Carmen Miró y el embarazo adolescente

Imagen tomada de Wikipedia
  • 05/11/2025 00:00

No se puede hablar de demografía en América Latina sin mencionar a la científica social panameña Carmen Miró. Sus aportes a esta disciplina abarcaron campos institucionales, teóricos y políticos, además de su papel central en la formación de las primeras generaciones de demógrafas y demógrafos en Latinoamérica, impulsando la creación de centros para el estudio de la población en esta región.

El principal aporte realizado por Carmen a la demografía, y por el que sigue siendo reconocida a nivel mundial, fue haber demostrado la importancia de la variable poblacional en los planes de desarrollo de los países. Lo hizo con una profunda visión social y de derechos humanos, alejándose de las discusiones que en ese entonces situaban a la población como un obstáculo para el desarrollo. Para resumir esa idea argumentó sólidamente que “no existen los problemas de población, sino población con problemas”. Su visión crítica permitió enfocar las discusiones sobre el desarrollo en la variable población, y en cómo desde acciones de política pública deben buscar reducir las condiciones de injusticia social que afectan de manera desproporcionada a ciertos grupos de población. Para ella, el objetivo de las políticas públicas no debía ser el crecimiento económico, sino el bienestar social y la reducción de las desigualdades.

Desde su perspectiva crítica demográfica abordó el principal “problema de población” en la región en la década de los sesenta y setenta, la fecundidad alta (la mortalidad había iniciado su descenso). El análisis dominante, de corte neomaltusiano, defendía que el crecimiento de la población condicionaba el crecimiento económico, por lo que proponía el control de la fecundidad como solución. Carmen cuestionaba este análisis y sus políticas, defendiendo que las medidas de control de la natalidad no mejorarían por sí solas los niveles de desarrollo si no se combinaban con otras medidas que permitieran superar las desigualdades y asegurar el bienestar social. Desde esta posición crítica reconoció que hay sectores de población con graves problemas de pobreza, y esta no depende de sus altos índices de fecundidad sino más bien al contrario, invirtiendo así la mirada al problema: “No es cierto que los pobres sean muy pobres porque tienen más hijos, lo que es cierto es que tienen muchos hijos porque son pobres” (Carmen Miró, 1999). Eso significó ver la causa como consecuencia, es decir, la alta natalidad de los grupos sociales más empobrecidos como consecuencia de su falta de acceso al bienestar y, en general, como consecuencia de la desigualdad social que generaba el modelo económico de desarrollo capitalista y la aplicación de políticas neoliberales en los países latinoamericanos.

En los años ochenta y noventa, otro “problema de población” ganó relevancia en la región: el embarazo adolescente. Aunque Carmen Miró no lo abordó directamente, su pensamiento y argumentos teóricos nos permiten reinterpretar este fenómeno hoy desde una mirada crítica. Precisamente en su país de origen, Panamá, el discurso dominante tiende a generalizar el fenómeno y a centrarse en sus consecuencias negativas: la deserción escolar, los problemas de salud materno-infantil o la pobreza, más que en la problematización de sus causas estructurales.

Los aportes de Carmen Miró permiten un cambio de perspectiva: pasar de la estigmatización y la generalización a la comprensión de las condiciones y contextos en los que tiene lugar la reproducción temprana, abordando de manera crítica el efecto que tiene el acceso condicionado a servicios clave en la población adolescente y, muy particularmente, la vulneración de derechos, las desigualdades sociales y la falta de bienestar de la población. Es precisamente este enfoque el que caracteriza a una corriente de investigadores/as sociales en la región que plantean una posición “contrahegemónica” a los estudios sobre el embarazo adolescente, con los que puede reconocerse una genealogía de pensamiento crítico demográfico iniciado por Carmen Miró.

Releer sus textos permite parafrasear sus grandes citas sobre dinámicas demográficas para aplicarlas al embarazo en la adolescencia. Así su “no hay problemas de población, sino población con problemas”, podría adaptarse hoy para reconocer que el embarazo en la adolescencia, más que un problema de las adolescentes o un problema en sí mismo, muestra o indica que éstas tienen problemas. La cuestión a la que nos invita es si esos problemas están siendo realmente atendidos y, sobre todo, qué los origina.

Los aportes de Carmen a los estudios de fecundidad siguen siendo vigentes hoy más que nunca, ofreciéndonos elementos para problematizar la llamada “crisis de la fecundidad”, permitiéndonos entender que el problema no es en sí la baja en el número de nacimientos, sino en las condiciones en las que estos ocurren o no ocurren, que incentivan a que los individuos puedan cumplir o no sus ideales reproductivos.

Este artículo se basa en el capítulo titulado “El pensamiento de la demógrafa Carmen Miró en el estudio crítico del embarazo adolescente: una genealogía” del libro “Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas” (CIEPS y CLACSO), que es parte del proyecto Pioneras de la Ciencia en Panamá, financiado por la SENACYT.