La escalera social
- 26/12/2025 00:00
La sociedad al igual que la Nación es un conjunto de expresiones adquiridas, desarrolladas y transmitidas de generación en generación y de tiempo en tiempo, caracterizándose frente al resto por cada una de ellas. Solo sus miembros pueden identificar los hitos en cuanto a sus posibles cambios y evolución social entre una y otra; salvo extinción y descubrimiento cual restos arqueológicos posteriormente.
En una simbiosis social es trasfundido una especie de ADN comportando todo el material genético de una generación a la otra, cuyos rasgos sicosomáticos son similares indefectiblemente, puesto que la matriz mitocondrial es la misma.
Este proceso no es una carrera de relevo por la vida, porque de serlo los cementerios no existirían, es por la construcción de una escalera social sencillamente, donde una generación le sirve a la otra peldaño a peldaño, para bien o para mal pero en un relativo equilibrio, procurando predomine el estado de bienestar siempre.
Su construcción es para descender o ascender política, económica y socialmente. Sí, solo dos acciones, subir o bajar puesto que no está concebida para otra. Conformada su estructura por un escalón de arranque, contrahuella, huella, descansos recomendados según cantidad de escalones, con baranda y pasamanos siempre por medidas de seguridad; pero dimensionada salvo fin de la eternidad.
No obstante, su diseño y construcción dependerá de la colaboración y el esfuerzo de todos, bien compartiendo un interés en común o de las utilidades resultantes de la suma de intereses distintos. Decisión que nos corresponde a todos y para cuya adopción sugieren, como mejor método, la democracia.
Ahora bien, si sientes que la apatía social embarga a la sociedad actual en la construcción de la escalera social, no te quejes porque fuiste su artífice; no olvides que la actual es una reproducción tautológica de las anteriores, tú eres igual que tus padres y tus hijos igual que tú.
Las cifras económicas revelan que estamos a medio vuelo y muy a ras aún, tras la estrepitosa caída del PIB en un 17.9 % para el año 2020, pero ahí vamos, volando unos en clase ejecutiva y otros en económica según les permita su poder adquisitivo. Otros, en cambio, como polizón aprovechando el fuselaje y la propulsión de sus turbinas, pero con la opción de clasificar entre una u otra clase, claro está, siempre que estudies y trabajes.
En lo político, tanto los partidos como los políticos dedicados al rejuego del poder político, resquebrajan la institucionalidad día a día, es evidente que muy poco les importa a pesar que consciente están, que el poder público solo emana del pueblo. Confían en que las prácticas populistas mantendrán al pueblo panameño en eterna apatía social y sin militancia cívica o sea, aquella en que mientras tenga lo mío, lo demás me importa un bledo.
Mientras tanto en lo social, la familia base nuclear de la sociedad panameña, su proceso fabril está en franco deterioro, sin lograr rectificar ni elaborar un producto de óptima calidad social donde padres, madres, educadores, líderes, políticos, gobernantes, religiosos, sociólogos, sicólogos y siquíatras han fracasado sin visos de corregir rumbos ni metodología.
En fin, si no corregimos a tiempo, no habrá baranda ni pasamanos que nos salve de caer al vacío, mientras continuemos con la construcción de la escalera preñados por la apatía social. Por tanto, tengamos presente siempre, antes de criticar la generación “millennial” o a la generación “Neet” o “ninis”; reflexionar si lo hacemos frente a un espejo o vidrio; porque fuimos su artífice al igual que de la escalera social.
Por lo pronto, cuidemos que en nuestro país no se repliquen modelos de otros, como el de la criminalidad en México, en cuyo territorio existen Estados bajo el control absoluto de los narcotraficantes. Exijamos para nuestros hijos una educación pública, superior y más efectiva que la de Singapur, Japón, Estonia, Taiwán y Finlandia. Asimismo, por la transparencia, buena gobernanza y por un servicio público de óptima calidad, y tal manera que el estado de bienestar sea multidimensional también.
De igual forma, porque la empresa privada como motor de la economía nacional, siga invirtiendo en la generación de riquezas y mayores fuentes de empleos, sin ofrecer nada indebido a cambio de licencias, permisos, concesiones o contrataciones; pero contribuyendo también por un mejor país y sociedad, honrando sus tributos y cumpliendo su responsabilidad social empresarial. Y cuando de la mano con el sector público, incursionen en la explotación de las riquezas nacionales, su derrotero sea procurar aquel estado de bienestar multidimensional, la satisfacción del interés y beneficio común de todos los panameños; porque es misión nuestra servir a las generaciones futuras con la construcción de la escalera social.