacional para la Educación Musical en 2017, investigadoras argentinas indicaron que “la educación musical en preescolar ha experimentado en las últimas décadas una mayor relevancia en el ámbito global”; esto porque la estimulación musical multimodal influye “positivamente en el desarrollo académico y social de las personas”.

Asimismo, un ensayo realizado por el profesor Arthur J. Reynolds, del Instituto de Desarrollo Infantil de la Universidad de Minnesota, indica que las personas que participan en programas de desarrollo musical a edades tempranas “son menos propensas a las adicciones o a la incidencia criminal”, y manifiestan “una mejor calidad de vida en la etapa adulta”, según fue recopilado en el diario El Tiempo.

Actualmente hay 72 agrupaciones en todo el país, entre coros, orquestas, iniciación musical y de educación especial. Chambonnet indicó que desde Dipred, y junto con la Banda Republicana, se impulsa el programa “Sonidos del barrio”, bajo el lema “Cambiando mi vida a través de la música”.

“Con esta iniciativa buscamos impactar a adolescentes entre 12 a 17 años de edad con instrumentos de viento, cuerda y percusión, y que con estos cursos de distracción puedan convertirse en agentes de cambio en sus comunidades a través de la música. Además, con el apoyo del Ministerio de Cultura buscamos llegar a las zonas de riesgo y vulnerabilidad social que involucre el Panamá de los barrios”, anotó el titular del Dipred.

Desde la entidad se han implementado estrategias orientadas a la inclusión social por medio de planes y programas dirigido a niños, adolescentes y jóvenes en áreas de riesgo social o zonas rojas identificadas en el proyecto país, “Panamá de los barrios”. Este proyecto tiene como objetivo principal brindar herramientas de esparcimiento, recreación y motivación, “con contenido que mejore el entorno de la juventud en cuanto a la salud, convivencia pacífica y justicia social”, comentó Chambonnet.

De igual forma, el titular destacó que la entidad se encarga de la prevención de delincuencia juvenil en tres categorías: El sector primario que conlleva la atención de niños de 6 a 12 años de edad, a quienes se les orienta a aprovechar el tiempo de ocio en forma positiva; el sector secundario, que comprende a adolescentes de 13 a 17 años de edad, a los cuales se les brindan actividades que involucren disciplina y también se les ofrecen talleres de habilidades blandas; y el sector terciario está dirigido a jóvenes de 18 a 29 años de edad. Este grupo en particular recibe habilidades duras para formarlos en materia profesional y puedan en su futuro tener una mejor calidad de vida.

En un informe realizado por el ente, en las Estadísticas de Delitos de Alto Impacto (DAIS) se apuntó que en enero de 2021 el número de delitos cometidos por jóvenes disminuyó “en gran cantidad”, en comparación con las denuncias realizadas en 2020. Entre estos delitos se destacan: violencia doméstica (-17%), violación (-2%), robo (-59%) y hurto (-46%).

Entre las áreas del país más afectadas por los delitos de alto impacto (violencia doméstica [41%], hurto [23%], robo [11%] y violación [7%]) se encuentran: Panamá (1,345), Panamá Oeste (578), Chiriquí (363), y Colón (231). Además, al mes de enero de 2021 se percibió una disminución del 31% en relación con el año pasado, con 20 homicidios menos. Las provincias con mayor índice de homicidios actualmente son: Panamá (26), Colón (13) y Panamá Oeste (3).

Dado esto, Chambonnet hizo hincapié en que se requiere del interés de las familias y los jóvenes para crear nuevas oportunidades de una mejor calidad de vida, a través de “las formas de expresión que los jóvenes utilizan para canalizar sus ideas y sentimientos para relacionarse con el mundo”.

“Nuestros jóvenes requieren ocupar su tiempo en aspectos positivos, que generan esas ganas de sentirse útiles en nuestra sociedad”, apuntó, “por lo cual consideramos que el deporte, el arte y la cultura son las herramientas necesarias para que entre ellos mismos compartan enseñanzas, disciplina, y trabajo en equipo en un ambiente pacífico y seguro”.