Batalla campal por los 350 megavatios de la discordia

Actualizado
  • 13/10/2015 02:01
Creado
  • 13/10/2015 02:01
La adjudicación de una licitación a AES, a través de su filial Gas Natural del Atlántico, desató una ola de quejas por supuestas irregularidades

En noviembre, la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa) debe presentar un nuevo acto público para adjudicar la emisión de 350 megavatios de energía y potencia, la licitación LPI 02-15. Sin embargo, aún no termina por resolverse la situación con la licitación LPI 01-15 que se le otorgó el pasado 7 de septiembre a Gas Natural del Atlántico, una filial de AES en sociedad con el Grupo Motta.

Desde el momento en que se declaró ganador a Gas Natural del Atlántico, los reclamos de los participantes del acto no se hicieron esperar.

Las quejas, principalmente, se centran en que AES, supuestamente, para asegurarse la licitación, presentó una oferta desleal en donde el precio propuesto es tan bajo que nisiquiera cubre los costos.

Según los denunciantes, no es porque AES quiera poner un negocio para perder; sino, para, simplemente garantizar la generación de 350 megavatios más (ya manejan el 24% de las concesiones hidroeléctricas) y terminar teniendo una posición dominante en el sector, lo que les permitiría manipular los precios y el mercado.

Esa fue la postura de Jorge Castellanos, gerente de International Panama Power Corp (IPPCO), una de las 27 compañías que licitaron: ‘La oferta de AES es engañosa y atrevida y no tiene ningún sustento. Es ilegal utilizar un precio por debajo de tu precio por debajo de tu costo en el mercado para echar a un lado a la competencia, para tener posición dominante y, entonces, apretar las cosas'.

El gerente de IPPCO aduce que ‘AES en Panamá quiere adueñarse del sector energético. Ya tienen posición dominante y quieren pasar del 25 al 60%. Además, le están apostando a una siguiente licitación que saldrá en cuatro meses por otros 350 megavatios. Quedarían con 700 megavatios en proyectos nuevos. Tendrían casi el 80% del sector panameño. Eso es tener posición dominante y manipularían el mercado'.

Inmeditamente, Miguel Bolinaga, gerente local de AES, negó lo dicho por Castellanos: ‘No hay forma de que lleguemos al 90% [del control del mercado], ni siquiera al 40%, aunque la ley lo permite. No es verdad que podremos intervenir en el mercado'.

Las cifras de AES indica que la compañía estadounidense, en este momento, tiene 22% de las hidroeléctricas y el 2% de la energía térmica del país. En el 2018, cuando Gas Natural del Atlántico empiece a generar, deberán tener un 36% entre ambos tipos de energía (15% de energía hídrica, y 11% de térmica).

Sin embargo, aunque Bolinaga desmienta a Castellanos, no es mentira que AES está interesada en los otros 350 megavatios que se licitiarán, pues la empresa de origen estadounidense ya ha calculado cuál será la participación total en el mercado panameño para el 2020 de ganarse ese acto público: 33%.

El gerente de Etesa, Iván Barría Mock, considera que dar por hecho que Gas Natural del Atlántico se ganará el contrato por los otros 350 megavatios es un error y destaca la cantidad participantes que hubo en el primer acto público como una garantía de un libre mercado: ‘Con la apertura que hay, hoy en día, AES no tiene esa fuerza dominante. Ahora hubo 27 ofertas. Nadie garantiza que AES se ganará la segunda oferta'.

Yonadav Buber, de Gator Partners Latam, otra de las empresas participantes, aunque destaca la gran cantidad de oferentes, no coincide de todo con el gerente de Etesa: ‘Hubo 27 ofertas, eso le dio más validez. Dudo que esa participación se repita si las cosas se mantienen como ahora. Hay un monopolio al que no puedes vencer'.

Buber es de la posición que AES tiene un monopolio porque: ‘Si vemos las licencias y concesiones del mercado de generación energética, y la energía eólica y solar, AES tiene más del 50% del mercado, más allá de lo que dice la ley en Panamá'.

El gerente de Gator se refiera a la explicación que dio Barría Mock para descartar una posible posición dominante de AES: ‘el límite de 25% solo aplica a concesiones de hidroeléctrica o geotérmicas. En este caso es una planta térmica, no es concesión'. A pesar de que legalmente no hay un problema, Barría Mock admitió que la situación no es del todo perfecta: ‘La ley que regula esto tiene más de veinte años. No estoy diciendo que sea lo correcto, pero es lo que es. Hasta que nadie la cambie, eso es lo que reina. Nunca se pensó que habría esta diferencia'.

La interpretación de la ley es un elemento que varía tanto dependiendo de quién lo vea que, la licitación LPI 01-15 podría llegar hasta la sala tercera de lo Contencionso- Administrativo de la Corte Suprema de Justicia.

Por lo menos, eso es lo que han dicho los representantes de Pentacle Energy —otra de las compañías que presentaron oferta para los 350 megavatios— que harán.

‘Será la Corte la que determine quién de los dos tiene razón: la pretensión del ganador o nuestra pretensión', comentaban los abogados de Pentacle a este diario.

Según Ramón Palacios, uno de los voceros de Pentacle Energy, las autoridades están dándole un sentido distinto a la palabra ‘licencia' y ‘concesión' de energía cuando, en realidad, la ley que regula el tema de la generación la ley 6 de 1997, , utiliza los conceptos de una forma indistinta: ‘El artículo 69 de la ley 6 habla de concesiones cuando se trata de generación hidroeléctrica. Cuando se trata de generación térmica (gas, petróleo, carbón) se utiliza la palabra licencia... El verbo concesionar se refiere a la liberalidad que te da el Estado para generar', argumenta Palacios.

La justicia panameña no es la única a la que esta licitación se enfrentará. Jorge Castellanos, de IPPCO, informó a este diario que ya ha presentado denuncias a la justicia de Estados Unidos, pues tanto AES como la empresa que él gerencia provienen de aquel país.

En noviembre, cuando se anuncie la segunda licitación de 350 megavatios se sabrá qué sucederá. Hasta el momento, lo único seguro es que Gas Natural del Atlántico, AES, va por por ese segundo acto público, pues, como indicó el propio Miguel Bolinaga ‘la ley lo permite'.

Habrá que ver si lo sucedido en septiembre afectará de alguna manera el interés de las empresas generadoras en participar

‘A nosotros nos interesa que hayan muchas empresas licitando, no solo una, porque, entonces, sí lo consideraríamos un fracaso para todos', comentó una fuente gubernamental del sector energético que solicitó la reserva de su identidad.

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