La “piratería” financia el crimen organizado

Actualizado
  • 22/12/2015 01:01
Creado
  • 22/12/2015 01:01
Barrios como El Dorado son dominados por pandillas dedicadas a la venta de productos falsificados. La fiscalía investiga 500 expedientes

En el último año, la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Propiedad Intelectual se ha incautado de más de $130 millones en productos falsificados, ofrecidos a la venta de manera indiscriminada en las calles de la ciudad de Panamá.

De acuerdo con informes de inteligencia, el dinero que se obtiene en este tipo de transacciones se utiliza como ‘‘caja menuda” para el financiamiento de organizaciones criminales que también se dedican a la compra de armas y blanqueo de capitales.

‘Detrás de un disco compacto falsificado hay una historia de droga, tráfico y hasta pornografía infantil', afirmó Ricauter González, fiscal de propiedad intelectual.

En una rueda de prensa realizada ayer, el Ministerio Público de Panamá advirtió que en este tipo de negocios participan los carteles, bandas y pandillas, con el fin de camuflar sus crímenes y atentados con la seguridad ciudadana.

‘Estas organizaciones delictivas no pagan sus deudas con dinero en efectivo, sino con productos y mercancía falsificada lista para la venta', explicó González.

El monto incautado en el último año por el MP representa una cifra igual al 5.6% del presupuesto gubernamental 2015 destinado para inversión social.

LAS INVESTIGACIONES

Hasta ahora, la Fiscalía de Delitos contra la Propiedad Intelectual mantiene 578 expedientes sobre venta ilegal de mercancía falsificada. El 58% de los casos han requerido de detenciones preventivas.

El epicentro de este crimen está en el Primer Distrito Judicial (Panamá, Colón y Darién).

No obstante, como en el caso de las drogas ilegales, para desarrollar estas actividades también se dan luchas por el territorio.

Se ha confirmado, por ejemplo, que los puntos de ventas ilegales ubicados en el corregimiento de Bethania o en el vecindario de El Dorado son dominados por una pandilla cuyo centro de operación se ubica en el barrio de San Joaquín. Esta impide a cualquiera que no sea uno de sus miembros operar en este sitio.

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‘Detrás de un disco compacto falsificado hay una historia de droga',

RICAUTER GONZÁLEZ

FISCAL

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