El acto indispensable contra la doble amenaza existencial del Irán radical
- 19/06/2025 00:00
El mundo se encuentra en una encrucijada histórica, en el minuto noventa, antes del estallido nuclear de Irán. En los últimos meses, el régimen iraní ha acelerado su programa de armamento nuclear a un ritmo que no tiene precedentes. Según los últimos informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Irán ha acumulado suficiente uranio altamente enriquecido para producir nueve bombas nucleares, un arsenal que podría convertirse en arma, en tan solo tres semanas si no se controla. No se trata de una amenaza lejana, es un peligro presente e inminente.
Simultáneamente, el régimen de los ayatolás ha comenzado a ampliar su arsenal balístico para convertirse en el más grande del Medio Oriente y para alcanzar rápidamente más de 10.000 misiles, con alcances de hasta 2.500 kilómetros y la capacidad de llegar a la profundidad de Europa. La implacable búsqueda de tecnología de misiles por parte del régimen radical iraní, incluyendo ojivas con capacidad nuclear, refleja una clara amenaza que pone en peligro a todo el mundo libre.
Durante más de cuatro décadas, la República Islámica ha sido el principal patrocinador de terrorismo del mundo y una fuerza desestabilizadora en el Medio Oriente. A través de sus proxys: Hezbolá en el Líbano, Hamás en Gaza, las milicias en Siria, Irak y Yemen, Irán ha exportado el caos a través de los continentes. Su mano ha estado detrás de los ataques contra civiles desde Bulgaria, hasta Tailandia y Argentina. La estrategia es clara: proyectar poder, mediante un modelo de guerra por delegación que debilita a los Estados, expandiendo el extremismo y socavando el orden internacional.
Esta encrucijada histórica nos brinda una clara opción: una acción limitada ahora contra la doble amenaza radical iraní de armas nucleares y misiles balísticos, o el riesgo de una catastrófica guerra mundial nuclear más tarde. El mundo libre no debe verse disuadido por las amenazas y los trucos diplomáticos de este régimen radical, y debe impedir que se aproxime más a un arsenal nuclear. Retrasarlo, es jugarse la vida y el futuro de millones de personas en todo el mundo.
El régimen iraní nunca ha ocultado sus ambiciones genocidas hacia Israel. El tamaño de Irán es 80 veces más grande que Israel y con una población nueve meses mayor, lo que subraya el carácter de David y Goliat de esta confrontación. No obstante, Israel, defensor en la primera línea del mundo libre, no permanecerá impasible ante esta amenaza existencial inminente. Mientras el régimen iraní y sus proxys atacan deliberadamente zonas civiles densamente pobladas de Israel, Israel está operando, dirigiendo sus ataques contra objetivos militares y terroristas, golpeando la cabeza de la serpiente. Israel está unido en su disposición a responder con firmeza, a pesar del alto costo, a fin de impedir que Irán lo destruya y desencadene una devastación mucho más allá del Medio Oriente. Esta no es una acción contra el pueblo iraní, sino una acción contra el régimen radical de los ayatolás que lo oprime.
El mundo no puede permitirse más vacilación e inacción. Actuar contra los programas de las bombas atómicas y los misiles balísticos del régimen de los ayatolás iraníes, no solo es indispensable sino un imperativo moral. Israel hace lo que se debe hacer.