La Estrella de Panamá sobrevive un año de ‘Lista Clinton'

Actualizado
  • 05/05/2017 02:05
Creado
  • 05/05/2017 02:05
Con creatividad y perseverancia, los colaboradores de la editorial han logrado mantener las operaciones del centenario diario panameño. 

Un año después de la inclusión de La Estrella de Panamá en una ‘lista negra' elaborada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), y a pesar de las graves amenazas que se ciernen sobre el futuro de sus operaciones, ‘La Decana' sigue comprometida con el periodismo independiente como un legado a la sociedad panameña a la que se debe desde hace 168 años. Así lo ha hecho saber el presidente del Grupo Editorial El Siglo & La Estrella de Panamá (GESE), Eduardo Quirós, al frente de la campaña para que los diarios dejen de sufrir las consecuencias de las sanciones administrativas de EE.UU. a su principal accionista.

Desde el 5 de mayo de 2016, cuando el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América incluyó a Nidal y Abdul Waked y a 68 de sus empresas supuestamente vinculadas a una red de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico en la denominada ‘Lista Clinton' contra el blanqueo de activos, La Estrella de Panamá y su periódico hermano El Siglo sortean restricciones que limitan su fundamental trabajo.

El desconocimiento de lo que se estaba enfrentando era absoluto.

‘Los problemas son muchísimos, son inimaginables, son cotidianos y los enfrentamos con mucha creatividad, con una enorme convicción de que la razón nos asiste',

EDUARDO QUIRÓS

PRESIDENTE DE GESE

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos de América estableció pautas estrictas: ‘Todos los activos de estos individuos y entidades que estén bajo la jurisdicción de Estados Unidos o bajo control de personas estadounidenses están congelados y de forma general se prohíbe que personas estadounidenses participen en transacciones con ellos'. Era una sentencia de muerte económica.

‘En solo cuestión de horas, se retiraron los proveedores, los anunciantes, los bancos cerraban las cuentas... La primera batalla fue hacer entender que los diarios tenían una licencia de operación, por lo que ningún empresario estaba en peligro de sanción', recuerda Quirós sobre el primer día de este año largo de calvario.

‘Era algo impensable, la moral se viene abajo', agrega el presidente de GESE sobre la ‘espada de Damocles' que representa la ‘Lista Clinton' que todavía amenaza la continuidad del centenario diario panameño.

A favor de que los diarios ‘no están involucrados en lavado de dinero' está el mismo embajador de EE.UU., John Feeley, quien sostiene haber intervenido para que la OFAC concediera las dos últimas licencias a los medios de comunicación, la más reciente del 5 de enero al 13 de julio de 2017, aunque después de que el grupo editorial tuviera que sacrificar parte de su equipo profesional y reducir su tirada y espacio editorial.

‘Ha sido solo con el trabajo bien hecho, el esfuerzo redoblado y la certeza de que tenemos una buena causa que hemos podido salir adelante', corrobora Quirós, sin poner en riesgo la esencia e independencia de ambos periódicos.

De su lado puso ‘la transparencia , la normalidad y la defensa de la libertad de expresión', dijo, con la tranquilidad de que la operación se ha mantenido con los ingresos de publicidad. ‘Hemos tenido que reducir nuestros gastos porque también se han reducido nuestros ingresos. Nadie nos está regalando nada, aunque los problemas son muchísimos, inimaginables y cotidianos', apuntó Quirós.

GESE ha perdido casi el 25% de su fuerza laboral, tras tener que desprenderse de 65 colaboradores.

La falta de recursos de todo tipo, reconoce Quirós, ‘nos ha obligado a enfrentar los problemas con mucha creatividad y para eso contamos con un equipo excepcional que ha sabido dar la batalla y estar a la altura de las difíciles circunstancias'.

DICIEMBRE, CRUCIAL

En esta carrera de largo aliento, con las secuelas de la ‘Lista Clinton' como pesadísimo lastre, La Estrella de Panamá ha documentado su propia historia y ha informado a sus lectores con su inexcusable objetividad sobre la evolución del ‘caso Waked', como lo bautizaron otros medios, aún sabiéndose ante la posibilidad de un cierre definitivo.

‘Lo más difícil ha sido controlar el estrés laboral. Los que estamos en la redacción lo vemos, pero todos hemos demostrado templanza y compromiso', aseguró el directivo que dijo tener ‘un equipo de lujo'.

La sociedad panameña ha respaldado solidariamente la decisión de los diarios de mantener la batalla por la libertad de expresión, aun enfrentándose a un contendiente colosal.

Las suscripciones han aumentado, en respuesta a una campaña para capitalizar la empresa y la publicidad también ha vuelto, con las limitaciones de la precariedad con la que se está elaborando el diario, menos páginas y la imposibilidad de la necesaria pre-venta para ajustar campañas y tarifas.

‘Los ciudadanos comprendieron que ‘La Estrella de Panamá' es un baluarte de este país y no vamos a dejar que caiga, no durante mi gestión', indicó decidido Quirós.

