Historia de las relaciones de Panamá y Estados Unidos desde la perspectiva de la lucha de clases
- 05/05/2025 01:00
La élite empresarial panameña siempre ha tenido el control total del Estado panameño, e históricamente han basado sus decisiones desde un marco de sus intereses Las relaciones de Panamá con los Estados Unidos siempre han tenido un tono general y uniforme en cuanto a la firma de los distintos tratados del canal con los Estados Unidos, es decir; como si toda la población panameña estuviera de acuerdo con las decisiones de la gobernanza panameña en cuanto a los pactos canaleros firmados con el país del norte; por lo tanto; analizaré las relaciones de Panamá de los Estados Unidos desde una perspectiva de lucha de clases, entre los que ven en la ocupación norteamericana una oportunidad de progreso para continuar acumulando ganancias, en este caso la élite empresarial panameña y los que defiende la soberanía nacional, como: Los sindicatos, organizaciones estudiantiles, gremios magisteriales y otros movimientos sociales.
La élite empresarial panameña siempre ha tenido el control total del Estado panameño, e históricamente han basado sus decisiones desde un marco de sus intereses de clase, todos los grandes cambios políticos a lo largo de la historia panameña han sido con base a los intereses de la elite y no como un proyecto de Estado nación, desde la época colonial hasta nuestro día ha sido la dinámica histórica de nuestra configuración política.
Época colonial: Cuando el 1810 todas las colonias hispanoamericanas habían declarado su independencia de España, solo Panamá se mantuvo leal a la corona española por razones comerciales, porque al tomar los independentistas la ruta del Río de la Plata le cierra el paso de trasiego de metales precioso a España, y Panamá retoma importancia después de más de 100 años como centro logístico, por esto la élite comercial istmeña se apega a sus intereses de clase y Panamá se mantiene leal a España hasta 1821. Aquí vemos que es una élite que decide el destino político de Panamá.
Anexión a la Gran Colombia: Cuando la élite ve que los independentistas toman los principales puertos americanos como Veracruz en México, España queda cercado y no les queda más remedio que unirse a la causa independentista y así asegurar el auge comercial de la ruta de tránsito por Panamá. Cuando se redacta el acta de independencia es la élite que decide el status político de Panamá y se manejan varias opciones como: Anexarse a Perú, México, o alguna República Hanseática bajo la protección de una potencia extranjera; luego de decidirse por la anexión a la Gran Colombia en el artículo 9 del acta de independencia de 1821 plantea lo siguiente: “El Istmo por medio de sus representantes formarán los reglamentos económicos convenientes para su gobierno interior...” (Calvo, 2016) todo lo anterior es la configuración política del Istmo con base a los intereses de clase de la elite comercial panameña, sin tomar en cuenta el resto de la población.
Época de unión a Colombia: Todos los intentos separatistas de Panamá como el de 1830, 1831, 1840, si analizamos de una manera ontológica; el logos de cada intentona es sacar provecho de una relación comercial favorable para la élite, no son movimientos anti-colombianos, son movimientos autonomistas en la que está implícito el interés comercial de la élite, y no una intención de romper la unidad Nacional colombiana.
Época republicana: Lo mismo ocurre con el Tratado Hay-Bunau Varilla del 18 de noviembre de 1903, es un tratado entreguista y que legalizó un enclave colonial en nuestro país, pero se ratificó porque significaba progreso para la élite comercial panameña, lo que desató la lucha de la población general, tales como: los gremios, sindicatos, organizaciones estudiantiles, movimientos campesinos, quienes lucharon contra el enclave colonial panameño, forjando una identidad nacional panameña, surgida de la ocupación norteamericana, es importante entender desde esta referencia epistemológica que quiero plantear donde se erige historiográficamente, el papel entreguista de la elite empresarial panameña frente a designios foráneos versus la defensa de la dignidad nacional intrínseca en el resto de las clases sociales en Panamá, que son los que defienden la soberanía territorial. Son los universitarios de la siembra de banderas de 1958 y 1959, son los mártires del 9 de enero del 1964, son los trabajadores, maestros y gente del pueblo que luchan contra la élite entreguista y la ocupación estadounidense en una suerte de doble enemigo que es parte de la lógica histórica de nuestra sociedad, no se puede entender la relación de Panamá con los Estados Unidos sin entender el ethos interno de la lucha de clases de la población panameña.
Hoy nuevamente la élite nos entrega al gigante del norte con un memorándum de entendimiento indigno, y hoy nuevamente los movimientos populares de las clases más marginadas son quienes defienden la dignidad nacional contra esta nueva afrenta. Desde este dispositivo teórico-práctico de lucha de clases, se debe analizar las relaciones de Panamá con los Estados Unidos.
