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El zafarrancho del arroz o la guerra de las galaxias

Varios camiones están a la espera de la descarga de 463.227,69 quintales de arroz en cáscara que descargará el buque Ananya Naree. Cedida
  • 07/08/2025 00:00

He leído con suma atención y detenimiento la excelente cobertura y entregas periodísticas que ha realizado la Lic. Mileika Lasso sobre la situación del arroz, en el diario La Estrella de Panamá, desde hace casi dos meses. Una exposición clara del desarrollo de los acontecimientos que iban ocurriendo, abarcando casi todos los aspectos de la problemática del preciado grano, lo que representa para la economía local y en particular el sector agropecuario, además de la seguridad alimentaria nacional. Igualmente, otros medios informativos han desplegado sus comentarios al respecto.

La primera expresión del encabezado titular alude en una de sus acepciones más comunes, significa desorden, estropicio, destrozo, desbarajuste. El otro hace alusión a una conocida saga de películas populares o episodios de combates intergalácticos donde hay choques interplanetarios entre seres humanos, pero en lejanas galaxias. No son titulares estrafalarios o estrambóticos, ni mucho menos amarillistas o sensacionalista, al contrario, guardan estrecha relación con la problemática del rubro alimenticio por excelencia en todas las mesas panameñas.

El zafarrancho ocurre en nuestro país y la guerra de las galaxias, también se produce, no fuera del sistema solar, sino en el terruño. Ambas tienen sus características generales, pero valga el símil. Ha sido un problema de vieja data y permanente dichos sucesos, casi se repiten todos los años, con algunas variantes girando en torno a la cadena agroindustrial del cultivo del arroz y todo lo que ello implica: selección del terreno, preparación de tierra, superficie de siembra, casas comercializadoras de venta de insumos, control de plagas, malezas y enfermedades, fertilización, cosecha, producción, rendimiento, procesamiento, molinería, importación, intermediarios, precios, almacenamiento, comercialización, distribución, venta y consumo del grano.

Los antecedentes, muy sintetizados, que reinciden anualmente, ya indicados quizás se reinicien o comienzan los primeros amagos de los conflictos, el día 23 de junio del presente año, cuando se realiza una reunión del Comité de la Cadena Agroalimentaria del Arroz, en donde los productores rechazan por unanimidad el acuerdo del pasado 5 de junio en que se autorizaba la importación de 1,1 millones de quintales de arroz en cáscara, que iba a ingresar en agosto, pero que declararon de “ilegal”.

Luego, acontecieron varias situaciones; de que no existía el quorum reglamentario, solo 8 de los 15 miembros originales firmaron el acta de desaprobación, hubo dificultades para que los productores accedieran a un salón de reunión en el MIDA, decidieron hacerlo afuera en los terrenos adyacentes a las instalaciones de la institución. Una reunión que se iba a realizar fue cancelada, enviando nota de suspensión con anticipación. Hubo dimes y diretes, tira y jala, aprieta y afloja, dame que te doy; todo en sentido figurado, sin llegar a consecuencias extremas, algunos gritos altisonantes. Reuniones adentro y afuera, idas y venidas, comunicados. Pugnas por doquier.

Posteriormente se sucedieron toda una serie de escaramuzas, con los ingredientes arriba mencionados; nadie quería ceder, existencia o discrepancia en cuanto a la cantidad de importaciones, volúmenes de compra y venta. La adquisición por parte de unas seis empresas que importaron 463.227 qq de arroz pagando el arancel del 90 %. La llegada del buque granelero Ananya Naree de Uruguay y que no fue aprobado por la Cadena Agroalimentaria. Error numérico por parte de APA —Agencia Panameña de Alimentos— de un contingente, pero que después fue corregido aceptando la equivocación. Luego. más recientemente se comenzó a hablar de “barcos fantasmas”, irregularidades, supuesta violación a las leyes para la importación. (Ley 47 de 2016, Art. 21 fuera de la Cadena de Arroz)

Hay lucha de poderes, intereses encontrados, pugnas internas, discrepancias, ambiciones desmedidas, especulación, no hay control de precio, de referencia, la compensación tiene dificultades en el pago, cada uno quiere su espacio y dejar sentada su posición. Título de este artículo confirma el contenido.

Por su lado, el IMA anuncia la importación exclusiva de 550.000 qq para la venta en las agroferias, haciendo accesible el producto a la población y a precios más baratos. Además, se tuvo que retirar un arroz en las agrotiendas que expedían mal olor.

En la dinámica constante de los cambios, transformaciones, prosigue la trama y actualmente pareciera que hay una tregua relativa, un alto al fuego, impasse, pues, se emitió, por parte del presidente de la República y el ministro del MIDA, el Decreto Ejecutivo 14 de 31 de julio de 2025, que reglamenta la Ley 17 de 22 de febrero de 2018, “Que declara el arroz como cultivo de seguridad alimentaria nacional” y que tiene como propósito “reglamentar el proceso de las importaciones en todo el territorio nacional del arroz, ya sea en cáscara o procesado” (Art. 1) definiendo “autorizar la importación siempre y cuando esta no coincida con el periodo de precosecha (dos meses antes) o cosecha del rubro...” y la importación del arroz solo podrá ser autorizado por la Unidad de Política Comercial... Cuando se requiera su importación por razones de desabastecimiento de la producción nacional” (Art.2).

Los productores indican que hay suficiente volumen de arroz para cubrir la demanda interna antes de la coincidencia cosecha nacional o el empalme de las actividades propias de la recolección del grano.

Lo expresado aquí es una aproximación a la sucesión de eventos transcurridos y basados lo que ha informado las noticias actuales y redes digitales, tratando de ser lo más objetivo posible. Ciertas situaciones no se han incluido.

¿Continuará el zafarrancho y guerra de galaxias?

*El autor es ingeniero agrónomo