Traumatismos cerebrales avivan la atención en el fútbol

Actualizado
  • 02/12/2020 00:00
Creado
  • 02/12/2020 00:00
El golpeo reiterado del balón con la cabeza, el choque de cabeza con cabeza en la disputa de un balón aéreo, los codazos en el cráneo durante la elevación son, entre otros aspectos, sujetos de revisión reglamentaria
El promedio por despejes con la cabeza está entre 14 y 18 veces por partido en la Liga Española, Ligue 1, Serie A, Bundesliga y Premier, y el de remates a portería entre tres y cuatro ocasiones.

El impacto frecuente en la cabeza que suele implicar la práctica de algunos deportes como el fútbol americano, el boxeo, las artes marciales mixtas, el jockey sobre hielo etc., y que ha puesto en la mira de la investigación médica las secuelas posteriores que causan estos en la vida de los deportistas profesionales, comienza a mirarse cada vez con más advertencia también en el fútbol.

El domingo pasado en el Emirates Stadium de Londres, cuando trascurrían solo 5 minutos del partido Arsenal-Wolves, el delantero Raúl Jiménez, estrella del Wolves, fue a buscar con la cabeza un balón al tiempo que el brasileño David Luiz, defensor del Arsenal, iba con extrema decisión a rechazarlo.

A la inmensa sensación del eco de las voces en el casi vacío estadio, se sumó el impacto de las cabezas, la caída de ambos y el desplome aparatoso sin reacción de Jiménez, con los posteriores momentos de angustia para reanimarlo. Llevado de emergencia a un hospital, sería operado un tiempo más tarde de una fractura de cráneo. Luiz se recuperó de una cortada en la cabeza para continuar en el juego.

Un día antes, el sábado 28 de diciembre, en el diario El País de España bajo la firma de Diego Torres, se había publicado un reportaje con el título 'Los golpes en el cráneo agitan el fútbol'. El periodista partía su exposición con la argumentación del doctor Willie Stewart, quien desarrolló una investigación que luego publicó en un artículo: 'Mortalidad por enfermedades neurodegenerativas en exfutbolistas profesionales'. Su hipótesis: el golpeo regular del balón con la cabeza puede provocar pequeños traumatismos de efecto acumulativo. Algo no demostrado concluyentemente todavía, pero que apunta a la necesidad de desarrollar nuevos protocolos para atender los riesgos que se pueden presentar en el juego aéreo.

Fútbol y cabeza

Desde que nació el fútbol profesional al crearse la Fooball Association por los doce clubes de Londres en la Taberna Freemason's, reglamentando el fútbol el 26 de octubre de 1863, la utilización de la cabeza para el despeje defensivo o el remate a portería ha estado permitida. Aunque se afirma que en los primeros años se utilizaba escasamente porque los londinenses preferían la patada larga del balón por tierra, el forcejeo y el tackle.

El delantero Raúl Jiménez yacía inconsciente en el Emiratos Stadium, el pasado domingo, después de ser golpeado en la disputa de un balón aéreo por David Luiz. Sería operado luego por fractura en el cráneo.

No se sabe con certeza el nombre de quien anotó el primer gol oficial de cabeza, pero el historiador inglés del fútbol Geoffrey Green cuenta en The World Game, que la primera vez que se conoce que un jugador cabeceó a portería una pelota, fue en 1875 cuando un equipo de Sheffield visitó Londres. Los de Sheffield se pasaron la pelota entre ellos, la levantaron y uno de ellos anotó de cabeza, sorprendiendo a sus rivales. Los londinenses consideraron, entonces, de mal gusto golpear el balón con la cabeza.

La historia del balompié ha contado con célebres anotadores de cabeza. Edson Arantes Do Nascimento 'Pelé', fue uno de ellos. De un impecable cabezazo fue suyo el primer gol ante Italia en la final de Copa Mundo México 70, en la cual Brasil venció a Italia 4-1. También de ese mismo torneo se recuerda su remate a bocajarro ante el portero inglés Gordon Banks, que este desvió sobre la línea, jugada que se considera como una de las mejores salvadas de un arquero en la historia de los mundiales.

