Entre maullidos y cantos

Actualizado
  • 18/12/2009 01:00
Creado
  • 18/12/2009 01:00
PANAMÁ. La intensidad de la luz de la sala disminuye lentamente, acentuando una escenografía que representa un basurero urbano. A las 8:...

PANAMÁ. La intensidad de la luz de la sala disminuye lentamente, acentuando una escenografía que representa un basurero urbano. A las 8:16 p. m. , las luces se apagan completamente y unas sombras empiezan a correr por los pasillos del Teatro Anayansi, sorprendiendo al público con sus luminosos ojos verdes. Es parte de los 25 artistas que integran el elenco de “Cats”, el musical de más larga duración en la historia de Broadway.

Segundos después, hacen su aparición los Jellicles, una tribu de felinos que una vez al año se reunen para celebrar un ritual en el que Deuteronomy, el líder del colectivo, deberá seleccionar un gato que al final de la noche renacerá y empezará una nueva vida.

Luego de aproximadamente unos 10 minutos de cantos y danzas inspiradas en movimientos gatunos, los bailarines se detienen súbitamente con ambos brazos hacia arriba, mientras uno de ellos se arrastra sobre el escenario pregonando: “Hay un hombre ahí con una mirada de sorpresa”. La frase le indica a los fotógrafos que deben bajar sus lentes.

Uno de los momentos más esperados de la noche fue la interpretación por parte de Anastasia Lange, que encarna Grizabella, una glamorosa gata que perteneció en algún momento a la tribu de los Jellicles, del tema “Memory”, escrita por Trevor Nunn, el director original de este musical compuesto por Andrew Lloyd Webber y que está basado en el libro Old Possum´s Book of Practical Cats de T. S. Elliot.

Por más de dos horas, todo un repertorio de personajes felinos desfilan por el escenario, cada uno con su propia personalidad: el extrovertido Growltiger, el enigmático Mistoffelees, el furtivo Macavity, el melancólico Asparagus, quien extraña sus días de gloria como gato de teatro, etc.

Evitada por sus antiguos compañeros, Grizabella se entrega a la añoranza de mejores días. Al final de la historia, gracias a la intervención de Deuteronomy, la gata ascenderá a un cielo dominado por una parduzca luna llena sobre una llanta siguiendo el llamado hacia otra vida. Cada pieza de escenografía ha sido diseñada de acuerdo a escalas felinas, no humanas.

“Debo esperar el amanecer/debo pensar en una nueva vida/Y no debo rendirme/Cuando la mañana venga/Esta noche será un recuerdo también/Y un nuevo día comenzará”, entona magistralmente Lange, cautivando a la nutrida audiencia que se dio cita para el estreno de esta obra, ganadora de siete premios Tony, que tuvo lugar el pasado miércoles.

A través de la redención de Grizabella, “Cats” ofrece un mensaje de tolerancia, de que se deben evitar las categorizaciones fáciles. Al igual que lo seres humanos, cada felino es distinto, posee su propia personalidad. Estas diferencias enriquecen a la tribu de Los Jellicles, al igual que sucede en la sociedad de los hombres.

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