Los poderosos e imbatibles NYY de 1927

Actualizado
  • 21/01/2021 00:00
Creado
  • 21/01/2021 00:00
Muchos especialistas de béisbol coinciden en afirmar que no ha existido mejor equipo de los NYY que este. Ellos fueron los imbatibles, los más poderosos que se recuerde como equipo de las mayores

Faltaban dos años para el llamado “crack” financiero que dio paso a la gran depresión económica; todo era bonanza y alegría. En el mundo de las grandes ligas reinaba en 1927 un equipo que se fue convirtiendo en leyenda: los Yankees de Nueva York.

Tras casi un siglo de sus hazañas, siguen siendo portentosos e invencibles los NYY de 1927.

Ese año ganaron durante la temporada regular, 110 juegos de 154, para titularse campeones de la Liga Americana.

Era un equipo blindado con una infranqueable calidad en su pitcheo, fomado por abridores como Waite Hoyt (22 triunfos y 2.63 de ERA), Herb Pennock (19, 3.00), Urban Schocker (18, 2.84), Dutch Ruether (13, 3.38) y Wilcy Moore (19 triunfos, ERA de 2.28 y 13 juegos salvados, en un doble rol).

De este grupo de serpentineros, Hoyt y Pennock fueron exaltados al Salón de la Fama. Junto a los relevistas promediaron una ERA global de 3.20.

La otra sección del blindaje era su muy poderosa ofensiva, encabezada por el dúo de bateadores más temibles y letales que ha tenido el béisbol: Babe Ruth y Lou Gehrig, dos monarcas al bate.

Gehrig empujó nada más y nada menos que 173 carreras, mientras que el Bambino trajo hasta el plato 165 rayitas. Una columna vertebral sólida que secundaban en ofensiva peloteros como Bob Meusel (103 remolcadas), Tony Lazzeri (102), Earl Combs (64) y Mark Koening (62).

Toda una artillería que les permitió anotar 976 veces en los 154 encuentros (6.34 carreras/juego). En imparables su producción fue de 10.8 H/juego, y un promedio de un cuadrangular por cotejo. Una máquina perfecta para producir anotaciones. Además de Gehrig y Ruth, con el paso del tiempo fueron exaltados a Cooperstown: Earl Combs y Tony Lazzeri. En total seis integrantes de ese célebre equipo tienen placa en el templo del béisbol.

Ese año la Serie Mundial fue Yankees vs Piratas; los bucaneros habían tenido récord de 94-60, y enfrentaban a la maquinaria perfecta en una competencia de máximo siete encuentros para ganar cuatro (exactamente como se juega hasta ahora).

Para el conjunto de Nueva York esta serie era una oportunidad única para recongraciarse con sus fanáticos, pues habían perdido la Serie Mundial del año previo, en siete juegos, con los Cardenales de San Luis, y vaya que lo lograron y en grande.

La máquina funcionó a la perfección: Hoyt y Pennock, junto a los otros pitchers mantuvieron a raya los bates de Pittsburgh; de hecho tuvieron una ERA de conjunto de 2.00. Ruth (par de jonrones) y Gehrig (2 dobles y 2 triples) hicieron lo suyo junto al resto de sus compañeros.

Babe terminó con OPS de 1.271 y Gehrig en 1.207. Leña pura y simple. Mark Koening, el shortstop de esos Yankees lo describió palmariamente:

“Ellos nos vieron en su estadio, en la primera práctica de bateo antes del primer juego. Ruth, Gehrig y Meusel iban sacando del parque pelota tras pelota. Los Piratas fueron derrotados antes de comenzar”.

Muchos especialistas de béisbol coinciden en afirmar, que no ha existido mejor equipo de los NYY que este. En verdad sólidos e invencibles .

Tras casi un siglo de su accionar en los estadios, siguen siendo portentosos e invencibles los NYY de 1927.

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