Panamá ha contado con decisivos e insignes cabeceadores como el recordado Rommel Fernández, Víctor René Mendieta, Julio y Jorge Dely Valdés, Blas Pérez, entre otros. El actual capitán y defensa del Real Madrid, Sergio Ramos, se ha constituido en una baza para el club madrileño en momentos cruciales con sus goles de cabeza. Utilizar la cabeza ha sido pues un recurso alternativo al golpeo con el pie, de un gran valor en el fútbol.

Un momento de inflexión

En Estados Unidos se produjo un momento de reflexión e inflexión en relación a los golpes que reciben los deportistas en la cabeza, después de que el doctor Bennet Omalu demostrara que en la muerte del jugador estadounidense Mike Webster habían influido los golpes recibidos durante su carrera en la NFL. Un hecho que fue llevado al cine en la película La verdad oculta, con la actuación de Will Smith.

Taylor Twellman, exjugador de la selección de fútbol de Estados Unidos, fue uno de los activistas destacados en propiciar el cambio de las normas en el soccer en categorías infantiles allí. En el reportaje de Torres de El País, Twellman destaca que, en 2013: “Muchas federaciones nacionales de fútbol nos criticaron por prohibir en Estados Unidos que los niños menores de 12 años cabeceen el balón en los entrenamientos”. “Lo importante no fue prevenir que los niños cabecearan el balón, sino que se golpearan entre ellos. El mayor riesgo de lesión cerebral en el fútbol se produce cuando hay una disputa por un balón aéreo. Ahí es donde se sufren más del 60% de los traumatismos graves. Cabeza contra cabeza, codo contra cabeza, o golpes similares. Hasta el momento no se ha podido establecer científicamente que cabecear el balón repetidamente produzca demencia”.

Si miramos lo sucedido a Raúl Jiménez el pasado domingo, el aspecto que parece más inmediato a atacar es precisamente el señalado por Twellman sobre las lesiones que se producen en la disputa de un balón aéreo, con jugadores que cada día tienen un mayor desarrollo atlético debido al alto porcentaje de horas desarrollado en los gimnasios, que se pueden hacer mucho daño con un codazo, con un choque cabeza a cabeza o un 'simple' manotazo en la cara a la hora de elevarse.

En febrero de este año, las federaciones de Irlanda del Norte, Escocia e Inglaterra, prohibieron que los niños menores de 12 años golpeen el balón con la cabeza durante los entrenamientos.
Una reglamentación nueva

La Internacional Football Association Board (IFAB), el órgano de la FIFA encargado de preservar o modificar las reglas del juego, recibió de su panel de médicos expertos la sugerencia de aprobar una sustitución extra durante los partidos en los que un futbolista sufra un golpe en la cabeza, a la cual pareciera va a dar luz verde. Una solicitud que para algunos, como Vincent Gouttebarge, médico del sindicato mundial de futbolistas Fifpro, resulta una tibia solución pues abogan por optar por la ampliación del periodo de revisión médica –que hasta ahora es de solo 3 minutos para determinar los síntomas de una lesión cerebral–, adoptando una regla que sea análoga con la del rugby de 10 a 12 minutos en el protocolo para establecer si hay síntomas de lesión.

Y que además el jugador involucrado pueda ser sustituido temporalmente por otro durante el chequeo y en caso de estar en condiciones de reincorporarse al juego, lo pueda hacer de nuevo; actualmente un jugador que ha sido sustituido no puede ingresar de nuevo al partido. Por ahora no se ha logrado avanzar en este sentido con la IFAB.

En cuanto a las medidas preventivas, aunque no haya todavía pruebas médicas concluyentes, para evitar que los jugadores en las categorías menores puedan desarrollar algún tipo de lesión cerebral a largo plazo, desde el pasado mes de febrero las federaciones de Irlanda del Norte, Escocia e Inglaterra, se han sumado a la posición adoptada al respecto por la federación estadounidense desde 2013, prohibiendo que los niños menores de 12 años golpeen el balón con la cabeza durante los entrenamientos, medida que será gradual hasta llegar a los 16 años.

Esta medida no se aplica en el desarrollo de los partidos. En los Países Bajos, el club Ajax ha reglamentado la utilización de balones de gomaespuma en las categorías infantiles para la práctica del golpe con cabeza.

Lo relevante del momento es que la atención de los jugadores sobre las consecuencias que puede generar el juego aéreo, va sumando apoyos y mantendrá abierto el debate en busca de un cambio radical en el protocolo y el reglamento.

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