Bolsonaro, el extremista que conquistó Brasil

Jair Bolsonaro, candidato del ultraderechista Partido Social Liberal, ha sacudido la política brasileña con su aplastante victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, pero con él se repite una historia que ya fue contada en Estados Unidos (EE.UU.) en 2016.

La conquista de los votos por parte de Bolsonaro, no solo parece evidenciar la profunda crisis democrática que atraviesa Brasil, sino que demuestra que las tácticas para enfrentar a este polémico personaje se han mostrado inefectivas.

Sus opositores optaron por emplear una estrategia similar a la utilizada por el Partido Demócrata de EE.UU. en contra de Donald Trump durante los comicios estadounidenses de 2016.

Al igual que Trump, a Bolsonaro se le ha atacado por sus comentarios incendiarios contra las mujeres, afrodescendientes, indígenas y la comunidad LGBTI.

Sin embargo, esto solo ha logrado cosechar la idea entre sus partidarios -como fue el caso de Trump-, que Bolsonaro es un político ‘antisistema' y el azote de las corruptas élites políticas involucradas en casos como el ‘Lava Jato'.

INCENDIARIO

Jair Bolsonaro es un asiduo usuario de la popular red social de Twitter.

El candidato ultraderechista ha sido señalado por sus comentarios racistas y sexistas.

El aspirante ha prometido una reforma fiscal y reducir el número de ministerios en su Gobierno.

En este sentido, pese a su larga trayectoria en el Congreso, Bolsonaro se presenta como un político ‘limpio'. frente a una clase política salpicada por escándalos de corrupción.

Como si eso fuera poco, Bolsonaro es un asiduo usuario de la popular red social Twitter y además suele cargar contra los medios de comunicación (nuevamente, como el mandatario estadounidense y su continua carga contra las fake news ).

La comparación no termina allí. Al igual que Trump una de las propuestas de este polémico político brasileño es una reforma fiscal ‘para los que pagan mucho paguen menos', reporta El Clarín .

Esta y otras medidas, como la reducción de ministerios y la privatización de empresas estatales, apuntan a disminuir los gastos públicos, lo mismo que busca Trump.

En lo único que parece acordar con su oponente, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores, es en retomar y profundizar la política de integración regional.

De modo que la historia se repite, solo que con distintos nombres: Trump, Bolsonaro, Duterte, etc.