Proponen un plan estratégico para reforzar la educación técnica en Panamá

Trazar un plan con acuerdos específicos para lograr la creación y actualización de políticas públicas que impulsen las carreras técnicas en el país, fue la propuesta a la que llegaron especialistas en educación superior y empresarios.

Las conclusiones se dieron en el marco del panel La formación profesional y técnica superior: ¿Se cumplen las demandas laborales por las competencias?, que organizó la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), como parte del Foro de Educación 2024, este miércoles.

La propuesta de crear un plan para impulsar las carreras técnicas, según Víctor Costella, director del Centro de Formación Profesional del Instituto Técnico Don Bosco, es esencial porque Panamá enfrenta una tasa de desempleo juvenil (15-29 años) del 54,3%, cerca del 17% de los estudiantes logra graduarse en un nivel universitario y el 90% queda buscando cómo tomar algún tipo de carrera para integrarse a la sociedad.

Aunque Costella atribuye todas estas consecuencias a que en el país existe un sistema educativo que discrimina a los jóvenes, cree que con la creación de un plan con acuerdos específicos y que determine el rol de cada una de las instituciones involucradas se podría continuar con la línea de acción: insertar a más jóvenes en un campo laboral, que tiene altas demandas en carreras como mecánica, plomería, soldadura, informática, diseñador gráfico, entre muchos más.

“Si trazamos una hoja de ruta en un mediano, corto y largo plazo, estaríamos evitando que dentro de 10 años tengamos las mismas discusiones. Al final lo que queremos es ver a los jóvenes aportando al país, con espacios y empleos. Eso es lo que queremos”, subrayó el director del Centro de Formación Profesional del Instituto Técnico Don Bosco.

Dentro de este proceso, Milena Gómez, gerente educativa del Instituto Técnico Superior del Este (ITSE), indicó que también está la relevancia de hablar de rutas formativas y nuevos modelos de formación, ante la brecha que existe entre lo que entrega la academia y lo que necesita el sector productivo. Explicó que con este tipo de diagnóstico el país puede amplificar modelos sobre cuáles son las nuevas competencias que se deben incorporar para la educación de la vida.

“Aquí está el secreto de todo, de que tenemos que hablar de educación para la vida, de que estamos en la economía del conocimiento. De hecho, es un factor importante desde el punto de vista de la formación técnica, respecto a la automatización, nuevas tecnologías y redes 5.0, que ponen en el centro a la persona”, mencionó Gómez.

Añadió que lo importante es estar conectado con la necesidad del sector productivo, ya que no solo se habla de formar, sino también de desarrollar innovación y emprendimiento, a través de la facilitación de conocimientos y los ambientes de nuevos negocios, que aunque pueden ser tradicionales estarían enfocados en ser innovadores y con base tecnológica.

“Hago un llamado a derribar esas barreras que hay entre el sector productivo, la academia, gobierno y sociedad civil. Tenemos que trabajar en colaboración e internacionalización porque este es un tema país”, recomendó la gerente educativa del ITSE.

Otras claves para el éxito hacia la creación de un plan para las carreras técnicas estarían enfocadas a la alineación, colaboración, articulación e invitación, según Karin Sempf, CEO y fundadora de Innova Nation.

Sempf destacó que se deben seguir creando los espacios para que los jóvenes se preparen para el futuro, pero para ello, dijo, se debe ser más ágil en acciones desde las empresas, padres de familia y organismos. “Los jóvenes piden confianza. Hay que conectar con ellos, a través de la comunicación y proyectando con las oportunidades que se den desde las empresas que buscan habilidades y competencia. Hay que seguir con la colaboración”, señaló.

Rafael Segistan, gerente general de Distribuidora David, como representante del sector empleador, coincide con Sempf en que todo se trata de colaboración porque la educación es un elemento importante para el desarrollo de un país.

Como empresa, saben que tener la capacidad de recibir a jóvenes con educación técnica es una ventana para darle la oportunidad de poder superarse y así alejarse de los riesgos sociales.

“Queremos que se profesionalicen y tengan ese ingreso que les permita salir de la pobreza y avanzar en la vida, como todo ser humano merece. Por lo tanto, acciones como la de crear un plan nos responsabiliza a todos de unirnos para que se logre en este país tener una educación de calidad y jóvenes formados con las competencias necesarias”, reflexionó el empresario.