El Cuerpo de Bomberos en la Independencia del Istmo

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  • 28/11/2025 00:00

El 3 de noviembre de 1903 se logró la tan ansiada independencia del Istmo de Panamá de la Gran Colombia y la creación de una nueva república. El abandono por parte del gobierno central de Colombia, el anhelo de autodeterminación y el rechazo del senado colombiano al tratado Herrán Hay en septiembre de ese año fueron factores definitivos que desencadenaron una serie de acciones valientes y representativas del sentir popular. Una de estas fue el decidido apoyo del Cuerpo de Bomberos de Panamá a la causa separatista.

Fundado en 1887, el Cuerpo de Bomberos de Panamá contaba en 1903 con un poco más de doscientos cincuenta hombres, todos voluntarios al servicio de la institución. La Guardia Permanente, integrada por bomberos remunerados, no sería creada hasta 1909. El comandante era el reconocido empresario y propietario de La Estrella de Panamá, don José Gabriel Duque, quien asumió la comandancia tras la repentina muerte en agosto de 1903 del banquero y comerciante David H. Brandon.

En ese entonces, el Cuerpo estaba organizado en cuatro compañías: “Panamá No. 1”, “Florencio Arosemena No. 2”, la Compañía de Hacheros “Guillermo Whitehorne No. 3” y la Compañía Salvadores “Ricardo Arango No. 4”. Además, contaba con una sección de ambulancia, a cargo de un capitán médico.

Al conocer los planes separatistas, el comandante Duque convocó a la oficialidad y a la tropa del Cuerpo de Bomberos, quienes acudieron en plena movilización en apoyo a la causa de la independencia. Fueron los bomberos, personajes voluntarios, altamente patriotas y dispuestos a defender la causa, quienes se encargaron de convocar al pueblo a manifestarse en las calles en respaldo a la separación.

El 3 de noviembre de 1903, los miembros del Cuerpo de Bomberos empuñaron las armas para salvaguardar la nueva república y su orden institucional. Mediante telegrama de 3 de noviembre, Oscar Malmros, cónsul americano en la ciudad de Colón, informaba: “el cuerpo de bomberos de Panamá está bien organizado y es favorable a la revolución”.

Esto coincidía con un reporte del capitán G. B. Humphrey y al teniente Grayson Mallet Prevost Murphy, quienes habrían visitado Panamá unos meses antes y habrían informado “que en aquella ciudad se había organizado una compañía de bomberos que en el fondo estaba destinada para una organización militar revolucionario”. Estos datos fueron recogidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en el Libro Azul: documentos diplomáticos sobre el Canal y la rebelión del Istmo de Panamá, publicado en 1904.

El día 4 de noviembre, muchos de los bomberos fueron dados de alta como miembros del Batallón Segundo del Istmo.

En una misiva del 20 de noviembre de 1903, el jefe del Ejército Nacional, Esteban Huertas, comunicaba al general Nicanor de Obarrio, ministro de Guerra y Marina, la propuesta del comandante Duque en nombre de la Junta de Oficiales: reorganizar militarmente el Cuerpo de Bomberos y ponerlo a disposición del Gobierno para que, en caso necesario, cumpliera funciones de guardia urbana. Así se cimentó el compromiso inclaudicable del Cuerpo de Bomberos con la nueva República y la nación panameña.

Mediante la Ley 28 de 1918, durante el gobierno de Belisario Porras, se reconocieron los servicios del Cuerpo de Bomberos de Panamá como una institución altamente humanitaria y benéfica, destacando su participación decisiva en el movimiento del 3 de noviembre de 1903. En virtud de ello, se autorizó el uso del pabellón y escudo de la República en sus actividades.

A 138 años de su fundación, el Benemérito Cuerpo de Bomberos sigue siendo parte fundamental del ideario nacional y del más alto sentido de servicio. Como patriotas, sus heroicos esfuerzos continúan siendo ejemplo de valor, compromiso y patriotismo, inspirando a mantener viva la tradición de servicio que ha marcado nuestra historia como nación.