Ingeniería Biomédica de Panamá trasciende fronteras
- 12/07/2025 00:00
Este mes en Dinamarca entregarán un reconocimiento que refleja el esfuerzo colectivo por fortalecer la ingeniería biomédica en Panamá y la región En respuesta a los avances tecnológicos que redefinen la práctica médica, surgió en Panamá la necesidad de contar con profesionales en Ingeniería Biomédica capacitados para trabajar de manera articulada con médicos, enfermeras y otros integrantes del personal de salud. Esta demanda dio origen a la formación de ingenieros biomédicos: una carrera que integra conocimientos de ingeniería con el compromiso por el bienestar humano.
Reconocimiento internacional en 2025: Como reflejo de ese compromiso, el capítulo Panamá de la Sociedad de Ingeniería en Medicina y Biología del IEEE (IEEE EMBS Panamá) ha sido reconocido este año 2025 con el premio Best Regional Professional Chapter Award, que lo distingue como el mejor capítulo profesional de América Latina. El galardón será entregado en julio durante una ceremonia especial en Dinamarca, un reconocimiento que refleja el esfuerzo colectivo por fortalecer la ingeniería biomédica en Panamá y la región.
La ingeniería biomédica es una disciplina que combina los principios de la ingeniería con las ciencias de la vida para desarrollar soluciones que mejoren la salud humana. Su campo de acción abarca desde el diseño y mantenimiento de equipos médicos hasta la innovación en tecnologías aplicadas al diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes.
Formación profesional en el país: En este contexto de evolución profesional, lo que comenzó como una necesidad estratégica del país, pronto se transformó en una apuesta académica concreta. Con visión de futuro y compromiso institucional, Panamá dio sus primeros pasos en la formación de ingenieros biomédicos, un perfil profesional que hasta entonces no existía en el entorno nacional.
En 2003, la Universidad Latina de Panamá (ULatina) graduó a la primera cohorte de ingenieros biomédicos formados en el país, a nivel de licenciatura, marcando un hito en la educación superior nacional. Desde entonces, ha mantenido activa esta oferta académica, consolidándose como una de las principales instituciones en esta área.
A este esfuerzo se sumó la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), que amplió las oportunidades de formación al ofrecer tanto el nivel técnico como la licenciatura en ingeniería biomédica. Su primera promoción egresó en el año 2007.
Por su parte, la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) imparte actualmente un programa técnico en electrónica biomédica, iniciado en 2017, lo que contribuye significativamente a la formación nacional en este campo estratégico para el sistema de salud.
Gracias a estos esfuerzos conjuntos, hasta la fecha, se han formado más de 400 profesionales en el campo de la ingeniería biomédica en Panamá. Solo entre 2020 y 2025, Udelas ha graduado 148 ingenieros biomédicos a nivel de licenciatura, mientras que ULatina ha aportado 79 nuevos profesionales durante el mismo periodo. Este crecimiento sostenido refleja el fortalecimiento de la oferta académica y la creciente demanda de estos especialistas en áreas clave del sistema de salud y en el desarrollo de investigación aplicada.
Aplicaciones actuales y nuevos campos de especialización: En cuanto a sus aplicaciones prácticas, durante la pandemia de COVID-19, los ingenieros biomédicos demostraron su capacidad de respuesta rápida, participando en la instalación de equipos médicos y la adecuación de espacios hospitalarios. Pero su labor va mucho más allá de la emergencia: hoy tienen un rol activo en casi todas las áreas del sistema de salud.
Desde el diseño de instalaciones clínicas con tecnología de última generación, hasta el mantenimiento de equipos médicos, los ingenieros biomédicos garantizan el funcionamiento seguro de la infraestructura hospitalaria. También colaboran en la gestión de insumos quirúrgicos, sistemas de monitoreo y materiales especializados como las suturas utilizadas en procedimientos complejos.
Su presencia es especialmente importante dentro del salón de operaciones, donde colaboran con médicos especialistas para garantizar el funcionamiento seguro y preciso de la tecnología utilizada en procedimientos críticos, como la implantación de marcapasos o la ejecución de cirugías robóticas. También intervienen en otros contextos clínicos que requieren alta especialización técnica, como la supervisión de sistemas de hemodiálisis, cuya correcta operación puede ser vital para la vida del paciente.
