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- 29/06/2010 02:00
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TEHERÁN. El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad dijo ayer que Teherán no mantendrá negociaciones con Occidente sobre su disputado programa nuclear sino hasta finales de agosto, después del festival musulmán del Ramadán, para ‘castigar’ a los poderes mundiales por imponer duras sanciones económicas mediante el retraso de las conversaciones sobre sus planes nucleares.
‘Es un castigo para enseñarles una lección, para que sepan cómo mantener un diálogo con nuestra nación’, afirmó.
Cuando se lo consultó sobre qué haría Irán si sus buques fueran inspeccionados, el presidente de línea dura dijo: ‘Si cometen el más mínimo error definitivamente tomaremos represalias’. Sin dar detalles.
El líder iraní también implantó tres condiciones para una eventual reanudación de las negociaciones, diciendo que países que quieran participar deberían dejar claro si se oponen al supuesto arsenal atómico israelí, si apoyan un tratado de no proliferación nuclear y si quieren amistad o una relación de hostilidad con Irán.
Occidente sospecha que el programa nuclear de Irán está diseñado para producir armas nucleares, aunque Teherán lo niega diciendo que sólo busca combustible y usos medicinales.