El Magisterio Panameño Unido, ‘un ejemplo para la sociedad’

Mejorar las condiciones precarias en las que vivían los educadores fue el principal objetivo del Magisterio Panameño Unido durante su creación. A pesar de la crisis que se vivía en aquella época, lograron ser un referente para la sociedad en la década de 1940.

‘Magisterio Panameño Unido: ejemplo de la sociedad panameña organizada en la década de 1940’ es una investigación del programa de residencia de investigación 2023 del Centro de Investigación Histórica Antropológica y Cultural AIP-Panamá.

El propósito de esta investigación era estudiar la organización fundada por mujeres: el Magisterio Panameño Unido, desde su origen en 1944 hasta 1949, lustro en el que un grupo de maestras logró un cambio importante para el magisterio panameño, explicó la investigadora Betzy González.

Era importante conocer sobre el Magisterio Panameño Unido porque es una de las organizaciones que poco o nada se sabe de su participación en aspectos políticos. También enterarse de sus características, su desenvolvimiento nacional y los aportes que este movimiento de mujeres hace a la sociedad panameña, destacó González durante la presentación de la investigación en el teatro Anita Villalaz.

La investigadora Betzy González detalló las penurias por las que atravesaron los maestros desde el punto de vista histórico. “En la sociedad panameña, en la década de 1940 prevalece la inestabilidad política, se desarrollan unas elecciones muy controvertidas, golpes de Estado. A lo largo de la década hay una crisis política que termina al finalizar esos años, y la inestabilidad política es la característica de ese tiempo en que emergió la organización”.

Desde el punto de vista social, agregó González, es una sociedad que tiene que enfrentar, paralelo a la inestabilidad política, los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Organizaciones como el Magisterio Panameño Unido van a sufrir enormemente las consecuencias de la guerra y además enfrentarán los altos costos de la vida.

Antes de la creación del Magisterio Panameño Unido, ya existían organizaciones que se dedicaban a la protección del educador, pero sin lograr grandes cambios en las condiciones de los maestros. En 1910 surge la Asociación Nacional de Maestros. En 1920 se estableció la Asociación de Maestros Rurales. En 1922 se crea la Asociación de Maestros de la República. Estas organizaciones surgen porque ya había problemas con los salarios y las infraestructuras en las escuelas en donde desempeñaban sus labores, comentó.

“La junta directiva de la Asociación Nacional de Maestros de la República estaba dirigida por hombres, a pesar de que la gran mayoría de las afiliadas eran maestras. La profesión estaba feminizada, pero la dirigían los hombres”.

El Magisterio Panameño Unido se estableció formalmente el 6 de octubre de 1944. Las maestras que estaban dentro de esta organización ya habían participado de las otras asociaciones de maestros. Otro porcentaje significativo participó de organizaciones feministas, inclusive la principal dirigente, Sara Sotillo, formó parte de la junta directiva del Centro Feminista Renovador de 1922. “Es decir, que las maestras tenían experiencia en organizaciones políticas y feministas. Esta experiencia la utilizarán para la organización que ellas van a tener”.

“Las integrantes del Magisterio Panameño Unido realizan por primera vez una petición al Ministerio [de Educación] sobre las condiciones precarias en las que viven, porque la situación de aquel entonces era muy limitada. Y encima de eso, la inestabilidad laboral en la que vivían, ya que cada año tenían que enfrentar un vaivén. En este período, la política estaba [inmersa]. Dependían del político de turno los nombramientos de los docentes”.

Las mujeres desde 1942 se organizan y salen a protestar ante la condición precaria en la que vivían. En esa época no tenían derecho al sufragio, pero sí a más participación pública. Esto les va a servir a ellas para organizar el Magisterio Panameño Unido desde 1942. “Esto no les fue nada fácil, pero en 1944 lo logran”.

Cuando el Magisterio Panameño Unido se crea, lo hace a través de una red, poniendo en práctica el ejemplo de la organización del Partido Feminista: personalizado. El Magisterio Panameño Unido comienza en la capital y se van creando capítulos en casi todas las provincias. “Las mujeres estudian juntas, trabajan juntas, y esto les sirvió para establecer la organización”.

Las maestras le escriben a la coordinadora general, Sara Sotillo, para darle a conocer sus interés en formar parte de la organización. “Algunas manifestaban su preocupación de ser destituidas y también indicaban su temor por haber recibido amenazas cuando estaban en la organización feminista. A pesar de todas las adversidades, lo construyeron”. “En el estatuto del Magisterio Panameño Unido estaba el bienestar del maestro, que para ese momento no tenía ningún tipo de condición social aceptable. Las organizaciones anteriores, si bien habían estado luchando, no habían logrado que los políticos tomaran en serio sus peticiones, las cuales se habían agudizado en el contexto de la guerra. El maestro tuvo una doble labor: enseñar en las escuelas, y dar seminarios a la población. Además de quedarse en las capitales para acudir ante cualquier llamado”.

Esta situación que enfrentaron los maestros impulsa a que las mujeres de este gremio se unifiquen para crear esta alianza. “A todos los profesionales de la época les subieron los salarios, pero a los educadores, no. En 1930 les redujeron sus salarios, y para 1945 aún no se los habían restituido. La situación era muy crítica”.

El principal objetivo del Magisterio Panameño Unido era mejorar las condiciones para el educador, remarcó González. “Buscaban la solidaridad entre los maestros para que trabajasen juntos. Este punto es importante, porque las experiencias previas en referencia a organizaciones estaban desinteresadas. Era tanta la decepción, que durante la guerra, muchos maestros abandonaron la profesión y se fueron a trabajar en la Zona del Canal. Y mucha gente no preparada y sin títulos se va a trabajar en las escuelas, esto hace que la situación se agudice más”.

Otro propósito era lograr que el Magisterio Panameño Unido tuviera un estatus dentro de la sociedad, porque se sentían totalmente marginados, lamentó la investigadora.

En 1946 logran su principal meta: aprueban la Ley Orgánica de Educación. Con esto, por primera vez, los maestros van a tener estabilidad y un buen salario. Y en 1949 las maestras salen en defensa de esta ley, porque les daba seguridad y esto se estaba alterando.

En cada una de las coyunturas políticas que hubo, las maestras estuvieron presentes. Por ejemplo, en la asamblea constituyente, las maestras fueron las que educaron a las personas sobre cómo ejercer el derecho al sufragio de forma correcta, explicó.

También, participaron en el proyecto de alfabetización. Hubo dos proyectos y las maestras salieron espontáneamente a capacitar a las personas. Ellas lograron comprar acciones en la clínica hospital San Fernando. Construyeron la barriada del maestro. Tuvieron un banco para que los maestros no fueran víctimas de los prestamistas que los explotaban, añadió.

“Se logra un cambio en la sociedad; es un antes y un después del Magisterio Unido Panameño. A esta organización le interesa mejorar la educación, mejorar las condiciones del maestro y que el nivel de la educación se eleve. La organización participó activamente y tiene un reconocimiento en la sociedad por lo vertical que se mantuvo”, concluyó.