Reforma constitucional

La promesa de campaña del presidente Juan Carlos Varela fue la convocatoria de una Asamblea Constituyente. En el camino, empero, se ha cambiado a una reforma constitucional. Cierto es que mucha, muchísima gente clama por una constituyente y los más osados quieren una que sea originaria; es decir, aquella que cambie todo el status quo. Pero también es cierto que hay que ser más inteligentes: necesitamos lograr los cambios puntuales sin afectar ni causar traumas a la población y a nuestra economía. Urgentes sí son cambios en el sistema de justicia, que es el que permite que haya impunidad. Tenemos un sistema presidencialista que manda descaradamente en los demás órganos del Estado y los jueces y magistrados se pliegan a los mandatos del presidente de turno. Lo peor es que hay quienes se benefician del caos y por tanto, no quieren cambios. Prefieren las cosas como están, porque hacen más negocios y el brazo de la justicia no les llega. El presidente Varela ha hablado de reformas a la Constitución. La ventana es oportuna para hacer esos cambios necesarios. Necesitamos que nuestra justicia esté regida por hombres y mujeres probos e idóneos y no seguir con funcionarios que bailan al son del que manda en la Presidencia. ¡Este es uno de los puntos que requiere que se recoja en la nueva Constitución!