Cada vez más profesionales del sector amplían su formación en distintas ramas del conocimiento, como la incorporación de tecnologías emergentes en la atención clínica, la vigilancia de dispositivos médicos, la seguridad radiológica y áreas como la telemedicina y la informática médica, lo cual refuerza su impacto en entornos altamente especializados. Esta evolución evidencia una ampliación constante del perfil del ingeniero biomédico panameño.
Un logro colectivo: Este reconocimiento de IEEE EMBS no surge por casualidad. Es el resultado de años de trabajo conjunto entre universidades, investigadores, estudiantes y profesionales, respaldados por el Capítulo IEEE EMBS Panamá y por la Asociación Panameña de Ingeniería Biomédica (APIB). Refleja además el compromiso de una juventud que no solo quiere participar en el sistema de salud, sino transformarlo.
Junto con el impacto técnico y clínico, la ingeniería biomédica ha demostrado ser una de las carreras más atractivas para ambos sexos, gracias a la diversidad de campos de aplicación que ofrece. Desde el entorno hospitalario hasta la investigación, pasando por el diseño de tecnología, el uso de inteligencia artificial aplicada a la salud o la gestión de proyectos biomédicos, sus múltiples salidas profesionales han motivado una participación equilibrada entre hombres y mujeres. Actualmente, la proporción de estudiantes y egresados se acerca al 50 % por cada género, reflejando un perfil académico inclusivo y representativo de la sociedad panameña.
Rumbo a nuevas fronteras del conocimiento: Mirando al futuro, lo que se busca ahora es que estos profesionales sigan abriendo camino en nuevas fronteras del saber. La meta no es solo mantener el avance logrado, sino consolidar una comunidad técnica capaz de innovar, investigar y liderar en un entorno cada vez más competitivo, tanto a nivel regional como internacional.
Actualización y visión a futuro: Para contribuir con este propósito, cada año, el Capítulo IEEE EMBS Panamá organiza congresos, talleres y actividades para fomentar la actualización profesional en un campo que evoluciona con rapidez. Este premio internacional confirma que Panamá avanza con paso firme en ciencia, tecnología y salud, y que está listo para competir —y destacar— en las grandes ligas de la ingeniería biomédica a nivel global.
*El autor presidente del capítulo IEEE EMBS Panamá
En respuesta a los avances tecnológicos que redefinen la práctica médica, surgió en Panamá la necesidad de contar con profesionales en Ingeniería Biomédica capacitados para trabajar de manera articulada con médicos, enfermeras y otros integrantes del personal de salud. Esta demanda dio origen a la formación de ingenieros biomédicos: una carrera que integra conocimientos de ingeniería con el compromiso por el bienestar humano.
Reconocimiento internacional en 2025: Como reflejo de ese compromiso, el capítulo Panamá de la Sociedad de Ingeniería en Medicina y Biología del IEEE (IEEE EMBS Panamá) ha sido reconocido este año 2025 con el premio Best Regional Professional Chapter Award, que lo distingue como el mejor capítulo profesional de América Latina. El galardón será entregado en julio durante una ceremonia especial en Dinamarca, un reconocimiento que refleja el esfuerzo colectivo por fortalecer la ingeniería biomédica en Panamá y la región.
La ingeniería biomédica es una disciplina que combina los principios de la ingeniería con las ciencias de la vida para desarrollar soluciones que mejoren la salud humana. Su campo de acción abarca desde el diseño y mantenimiento de equipos médicos hasta la innovación en tecnologías aplicadas al diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes.
Formación profesional en el país: En este contexto de evolución profesional, lo que comenzó como una necesidad estratégica del país, pronto se transformó en una apuesta académica concreta. Con visión de futuro y compromiso institucional, Panamá dio sus primeros pasos en la formación de ingenieros biomédicos, un perfil profesional que hasta entonces no existía en el entorno nacional.
En 2003, la Universidad Latina de Panamá (ULatina) graduó a la primera cohorte de ingenieros biomédicos formados en el país, a nivel de licenciatura, marcando un hito en la educación superior nacional. Desde entonces, ha mantenido activa esta oferta académica, consolidándose como una de las principales instituciones en esta área.
A este esfuerzo se sumó la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), que amplió las oportunidades de formación al ofrecer tanto el nivel técnico como la licenciatura en ingeniería biomédica. Su primera promoción egresó en el año 2007.
