'Curro' Dosman: el cantante que incursionó en el 'ring'

Actualizado
  • 07/06/2021 00:00
Creado
  • 07/06/2021 00:00
'Curro' fue un cantante metido a instructor de boxeo, que en su vida profesional llegó a trabajar con púgiles que dejaron huellas en la historia deportiva de sus respectivos países
Kresh, Curro y Laguna

“Cantaba aceptablemente”, fue la respuesta de Ramón 'Curro' Dosman, un día del año 2002 cuando hablamos, en la que fue una de las últimas entrevistas que dio el reconocido entrenador colonense.

A mi mente llegaron los recuerdos de esta conversación. Esa semana, Dosman había sido objeto de un homenaje en la ciudad de Colón y miembros de la Comibox me hicieron llegar unas fotos de la jornada.

Aún conservo los apuntes de esa plática. Los guardo en el mismo lugar donde están los que hice durante la conversación con el 'Premier' del ring, Isaac Herrera. Ambas notas, por cierto, hechas por teléfono.

Conversar con 'Curro' sobre su vida por algo más de 45 minutos (también anotado en mis apuntes) fue proyectarnos a un Colón que conocimos, al identificar los sitios y establecimientos que mencionó, aunque dejaron de existir con el tiempo.

Fue un cantante metido a instructor de boxeo, que en su vida profesional llegó a trabajar con púgiles que dejaron huellas en la historia deportiva de sus respectivos países. Hablo de los panameños Ismael Laguna y Antonio Amaya, del nicaragüense Alexis Argüello y del colombiano Fidel Bassa.

Es más, se convirtió en el primer entrenador nacido en el istmo, en llevar a un púgil local a campeón del mundo.

Pero, volvamos al principio de nuestra historia, al 'Curro' cantante, la primera voz de su orquesta.

El cantante del amor

“Cantaba aceptablemente. Es más, grabé discos y se escuchaban en Radio Atlántico. Pero allí hubo un fuego y se quemaron todos mis discos. Es por eso que no hay nada grabado”, rememoró el veterano entrenador, en ese momento con 85 años.

Nuestro interlocutor recordó esos tiempos con mucho entusiasmo, sentimiento que percibí claramente en su forma de hablar y de describirlos. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue lo preciso en recordar hechos y nombres después de tanto tiempo.

'Curro' fue la primera voz durante siete años de la orquesta del trompetista Víctor McDonald, hasta que se vio forzado a crear su propio grupo ante la inminente desaparición del primero.

La agrupación era similar a la que solía formarse en los años 40 y 50 en los pequeños bares de Estados Unidos (un piano, una batería, un saxofón y uno o dos cantantes).

“Creé el grupo 'Simplemente Manhattan' porque tenía que comer”, se justificó.

El quinteto musical tuvo ese nombre porque su lugar de operaciones era el 'Manhattan Bar', un bar-restaurante ubicado entre las calles 7 y 8 de la avenida Del Frente en Colón, propiedad de Isaac Kresh, otro soñador enamorado del boxeo.

“Allí iban los parroquianos y disfrutaban de nuestra música”, recordó.

Dosman no solo era su director, sino el intérprete de las baladas para los enamorados, mientras que Juan Coronel era el cantante de las guarachas.

Curro y Argüello

¿Qué canciones interpretaba?, le preguntamos. “¿Recuerda 'Plazos traicioneros'?, esa era una”, me contestó.

También cantó algunos tangos muy populares, pero en tiempo de bolero.

Un gusanillo escondido

Es importante destacar que 'Curro' hasta ese momento, nunca vio su vida ligada a la actividad de las narices chatas, a pesar de que normalmente concurría a los gimnasios a observar los entrenamientos, ya que su hermano Nicanor era promotor en el teatro Strand y el jardín Tropical, dos plazas muy populares.

Como quien no quiere la cosa, el boxeo le entró por otro lado. Cual descuidado púgil, no vio venir la propuesta que le hizo Kresh y de la noche a la mañana se vio enrolado en una actividad que le ocuparía toda su vida.

“Una vez estando en el Manhattan, Kresh me preguntó: '¿Por qué no te vas conmigo a Estados Unidos? Te he observado y me he dado cuenta de que sabes bastante de boxeo'”, recordó.

Kresh, ya para ese entonces un conocido apoderado que, en algunas ocasiones, hacía las veces de entrenador, lo invitó a tomar juntos un curso, para así convertirse en el primer latino en el boxeo panameño, en una época plagada de entrenadores de origen antillano.

Kresh era un colonense de pura cepa, aunque de origen europeo. Un día recaló en Colón y, de allí, a la eternidad.

Pero, volvamos con Dosman.

“Me estudié los cinco libritos que me entregaron en el curso y una vez estuve listo, Kresh me hizo el entrenador principal de su cuadra”, pre cisó.

A los 35 años se hizo cargo de figuras como José Edwin, Edwin Sykes, Justiniano Aguilar, Antonio 'Buchí' Amaya e Ismael Laguna, la máxima figura que tenía el boxeo istmeño.

“A Laguna lo descubrió el chino Mon (Benny Bass), el cocinero del Manhattan. Lo vio deslucir a muchos muchachos en La Playita y me habló de él”, dijo.

“Fue el de mayor y mejores cualidades atléticas. Mi más grande satisfacción la tuve con él, cuando lo llevé a campeón mundial”, admitió.

En efecto, Kresh y Dosman llevaron a Laguna a ganar el título liviano frente al puertorriqueño Carlos Ortiz, en abril de 1965 en Panamá.

Otra gran figura

Pero la historia de la mancuerna Dosman-Laguna terminó ese mismo año, cuando el panameño perdió el título en la revancha con Ortiz en San Juan, Puerto Rico.

El contrato de apoderamiento entre Laguna y Kresh estaba por finalizar, por lo que las partes decidieron terminar la relación tras el descalabro y con ello la relación que el boxeador tenía con Dosman.

No obstante, 'Curro' siguió su trabajo con los otros boxeadores de la cuadra, pero no tuvo la satisfacción de ganar otro título del mundo hasta que, en 1974, conoció al púgil nicaragüense Alexis Argüello.

La noche del 16 de febrero de 1974, tras el fallido intento de coronarse del pinolero frente al panameño Ernesto “Ñato' Marcel, entonces monarca de los pesos pluma, fue invitado a una reunión con los visitantes.

“Usted, qué tiene que decir de la pelea, fue lo primero que me preguntaron los nicaragüenses”, recordó el veterano instructor.

“Argüello se descuidó. Hubo un par de asaltos en que dominó, pero le faltó técnica y conocimiento, les dije casi que de inmediato”, apuntó.

Lo demás es historia. Dosman lo llevó al título mundial nueve meses después frente al mexicano Rubén 'Púas' Olivares.

Tres años más tarde, alejado de la carrera del 'Flaco Explosivo', lo buscaron para enrumbar la del también nica Eddie Gazo, a quien también llevó a coronarse monarca.

Después llegó el último de sus campeones, el colombiano Fidel Bassa, quien se coronó en la división mosca al vencer al panameño Hilario Zapata, e hizo siete defensas.

Tras su trabajo con el colombiano, Ramón Dosman siguió en la brega, pero cada vez más se alejaba de ella, hasta que un día lo dejó para siempre.

Así culminó la carrera de uno de los entrenadores más emblemáticos que tuvo el boxeo panameño, uno que seguirá en la memoria de quienes les apasiona esta actividad.

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