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La aplicación de falsos positivos... bajo el paraguas del Pentágono

Bienvenido Velasco | EFE
  • 24/06/2025 00:00

A lo largo de la historia, los tiranos han hecho uso de múltiples artimañas para legitimar sus acciones que sirven a propósitos de explotación, dominación y opresión de grupos criollos o extranjeros. Una de estas ha sido la utilización de “falsos positivos”; estos ocurren cuando un científico o una autoridad “determina que algo es verdadero cuando en realidad es falso” (Diccionario Panhispánico del español jurídico, 2001).

Esto fue el caso de Nerón cuando incendió la ciudad de Roma, adjudicándole la autoría a los cristianos, excelente razón para “legitimar” una de las mayores persecuciones dadas contra tal grupo religioso, constituido en su gran mayoría por esclavos, exesclavos, artesanos, campesinos y alguno que otro(a) servidor(a) de cortes imperiales. En la Segunda Guerra Mundial, los grupos belicistas estadounidenses fabricaron un falso ataque en Pearl Harbor, adjudicado a japoneses, que eran aliados de los nazis y fascistas, razón que no pudieron objetar los proteccionistas de EE.UU. que se oponían a dicha participación.

Estos falsos positivos, también se ha constatado respecto del famoso ataque a las Torres Gemelas, que justificó a los ojos del pueblo estadounidense y de las poblaciones incautas de Occidente de sus invasiones militares en Afganistán en 2001 y a Irak en 2003. Por cierto, el objetivo de intervención en Afganistán buscaba desmantelar la organización terrorista Al Qaeda y al régimen talibán que los protegía... Sorpresa, hoy estos mismos terroristas son los apoyados por las élites que controlan el régimen de EE.UU. y de la Unión Europea para que gobiernen en Siria.

Muy cerca de nosotros, fue la tónica usual de los gobiernos de las élites económicas y políticas más conservadoras de nuestra hermana Colombia con lo cual justificaron guerras por varias décadas supuestamente contra el narcotráfico y guerrillas, para desplazar poblaciones campesinas de sus propiedades y apropiarse de estas, sobre todo si son fértiles o poseen minerales que aquellos explotan hoy. Por cierto, los responsables de estas matanzas de inocentes están siendo sometidos a procesos penales diversos, como el expresidente Álvaro Uribe, cuyos aliados políticos en activo representan la oposición principal contra el gobierno actual de esta república bolivariana. Sus prácticas de crear falsos positivos parecen no haberse dejado en el pasado aún.

¿Y en nuestro país, el trumpulinismo las ha practicado en la coyuntura actual? Sin duda. Desde la refriega entre la policía y trabajadores de la construcción en el proyecto del Hospital del Niño varios meses atrás, hasta la embestida dada contra los bocatoreños -extrañamente con más saña contra indígenas- en las protestas de Bocas del Toro, pasando por la ficción del lavado de capital del sindicato y cooperativa del Suntracs.

La técnica es enseñada a los mandos altos y medios de aparatos de represión de América Latina y el Caribe, por parte del Departamento de Defensa de EE.UU. Un centro harto conocido para el aprendizaje de este tipo de técnicas y otras de sometimiento de enemigos era la Escuela de las Américas del Comando Sur norteamericano localizada en nuestro país y que el general Torrijos desterró de nuestro territorio, creíamos, para siempre.

Mientras tanto, la enseñanza de aquellas técnicas por parte de los organismos de inteligencia del Departamento de Estado no cesó. A esta escuela formadora de dictadores y tiranos en Panamá, en 2001 le sucedió el instituto del hemisferio occidental para la cooperación en seguridad, conocido como el Whinsec, localizado en Fort Moore en Georgia. Eufemísticamente, señalan en sus programas oficiales que sus cursos están diseñados para preparar a los estudiantes para roles de liderazgo y para abordar problemas de seguridad en sus países de origen (Ver: www.armyuniversity.edu/whinsec/es). Además, se enfoca, dicen, en la promoción de los derechos humanos, el Estado de derecho y principios democráticos, a través de programas educativos y alianzas internacionales... Bueno, según esta publicidad, un poquito más y forman hermanitas de la caridad.

Ahora bien, en el caso panameño, el Departamento de Defensa de EE.UU., ha seguido (de)formando a “nuestros” estamentos policiales y cuasi militares (policías fronterizos) con los acuerdos pactados con todos y cada uno de los gobernantes —ninguna diferencia entre PRD, arnulfistas, martinellistas y ahora el trumpulinismo— desde la invasión estadounidense de 1989.

Sin embargo, el aumento inusitado en el uso de los falsos positivos parece no ser una coincidencia con el hecho de que quienes dirigen —aparte de agentes del ejército estadounidense— los principales aparatos para la represión de movimientos surgidos del pueblo son nada más y nada menos que conspicuos y ejemplares egresados del Whinsec, entre otros, el propio ministro de Seguridad y el subdirector de la Policía Nacional.

El tema aquí, no es tanto si fulano o sultano que son parte del agrupamiento trumpulinista fueron o no producto de la formación dirigida a consolidar regímenes opresivos de cortes (neo)coloniales, aduciendo que están en defensa de principios democráticos. Aquí el hecho es que la estrategia aplicada al pie de la letra por el gobierno actual es made in EE.UU., pero que además, esta formación ha sido posible gracias a la complicidad de los gobiernos de agrupaciones partidarias supuestamente contrarias entre sí, pero por lo visto, unidas bajo el paraguas del Pentágono.

*El autor es sociólogo, investigador y docente