*El autor es docente
Las relaciones de Panamá con los Estados Unidos siempre han tenido un tono general y uniforme en cuanto a la firma de los distintos tratados del canal con los Estados Unidos, es decir; como si toda la población panameña estuviera de acuerdo con las decisiones de la gobernanza panameña en cuanto a los pactos canaleros firmados con el país del norte; por lo tanto; analizaré las relaciones de Panamá de los Estados Unidos desde una perspectiva de lucha de clases, entre los que ven en la ocupación norteamericana una oportunidad de progreso para continuar acumulando ganancias, en este caso la élite empresarial panameña y los que defiende la soberanía nacional, como: Los sindicatos, organizaciones estudiantiles, gremios magisteriales y otros movimientos sociales.
La élite empresarial panameña siempre ha tenido el control total del Estado panameño, e históricamente han basado sus decisiones desde un marco de sus intereses de clase, todos los grandes cambios políticos a lo largo de la historia panameña han sido con base a los intereses de la elite y no como un proyecto de Estado nación, desde la época colonial hasta nuestro día ha sido la dinámica histórica de nuestra configuración política.
Época colonial: Cuando el 1810 todas las colonias hispanoamericanas habían declarado su independencia de España, solo Panamá se mantuvo leal a la corona española por razones comerciales, porque al tomar los independentistas la ruta del Río de la Plata le cierra el paso de trasiego de metales precioso a España, y Panamá retoma importancia después de más de 100 años como centro logístico, por esto la élite comercial istmeña se apega a sus intereses de clase y Panamá se mantiene leal a España hasta 1821. Aquí vemos que es una élite que decide el destino político de Panamá.
Anexión a la Gran Colombia: Cuando la élite ve que los independentistas toman los principales puertos americanos como Veracruz en México, España queda cercado y no les queda más remedio que unirse a la causa independentista y así asegurar el auge comercial de la ruta de tránsito por Panamá. Cuando se redacta el acta de independencia es la élite que decide el status político de Panamá y se manejan varias opciones como: Anexarse a Perú, México, o alguna República Hanseática bajo la protección de una potencia extranjera; luego de decidirse por la anexión a la Gran Colombia en el artículo 9 del acta de independencia de 1821 plantea lo siguiente: “El Istmo por medio de sus representantes formarán los reglamentos económicos convenientes para su gobierno interior...” (Calvo, 2016) todo lo anterior es la configuración política del Istmo con base a los intereses de clase de la elite comercial panameña, sin tomar en cuenta el resto de la población.
Época de unión a Colombia: Todos los intentos separatistas de Panamá como el de 1830, 1831, 1840, si analizamos de una manera ontológica; el logos de cada intentona es sacar provecho de una relación comercial favorable para la élite, no son movimientos anti-colombianos, son movimientos autonomistas en la que está implícito el interés comercial de la élite, y no una intención de romper la unidad Nacional colombiana.
Época republicana: Lo mismo ocurre con el Tratado Hay-Bunau Varilla del 18 de noviembre de 1903, es un tratado entreguista y que legalizó un enclave colonial en nuestro país, pero se ratificó porque significaba progreso para la élite comercial panameña, lo que desató la lucha de la población general, tales como: los gremios, sindicatos, organizaciones estudiantiles, movimientos campesinos, quienes lucharon contra el enclave colonial panameño, forjando una identidad nacional panameña, surgida de la ocupación norteamericana, es importante entender desde esta referencia epistemológica que quiero plantear donde se erige historiográficamente, el papel entreguista de la elite empresarial panameña frente a designios foráneos versus la defensa de la dignidad nacional intrínseca en el resto de las clases sociales en Panamá, que son los que defienden la soberanía territorial. Son los universitarios de la siembra de banderas de 1958 y 1959, son los mártires del 9 de enero del 1964, son los trabajadores, maestros y gente del pueblo que luchan contra la élite entreguista y la ocupación estadounidense en una suerte de doble enemigo que es parte de la lógica histórica de nuestra sociedad, no se puede entender la relación de Panamá con los Estados Unidos sin entender el ethos interno de la lucha de clases de la población panameña.
Hoy nuevamente la élite nos entrega al gigante del norte con un memorándum de entendimiento indigno, y hoy nuevamente los movimientos populares de las clases más marginadas son quienes defienden la dignidad nacional contra esta nueva afrenta. Desde este dispositivo teórico-práctico de lucha de clases, se debe analizar las relaciones de Panamá con los Estados Unidos.