Usuarios quieren saber cómo opera el Metrobús

Actualizado
  • 13/03/2013 01:00
Creado
  • 13/03/2013 01:00
PANAMÁ. En la terminal de Albrook solo dos cosas deambulan por la noche: el viento álgido que golpea y las caras largas de los que esper...

PANAMÁ. En la terminal de Albrook solo dos cosas deambulan por la noche: el viento álgido que golpea y las caras largas de los que esperan un Metrobús. Y cuando llega, genera drama. La gente hierve. El bus va ‘En Tránsito’. Otro se prende para Los Andes-Tumba Muerto y uno más para Los Andes-Vía España. 22 se van ahí, aunque ese no sea su destino. La unidad de la ruta que la mayoría espera sabrá Dios cuándo viene.

‘Esto es modernidad’, ironiza una mujer. David Ramírez, dirigente del Movimiento 23 de Octubre, la secunda. ‘El Metrobús tiene un secretismo único... ¿por qué no revelan su plan operativo? ¿Por qué no dejan de andar ‘a lo que Dios quiera’?’, se pregunta.

Esas interrogantes han llevado a la agrupación de usuarios a solicitar al gobierno de Ricardo Martinelli que someta a licitación la contratación de una compañía que audite los procesos internos que aplica la empresa Mi Bus para operar sus vehículos.

Según dice, los mil 200 buses del nuevo sistema están siendo fiscalizados manualmente, lo que propicia errores en su operación.

En su lugar, sugiere, deberían hacerlo con el sistema GPS, lo que permitiría a la empresa saber dónde están los buses atascados, cuánta gente va en ellos, y resolver. ‘La frecuencia y el itinerario del Metrobús no funcionan’, agrega.

El Movimiento 23 de Octubre abogó, además, ante el Ministerio de la Presidencia, por la contratación de otra empresa que asesore a Mi Bus. Más ahora, cuando la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) ha decidido que el viernes el Metrobús tomará la operación de nueve rutas donde aún funcionan ‘diablos rojos’.

‘DE ESO DEBE ENCARGARSE EL TRÁNSITO’

La propuesta del Movimiento 23 de Octubre coincide con las observaciones de Sandra Escorcia, la primera directora de la ATTT en el gobierno Martinelli.

Ella, una arquitecta de profesión, cree que en el Tránsito no hay alguien ‘que se ponga a evaluar si los cambios que se están haciendo son los correctos’.

‘Nadie sabe si lo que se está aplicando está bien o mal’, plantea. Lo dice al calor de las noticias que dan cuenta de cambios de última hora en el recorrido de rutas de alta demanda, como Veranillo, y de la ‘falta de transparencia’ en el manejo del sistema.

Escorcia reclama que las administraciones que le sucedieron no implementaron un proyecto que dejó para ‘tecnificar’ la institución con la adquisición de softwares para simular los escenarios que provocarían trabas a las propuestas para modernizar el sistema de transporte capitalino, y desde los cuales se podrían analizar soluciones viables.

Con eso de base, la exdirectora de Tránsito sostiene que es la propia institución la que debería encargarse de la fiscalización de las operaciones del Metrobús y no ponerlo en manos de tercero.

‘Hay que rectificar lo que hace falta... en plan tenía muy en el centro al usuario, integrar los buses con los trenes’, advierte.

‘SE ESTÁN DICIENDO LAS VERDADES A MEDIAS’

Y así como Escorcia y Ramírez, el dirigente de la fenecida Corporación del Transporte de Pedregal (Corpotraped), Dionel Broce, cree que las autoridades no han hablado con seriedad sobre cómo está funcionando el sistema ni reconocen las fallas que están dominando el escenario.

‘La cantidad de buses que se negociaron —mil 200— no va a cumplir con la capacidad de pasajeros que hay en la ciudad (alrededor de 700 mil)... la empresa ha presionado al gobierno para que le entreguen las rutas’, dijo el lunes en el Noticiero Estrella.

Broce sostiene que los tranques vehiculares en las periferias de la ciudad están cabildeando la agria realidad del nuevo sistema de transporte.

El portavoz de Mi Bus, Michael Caballero, coincide con el exdirigente del transporte. ‘Por eso a veces no hay buses y luego salen varios juntos’, explica.

Según el ministro de la Presidencia, Roberto Henríquez, el tráfico está obligando que los metrobuses reduzcan su velocidad promedio cinco kilómetros por hora.

El director de la ATTT, Roberto Moreno, asegura que una vez el Metrobús se complete, se aplicarán soluciones al problema de la frecuencia. El lunes próximo darán una ‘primicia’ sobre la fórmula para controlar al sistema de buses que, apuesta, reemplazará a los más de 3 mil ‘diablos rojos’ que han circulado en la capital desde el principio de la dictadura militar.

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