Instituto Nacional trata de recuperar la paz perdida

Padres de familia de los estudiantes del Instituto Nacional que participaron en las últimas protestas violentas solicitan que les otorguen a sus acudidos una medida cautelar distinta a la detención preventiva; piden casa por cárcel.

El Ministerio Público los investiga por los actos vandálicos que dejaron un profesor y una estudiante con quemaduras de segundo grado.

El Ministerio Público mantiene detenidos a 11 institutores por terrorismo y otros delitos como asociación ilícita para delinquir, lesiones personales y daños a la propiedad privada. Hay otro adulto no estudiante investigado por su participación.

Enrique Clark, veterano comentarista deportivo, es uno de los acudientes que ha estado en los medios de comunicación alzando su voz para lograr medida de casa por cárcel para su nieto institutor detenido desde el 16 de julio. El argumento es que los jóvenes son inocentes y tienen derecho a la educación.

HECHOS

El 7 de julio, un grupo de estudiantes del llamado ‘Nido de Águilas', de una forma desordenada, salió a trancar las vías y en sus alrededores causaron vandalismo. En la parte interna del plantel, unos jóvenes lanzaron una bomba casera que provocó quemaduras de segundo grado al profesor Arturo Adames en el pecho, rostro y brazos, y a una estudiante.

El lunes 13 de julio, la ministra de Educación, Marcela Paredes, presentó una denuncia penal ante el Ministerio Público.

El Ministerio de Educación (Meduca) informó ayer que con su proceso administrativo diez estudiantes fueron suspendidos por un periodo de diez días y otros tres fueron retirados voluntariamente del plantel educativo. Ningún estudiante fue expulsado.

La salud de Adames, de 61 años y profesor de educación física, sigue mejorando en su casa, debido a que debe regenerar la piel quemada.

El docente le ha pedido a la ministra que le brinde un tiempo para recuperarse y así evitar una recaída. Además, el gimnasio donde dicta clases es caliente y hay mucho polvo, lo que le puede afectar .

El cuerpo docente del Nido de Águilas, que reclamó el 9 de julio seguridad al Meduca para reiniciar las clases suspendidas por dos semanas, siente tranquilidad. La profesora Ileana Harper indicó que los docentes se sienten un poco más seguros con las unidades de la Policía de Menores y Adolescentes que se mantienen dentro del colegio desde el 22 de julio, cuando reactivaron las labores educativas.

La garantía de la seguridad, según Harper, es que si pasa algún incidente, los agentes intervendrían.

Sin embargo, el movimiento estudiantil Fer-29 denunció, el 31 de julio, que el colegio quedó sumido en un cerco policial que demuestra la ‘‘mordaza y la represión” que querían las autoridades.

La Asociación de Profesores de la República pidió que se investigue bien los hechos para que no paguen personas que no estuvieron involucradas. ‘A los responsables, que las autoridades les apliquen la ley, porque se puso en peligro vidas humanas'.

Solo por el delito de terrorismo, la pena es de veinte años de cárcel, sin contar las otras penas.