Por su parte, la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) imparte actualmente un programa técnico en electrónica biomédica, iniciado en 2017, lo que contribuye significativamente a la formación nacional en este campo estratégico para el sistema de salud.
Gracias a estos esfuerzos conjuntos, hasta la fecha, se han formado más de 400 profesionales en el campo de la ingeniería biomédica en Panamá. Solo entre 2020 y 2025, Udelas ha graduado 148 ingenieros biomédicos a nivel de licenciatura, mientras que ULatina ha aportado 79 nuevos profesionales durante el mismo periodo. Este crecimiento sostenido refleja el fortalecimiento de la oferta académica y la creciente demanda de estos especialistas en áreas clave del sistema de salud y en el desarrollo de investigación aplicada.
Aplicaciones actuales y nuevos campos de especialización: En cuanto a sus aplicaciones prácticas, durante la pandemia de COVID-19, los ingenieros biomédicos demostraron su capacidad de respuesta rápida, participando en la instalación de equipos médicos y la adecuación de espacios hospitalarios. Pero su labor va mucho más allá de la emergencia: hoy tienen un rol activo en casi todas las áreas del sistema de salud.
Desde el diseño de instalaciones clínicas con tecnología de última generación, hasta el mantenimiento de equipos médicos, los ingenieros biomédicos garantizan el funcionamiento seguro de la infraestructura hospitalaria. También colaboran en la gestión de insumos quirúrgicos, sistemas de monitoreo y materiales especializados como las suturas utilizadas en procedimientos complejos.
Su presencia es especialmente importante dentro del salón de operaciones, donde colaboran con médicos especialistas para garantizar el funcionamiento seguro y preciso de la tecnología utilizada en procedimientos críticos, como la implantación de marcapasos o la ejecución de cirugías robóticas. También intervienen en otros contextos clínicos que requieren alta especialización técnica, como la supervisión de sistemas de hemodiálisis, cuya correcta operación puede ser vital para la vida del paciente.
Cada vez más profesionales del sector amplían su formación en distintas ramas del conocimiento, como la incorporación de tecnologías emergentes en la atención clínica, la vigilancia de dispositivos médicos, la seguridad radiológica y áreas como la telemedicina y la informática médica, lo cual refuerza su impacto en entornos altamente especializados. Esta evolución evidencia una ampliación constante del perfil del ingeniero biomédico panameño.
Un logro colectivo: Este reconocimiento de IEEE EMBS no surge por casualidad. Es el resultado de años de trabajo conjunto entre universidades, investigadores, estudiantes y profesionales, respaldados por el Capítulo IEEE EMBS Panamá y por la Asociación Panameña de Ingeniería Biomédica (APIB). Refleja además el compromiso de una juventud que no solo quiere participar en el sistema de salud, sino transformarlo.
Junto con el impacto técnico y clínico, la ingeniería biomédica ha demostrado ser una de las carreras más atractivas para ambos sexos, gracias a la diversidad de campos de aplicación que ofrece. Desde el entorno hospitalario hasta la investigación, pasando por el diseño de tecnología, el uso de inteligencia artificial aplicada a la salud o la gestión de proyectos biomédicos, sus múltiples salidas profesionales han motivado una participación equilibrada entre hombres y mujeres. Actualmente, la proporción de estudiantes y egresados se acerca al 50 % por cada género, reflejando un perfil académico inclusivo y representativo de la sociedad panameña.
Rumbo a nuevas fronteras del conocimiento: Mirando al futuro, lo que se busca ahora es que estos profesionales sigan abriendo camino en nuevas fronteras del saber. La meta no es solo mantener el avance logrado, sino consolidar una comunidad técnica capaz de innovar, investigar y liderar en un entorno cada vez más competitivo, tanto a nivel regional como internacional.
Actualización y visión a futuro: Para contribuir con este propósito, cada año, el Capítulo IEEE EMBS Panamá organiza congresos, talleres y actividades para fomentar la actualización profesional en un campo que evoluciona con rapidez. Este premio internacional confirma que Panamá avanza con paso firme en ciencia, tecnología y salud, y que está listo para competir —y destacar— en las grandes ligas de la ingeniería biomédica a nivel global.