Decidir hoy para proteger el océano de mañana
- 31/10/2025 00:00
El futuro de los océanos exige una acción urgente y colectiva. Esa fue la convicción que reunió a científicos, expertos y representantes gubernamentales y comunitarios en el marco de la Semana de Francia en Panamá, durante el conversatorio Blue Talks – Seguimiento de la UNOC3. Más que un intercambio académico, este espacio se convirtió en un llamado a transformar compromisos en realidades.
El océano, pilar de la vida y motor de nuestras economías, enfrenta hoy amenazas sin precedentes: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Los compromisos asumidos en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC3) por Panamá, Francia y más de 170 países trazan un rumbo claro. Esos compromisos solo tendrán sentido si se traducen en resultados concretos.
La ciencia no puede seguir siendo un discurso aislado. Es el cimiento que debe guiar las políticas públicas. Y estas, a su vez, solo adquieren legitimidad si responden a las necesidades de la sociedad. Apostamos por un ciclo virtuoso: la investigación orienta las decisiones; las políticas sirven a la ciudadanía; y la sociedad se involucra activamente en la generación de conocimiento y acción colectiva.
Desde la ciencia, la política y las comunidades, reiteramos la urgencia de impulsar una economía azul sostenible e inclusiva. Una economía que incorpore los saberes de comunidades locales e indígenas, que fomente la innovación tecnológica, involucre al sector privado y que forme a las nuevas generaciones como guardianes de este patrimonio común.
La resiliencia costera ya no es una opción, es una necesidad. Ante el aumento del nivel del mar y los desastres climáticos, debemos proteger a las comunidades más vulnerables, garantizar la seguridad alimentaria y apostar por soluciones basadas en la naturaleza.
En esta tribuna reafirmamos cuatro compromisos:
1. Fortalecer la cooperación científica, universitaria, gubernamental y comunitaria en el ámbito marino-costero.
2. Contribuir al diseño de políticas públicas basadas en evidencia científica y en diálogo con la sociedad.
3. Tejer alianzas entre Estados, academia, sector privado, sociedad civil y comunidades para cumplir los compromisos de la UNOC3 y otros foros globales.
4. Crear espacios de formación, divulgación y participación ciudadana, convencidos de que la ciencia debe ser motor de desarrollo sostenible.
El mensaje es claro: proteger el océano no es tarea de unos pocos, es una responsabilidad colectiva. La ciencia provee las herramientas, la política el marco y la sociedad la energía vital para transformar compromisos en realidades.
Hoy, más que nunca, necesitamos actuar juntos. El futuro de nuestras costas, nuestras comunidades y nuestras economías depende de ello.