Y aunque la última edición del diario más antiguo del país se había anunciado para el 6 de enero de 2016, fecha marcada por EE.UU. como límite para la licencia general de operación, la rotativa del centenario diario volvió a encender la máquina para agradecer al país su significativo apoyo.

‘Sin la compañía de nuestra audiencia, de nuestros lectores, de nuestros columnistas, de nuestros colaboradores y anunciantes, no hubiéramos conseguido esta prórroga', indicó Quirós, no sin recalcar que la mejor prueba de vida del diario la da su relevancia informativa.

La decisión ha sido ‘seguir adelante', día a día, siguiendo la agenda informativa y ‘escribiendo la historia', concluye Quirós, quien espera que, como el ‘ave Fénix' que renace de sus propias cenizas, La Estrella de Panamá pueda continuar su labor periodística ‘al menos por 168 años más'.

CONFIANZA

En la actualidad, las visitas a los portales del Grupo GESE superan los dos millones, y las páginas vistas, que miden el interés de los lectores por los contenidos , están por encima de los siete millones.

De acuerdo a las más populares herramientas de medición, La Estrella de Panamá recibe un 43% de nuevos lectores y el 70% de la audiencia es panameña. En el ranking mundial de la calificadora ‘Alexa', ‘La Estrella de Panamá' está entre los tres primeros puestos de popularidad.

‘NUESTRA BANDERA ES LA TRANSPARENCIA Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN', QUIRÓS

En 2016, cuando La Estrella de Panamá se posicionaba como el más importante de los medios de comunicación del país, por la ganada independencia y la objetividad de sus publicaciones, le cayó la ‘Lista Clinton'.

Renovar su reputación había costado mucho a la dirección del medio, por el antiguo abierto respaldo a los intereses de la dictadura militar en época de las Fuerzas de Defensa de Manuel Antonio Noriega.

Las dudas sobre la operación financiera de su principal accionista fue un golpe que no se preveía con repercusiones inéditas en la historia de la centenaria publicación.

‘Me ha tocado vivir una situación inédita. Nadie se prepara para algo así. (...) No hay un manual al que recurrir para ver qué significa esto de la Lista Clinton. (...)', relata ahora Eduardo Quirós, el presidente del Grupo Editorial GESE, al que se incorporó en 2011.

Toda su experiencia política, como ministro y director de la Junta del Canal de Panamá, además de su trayectoria de abogado y catedrático universitario, fue necesaria para convencer, como lo ha hecho dentro y fuera del país, que la empresa a su cargo no está involucrada en actividades ilícitas.

‘Esto es una injusticia', sostiene quien, además, se ha formado en la ley, por lo que asumió la decisión de salvar los periódicos del colapso económico que provoca la sanción de EE.UU. que, sin embargo, no ha llevado el caso ante los tribunales.

La transparencia y la normalidad (dentro de lo posible) han sido los pilares en los que ha sustentado su trabajo, explica, no sin dejar de reconocer que ha tenido que tomar decisiones amargas para defender el legado de ‘un medio imprescindible para entender la historia del país'. En este complejo proceso, el presidente de la editorial tuvo claro que los diarios no podían perder su naturaleza. Y concluye que si el periodismo pierde su independencia se convierte en un panfleto, en una campaña, en proselitismo...

Quirós esta convencido de que las sanciones de la OFAC inciden directamente en la inclaudicable libertad de expresión de los panameños y ha hecho de ese derecho un estandarte en la lucha que lidera. Triste es, considera, que en esa defensa de principios universales, deba Panamá enfrentarse al país que mejor ha sabido abanderar todas las libertades a lo largo de su historia. Desde esa perspectiva, Eduardo Quirós considera que es el Gobierno de EE.UU. el que debe entender que no puede forzar el cierre de un periódico, y menos uno como La Estrella de Panamá , con 168 años, que empezó su publicación en inglés y con el propósito de informar a los aventureros que cruzaban de una costa a otra del continente a través del istmo, en época del ‘fiebre del oro' de California. ‘Si no hay otra solución, nos merecemos una licencia permanente o al menos una por cada año de vida del diario más antiguo del país y el tercero en español del continente', recalcó el abogado, ante la próxima extinción de la tercera licencia de operación del diario, que vence el 13 de julio.

Como abogado, el presidente de GESE no admite la situación a la que se ha sometido a los diarios, más aún cuando no hay una justificación ni un debido proceso,

Quirós ha defendido la causa del Grupo (que también edita el tabloide popular El Siglo ) en foros nacionales e internacionales y ja conseguido el apoyo de los principales sectores de la sociedad, grupos políticos, la academia y foros gremiales como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), además del respaldo de la Comisión Interamericana de DDHH, a través de su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión.

‘Nadie pone en duda que este es un problema de libertades; las libertades y los derechos del pueblo panameño', recalca Quirós, seguro de que esta batalla la justicia está de su lado.

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