El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, estrechan la mano a los trabajadores de emergencia tras una mesa redonda con funcionarios locales y personal de primera respuesta en el Happy State Bank Expo Hall de Kerrville, Texas.
AFP
La tragedia en Kerr revivió cuestionamientos a la agencia de emergencias y obligó al presidente a reconsiderar sus planes de desmantelamiento ante la presión pública
El presidente estadounidense, Donald Trump, viajó este viernes al condado de Kerr, en Texas, epicentro de las recientes inundaciones que han dejado más de 120 víctimas fatales, incluidas al menos 20 menores que se encontraban en un campamento juvenil. Según reporta el diario español, El País, la visita se dio en medio de duras críticas por la lentitud en la respuesta del Gobierno federal y tras la polémica sobre el futuro de la agencia de emergencias FEMA, cuya eliminación había sido planteada por el mandatario meses atrás.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el gobernador de Texas, Greg Abbott, y la primera dama, Melania Trump, se reunieron con funcionarios locales y personal de emergencias cerca del río Guadalupe, tras las devastadoras inundaciones ocurridas en la zona durante el fin de semana del 4 de julio, en Kerrville, Texas.
En declaraciones a la prensa antes de abordar el Air Force One, Trump calificó el desastre como “algo espantoso” y, ya en el lugar, aseguró que “nunca había visto nada igual”, en referencia al desbordamiento del río Guadalupe, que arrasó con infraestructuras y cobró decenas de vidas a lo largo de su recorrido.
Durante su visita, Trump se reunió con rescatistas y funcionarios locales en Kerrville, capital del condado, donde elogió los esfuerzos desplegados en la búsqueda de los más de 160 desaparecidos, aunque evitó responder preguntas sobre las fallas del sistema de alerta temprana y el rol de FEMA. Al ser cuestionado por un periodista, respondió que “solo una persona malvada haría una pregunta así”, actitud que ha sido duramente criticada por medios y congresistas demócratas.
Pese a que FEMA fue activada, informes difundidos por CNN revelan que la agencia tardó más de 72 horas en desplegar equipos de rescate urbano debido a nuevas políticas que requieren la aprobación directa de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, incluso para gastos menores.Noem acompañó a Trump durante el recorrido por la zona.
Además, el alcalde de Kerrville, Joe Herring, expresó su molestia al señalar que nunca recibió información clara sobre el despliegue federal, mientras que legisladores opositores han solicitado una investigación formal sobre la actuación de FEMA y las consecuencias del recorte presupuestario impulsado desde el Ejecutivo.
La tragedia ha cambiado el rumbo de las decisiones presidenciales: lo que en junio parecía un plan en firme para eliminar progresivamente a FEMA, ahora ha sido pospuesto. Trump incluso firmó este viernes la ampliación de la declaración de desastre a ocho condados adicionales, lo que habilita ayuda financiera para tareas de reconstrucción.
La crisis se agrava ante la amenaza de nuevas lluvias torrenciales este fin de semana, con alertas activas que elevan el nivel de riesgo en la región. Mientras tanto, persiste la indignación por la ubicación del campamento juvenil en una zona vulnerable al desbordamiento del río, decisión que las familias afectadas cuestionan severamente.
La situación pone en evidencia la tensión entre la política de recortes impulsada por la Casa Blanca y la creciente frecuencia de desastres naturales asociados al cambio climático, lo que expertos consideran una combinación peligrosa para la gestión de emergencias en el país.