¿Cómo cambiar una constitución? (II)
- 13/07/2025 23:00
La fecha que hoy se conmemora a nivel mundial, nos evidencia la urgente necesidad de un cambio constitucional que solo puede seguir siendo negado por aquellos cuyos intereses particulares, importan más que los intereses del país.
Como ciudadanos, no podemos seguir eludiendo —como se ha hecho por más de 50 años hasta el presente— el proceder a la tarea y al compromiso tan importante para nuestro presente y nuestro futuro, que significa participar en un proceso de cambio constitucional.
En un artículo reciente (12 de julio de 2025 www.elsiglo.com) planteo que: Panamá no puede ser solo un Canal. El pueblo panameño es mucho más que eso y, por eso, es que necesitamos con urgencia el entorno que permita un proceso de diálogo, debate y discusión para que se deje a un lado la imposición, la autocracia y la corrupción rampante. ¡Necesitamos un verdadero cambio constitucional!
Ese cambio constitucional debe de estar basado en las genuinas y planificadas vocaciones del país —muy desaprovechadas hoy día— y amoldadas dentro de una estructura política que sirva principalmente al manejo estatal adecuadlo para beneficio de todos.
Hoy por hoy, toca ser exigentes en la recuperación de los valores fundamentales que requiere una comunidad política y definir los objetivos correspondientes. No podemos continuar dándole la espalda a los inmensos progresos que está dando la humanidad, en medio de la revolución de la inteligencia que vivimos hoy.
No podemos, ni debemos dejar de recalcar que el constitucionalismo es hoy, el instrumento más que apropiado para la lucha contra lo autoritario y arbitrario, a través de una tan necesaria, real y efectiva, participación ciudadana, que es el elemento básico e indispensable para la democratización y control de las desfasadas irracionalidades del poder político.
La empresa criminal conjunta que gobernó durante el último quinquenio dejó al país en una absoluta disritmia económica y social, de la cual no se puede salir tan fácilmente. No podemos pretender que el gobierno pueda, por sí solo, alcanzar la solución de los problemas reinantes con las estructuras jurídicas existentes, cada día más desfasadas
Con la participación ciudadana, sin exclusiones, podemos lograr ello cambio constitucional que nos permita deshacernos de unos Órganos del Estado ya desfasados y superado por el tiempo. Se requiere un órgano Judicial despojado de la corrupción y de las prácticas contrarias a los derechos y garantías fundamentales, sociales, culturales, políticas, etc. que nos pertenecen. Un Órgano Legislativo verdaderamente representativo y desunido de tantos privilegios y prebendas y, hoy en día, disfuncional. Un abandono del hiperpresidencialismo y un Ejecutivo menos burocratizado que empantana las necesarias acciones para modernizar las estructuras del Estado.
Ha llegado la hora de la participación ciudadana para poder dar el salto cualitativo y cuantitativo en beneficio de todos y de nuestra calidad de vida, dejando atrás las inaceptables desigualdades socioeconómicas que aún prevalecen, y que tanto daño colectivo hacen.
Caminemos por el sendero de la convivencia pacífica, practiquemos sin miedo el debate democrático y hacer de Panamá, con una nueva Constitución, la casa de todos sin exclusiones.